Jorge Aquino es un ciclista aficionado de la ciudad cordobesa de Colonia Caroya, que en 2022 se convirtió en el autor de una original iniciativa para homenajear a los héroes de Malvinas de su ciudad.
Jorge integraba un grupo de ciclistas, del cual su amigo Víctor Ramallo, un excombatiente, también formaba parte. Un día, le preguntó cómo se preparaba para el acto anual de Malvinas. Su amigo le contestó que cada año había menos personas, que las autoridades asistían “obligadas”, y que entre el público no se veían más que escuelas que debían concurrir y algunos familiares.
La respuesta le preocupó a Jorge, que insistía en que los veteranos debían ser recordados y homenajeados por todos los vecinos.
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Así fue que organizó un “ciclo desfile” en homenaje a los combatientes de su ciudad. En la bicicleteada, cada ciclista porta el nombre de un soldado caído, para simbolizar que siguen presentes en la memoria de todos.
“De esta forma simbolizamos la presencia de ellos acá. El objetivo es que participen todas las familias y las generaciones nuevas, que los jóvenes conozcan que el vecino que tienen enfrente estuvo en Malvinas defendiendo la patria. Hay que mantener viva la causa Malvinas”, razonó.
Reconocerlos
Jorge cuenta que se convirtió en gendarme por Malvinas. Está retirado de esa fuerza, hoy con 55 años. En 1982, cuando tenía 13 años y vivía en Capital, se dirigió a la plaza central donde masivamente se vitoreaba la recuperación de las Islas Malvinas
“Había jóvenes que se ofrecían para ir, había gente que ya había cumplido el servicio militar y que se ofrecía para ir igual”, recordó.
Desde ese día, fue testigo de cómo los soldados entregaron su vida y su juventud para luchar por la patria. Pero día a día se cuestiona qué hicimos por ellos cuando volvieron.

El primer año del “ciclodesfile” en Jesús María fue un éxito: concurrieron más de 587 ciclistas. Al año siguiente, Jorge consiguió traer a la ciudad a la Virgen “Malvinera” o Virgen del Luján, que estuvo recorriendo las trincheras en la guerras. Esa imagen luego los británicos se la llevaron a Londres, pero la devolvieron tiempo después.
El año pasado, durante la tercera edición, contó que fueron menos los participantes de la bicicletada. Mostró su tristeza –dice– al ver que la plaza se llenaba de gente que celebraba la final del Mundial de fútbol pero que no conmemoraba el 2 de abril.
Insiste en que el “ciclodesfile” trata “humildemente” de intentar salvar ese capítulo de la historia argentina, en la memoria de Jesús María y Colonia Caroya.
¿Por qué una bicicletada? Jorge contó que percibe que andar en bici es sinónimo de “sentirse vivo”, por lo que simboliza que ellos (los veteranos) “están todos vivos, presentes”.
El grupo se conoció cerca de la pandemia, pero algunos veteranos se conocían de tiempo atrás. Desde hace cuatro años luchan contra la “desmalvinización”. Sostienen que el 2 de abril debe ser una fecha de unión, que no tenga lugar para los colores políticos.
Jorge reflexiona que al volver de la guerra, muchos se quedaron sin trabajo, sufrieron pérdidas y angustias, y obtuvieron una obra social que apenas cubría los gastos para sus familias.
Con su propuesta busca “dar una caricia al alma” a aquellos que volvieron.
“Buscamos que el vecino, el papá o la mamá invite a sus hijos para contarles lo que pasó, para decirles que el señor que reparte soda o el señor que maneja el camión fue soldado y defendió la patria en el sur”, concluyó.