El cerebro humano tiene capacidad para almacenar hasta un petabyte de información, lo equivalente a casi todo el contenido de internet actual.
Aunque esa capacidad es asombrosa, no basta con tenerla. El cerebro necesita ejercitarse para mantener su funcionalidad y plasticidad. Y esa actividad incluye aprender, recordar, moverse, comer bien y socializar.
Así lo advierte una referente internacional en neurociencia, la neurobióloga Mara Dierssen, quien a su vez advierte que para aprovechar ese potencial es fundamental “poner al cerebro a hacer ejercicio”.
Cuánto puede memorizar un cerebro
La experta ofreció ejemplos concretos de lo que el cerebro es capaz de hacer.
- Un adulto puede memorizar entre 20.000 y 100.000 palabras, incluyendo su sonido, ortografía y significado.
- Un ajedrecista profesional puede recordar hasta 100.000 movimientos posibles.
- Un concertista de piano coordina mentalmente 30.000 notas por pieza.
“La clave está en la plasticidad cerebral, que es la capacidad de adaptarse, crear nuevas conexiones y mantener activas las existentes. Si no la usamos, la perdemos”, remarca Dierssen.
La memoria y el Alzheimer: lo que se puede conservar
La neurobióloga también se refirió al vínculo entre estimulación cerebral y prevención de enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer.
“El cerebro estimulado genera una reserva cognitiva que puede retrasar el impacto del deterioro neuronal. La memoria reciente es la primera en afectarse, porque depende de sistemas más sensibles al daño. En cambio, los recuerdos más antiguos se conservan más tiempo, ya que están distribuidos en distintas zonas del cerebro”, explicó.
Nutrición, actividad y aprendizaje: el capital cerebral
Dierssen también introdujo el concepto de capital cerebral: el desarrollo máximo de nuestras capacidades mentales a lo largo de la vida.
“El cerebro no está aislado del resto del cuerpo. Una buena alimentación, el ejercicio físico regular y el aprendizaje constante son claves para mantenerlo en forma. Aprender algo nuevo cada día es tan importante como moverse o comer bien”, subrayó.
Desde su rol en el Centro de Regulación Genómica, la doctora Dierssen estudia enfermedades hereditarias, discapacidades intelectuales y mecanismos de regulación cerebral con el objetivo de comprender mejor su funcionamiento y deterioro.
La conclusión de la experta es que el cerebro tiene un potencial inmenso, pero depende de nosotros conservarlo activo. Aprender, crear, moverse, hablar, jugar, recordar, todo suma para mantener esa “computadora biológica” que llevamos en la cabeza funcionando a pleno.