Lleva más de 40 días el incendio en La Patagonia y la situación es más que desesperante. Hay múltiples focos y se trabaja en El Bolsón, en el Parque Nacional Nahuel Huapi, El Manso, Lanín, Villa Magdalena, Epuyén y Río Pico. Las condiciones climáticas y de terreno son algunas de las complicaciones que afronta el personal que intenta apagar el desastre.
El lunes 27, mediante una presentación formal enviada desde Bariloche dirigida a Marcelo Zornada, director de la Secretaría de Gestión de Riesgo Climático, Catástrofes y Protección Civil, solicitaron el pedido de colaboración de 22 brigadistas para combatir los incendios forestales en Los Manzanos, al sur del Parque Nacional Nahuel Huapi. El miércoles 29 de enero a las 20, la delegación de Córdoba compuesta por ETAC y personal del Plan Provincial del Manejo del Fuego, viajaron hacia la provincia para colaborar en el combate del fuego.
Son intensas las jornadas que viven los cordobeses en un incendio que no cesa, que muestra un escenario complejo tanto por las condiciones climáticas como por la topología del terreno que demanda una especialización en trabajo de riesgo y conocimiento de manejo en alta montaña.
Los bomberos inician su trabajo a las 5 de la madrugada y regresan a la base alrededor de las 21. Suben 40 kilómetros en alta montaña en camionetas de gendarmería, luego viajan durante 45 minutos en unimog y continúan dos horas caminando hacia la línea de fuego. Allí es cuando comienza el combate con el fuego.
Ellos son: Daniel Arce (a cargo de la delegación), Walter Tapia, Carlos Sebastián Pérez, Hernán Víctor Ponce, Facundo Sebastián Ávila, Franco Matías Toledo, César Federico Santander, Johana Barrientos, Carlos Javier Salguero, Francisco Camprengher, Edgar Castro, Lucas Nicolás Ponce de León, Walter Luciano Castillo, Jorge Matías Maldonado, Abigail Constanza Maldonado, Lucas Esteban Pérez, Facundo Gabriel Villarreal, Mauricio Hernán Kasti, Lautaro Alejandro Urquiza, Enzo Alejandro Giovangnoli, Fernando Ariel Molina y Héctor Adrián Pasquini. Acompaña además el vocero de la Secretaría de Riesgo Climático de Córdoba.
Terrenos complicados y exigencia física
Johana Barrientos tiene 32 años y es bombera de Mendiolaza. En diálogo con La Voz, contó que es la primera vez que le toca viajar con ETAC y que está viviendo la experiencia con mucha emoción. “Es un terreno completamente diferente al que tenemos en Córdoba, estamos trabajando en pendiente. Hay mucho esfuerzo en el equipo para subir las lomas y hacer el trabajo. Hemos hecho un helipuerto y eso nos quita peso”, relató. Explicó que los atienden bien, que tienen todo lo que necesitan y que hay mucha hospitalidad.
El trabajo demanda fuerza física ya que tienen que trepar con mucho peso y acceder a lugares con mucha dificultad.
A la noche, cuando llegan al refugio antes de relajarse y descansar, se comunican con sus familiares quienes están pendientes de su labor. “Hablo con mi novio que trabaja aeronáutica, carga combustible de los aviones de bomberos. Él me dijo que quizás cuando yo volvía, él iba a venir para acá. Estamos en comunicación con la familia, tenemos wifi y podemos hablarnos. Nos dicen que nos cuidemos, se preocupan por nosotros”, dijo.
Johana estuvo en los incendios de Capilla del Monte y La Cumbre. Fue una de las bomberas que sufrió violencia por parte de algunos lugareños que intentaban detener el combate del fuego.
“Es terrible el incendio, es una gran perdida. Deseo que podamos cumplir con las expectativas. Este es nuestro quinto día de trabajo y hemos sido muy productivos. Estoy contenta, voy a dar lo mejor de mi para apagar esto. La naturaleza es hermosa acá y es una verdadera lástima”, concluyó.
Federico Santander, otro de los brigadistas, relató: “Tengo sentimientos encontrados desde llegué porque son lugares que he venido para vacacionar, tienen un valor sentimental y verlo así con fuego es triste”. Federico tiene 32 años y es bombero voluntario de Embalse. Explicó que colaborar en esos incendios tiene mucho valor para él y que la situación es muy compleja por la magnitud. “El terreno es diferente al de Córdoba, hay que atravesar árboles de gran magnitud que están caídos, el trabajo es más lento, las pendientes abruptas, suelos se ponen blandos cuando se mojan”, dijo.
“Hablo mucho con mi mamá y mis hermanas. Están al pie del cañón. Sin apoyo de ellas, no estaría acá”, contó y agregó que sintió alegría cuando lo convocaron para poder ir a La Patagonia. Hace 15 años que es bombero voluntario y cada vez que trabaja en un incendio como este siente orgullo.
Los lugareños acompañan y colaboran en el trabajo que allí llevan a cabo.
Cuentan que en los últimos días llovió un poco y la temperatura bajó. La máxima que registraron hoy fue de 24 grados y el viento mermó. Estarán allí durante 12 días. Estiman que llegará un relevo. Esto aún resta por confirmarse.
Además el domingo 2 de febrero, el Gobierno de Córdoba puso a disposición el envío de un avión Fireboss 802 Air Tractor para que sea utilizado en el combate principalmente de las zonas con acceso restringido.