Aún es temporada de frutillas, quizá una de las frutas más apreciadas por su sabor, versatilidad y beneficios nutricionales. Sin embargo, también figuran constantemente en la lista Dirty Dozen del Grupo de Trabajo Ambiental de Estados Unidos (Environmental Working Group, EWG), que identifica los productos con mayores residuos de pesticidas.
Debido a su piel delicada y su cultivo a ras del suelo, estos frutos están expuestos a plagas y hongos, lo que lleva a un uso frecuente de agroquímicos.
Por eso, expertos en seguridad alimentaria recomiendan métodos específicos de lavado para reducir la presencia de pesticidas y microorganismos en las frutillas, garantizando un consumo más seguro.
Por qué es importante lavar bien las frutillas
Además de eliminar residuos de pesticidas, lavar correctamente las frutillas ayuda a reducir la exposición a bacterias y hongos que pueden afectar la salud.
Según Changmou Xu, miembro del Instituto de Tecnólogos de Alimentos y profesor adjunto de procesamiento de alimentos en la Universidad de Illinois Urbana-Champaign, el método más efectivo es remojarlas en una solución de agua con bicarbonato de sodio.
Este proceso contribuye a descomponer los químicos que pueden quedar adheridos a la superficie del fruto.
Cómo lavar correctamente las frutillas

Existen dos métodos recomendados para la limpieza efectiva de las frutillas:
Lavado con vinagre
- Mezclar media taza de vinagre blanco con una taza de agua en un recipiente grande.
- Remojar las frutillas en la solución durante unos minutos.
- Enjuagar bien bajo agua corriente para eliminar cualquier residuo de vinagre.
- Secar cuidadosamente con papel absorbente o un paño limpio.
El vinagre es seguro para el consumo, fácil de usar y cuenta con propiedades antibacterianas que ayudan a eliminar microorganismos presentes en la fruta.
Lavado con bicarbonato de sodio
- Disolver dos cucharaditas de bicarbonato de sodio en un recipiente con agua suficiente para cubrir las frutillas.
- Dejar en remojo por al menos cinco minutos.
- Enjuagar bien bajo agua corriente para retirar cualquier residuo alcalino.
- Secar completamente antes de consumir o refrigerar.
El bicarbonato de sodio ayuda a neutralizar los residuos de pesticidas ácidos en la fruta, mejorando su seguridad alimentaria.
Cuándo es el mejor momento para lavar las frutillas
El momento del lavado es clave para evitar su deterioro. Los expertos recomiendan lavar sólo las que se vayan a consumir inmediatamente, ya que la humedad acumulada puede favorecer la aparición de moho y acelerar su descomposición.
Después del lavado, es fundamental secarlas completamente antes de almacenarlas en la heladera. De esta manera se prolonga su frescura y se evita la proliferación de bacterias.