Cuando el sol caía, ya en la noche de este martes, el clima era de alivio en la zona serrana de Calamuchita donde un día antes todo se parecía a un infierno. El fuego iniciado el lunes estaba “circunscripto” –dicho en la jerga de los bomberos– por lo que ya no registraba avances, tras un extenso periplo que consumió entre 12 mil y 13 mil hectáreas.
En horas de la madrugada de este miércoles se espera poder anunciar que el mayor incendio en lo que va de 2024 en Córdoba está contenido.
Este martes el viento dio respiro y se pudo avanzar en el control, después de que durante casi todo el lunes las llamas ganaban metros por segundo. Lo peor se vivió en la noche del lunes.
“Se evitó que el fuego le pasara por encima a El Durazno. Fue mucho trabajo pero se lo pudo parar ahí, con lo justo. Si no, hubiera sido un desastre”, graficó sin vueltas anoche Martín Degano, director del Plan Provincial de Manejo del Fuego.
Que las llamas alcanzaran la zona poblada de ese paraje, enclavado en uno de los paisajes más bellos de las sierras, hubiera representado que tomaran fuego al menos un centenar de viviendas y complejos turísticos.
Habría sido, quizá, el saldo más destructivo en bienes en décadas en la historia del fuego en Córdoba.
Degano confirmó a La Voz que, si no hay sorpresas, este miércoles debería amanecer ya sin fuegos en la amplia jurisdicción de Villa Yacanto.
“Quedan tres puntos calientes, pero ya sin actividad en los perímetros. El incendio dejó al fin de avanzar”, señaló. En esos tres últimos puntos durante toda la noche se concentrarían los bomberos para terminar de sofocarlos.
Desde el Plan del Fuego anticiparon que las primeras estimaciones marcan una superficie afectada de 12.300 hectáreas. Se calcula que un par de miles serían de forestaciones de pinos, que caracterizan a esa región.
Se trata ya del peor incendio del año, en tamaño y en daños provocados.
10 casas quemadas, según el intendente
Fernando Moiso, intendente de Villa Yacanto desde diciembre pasado, señaló a La Voz que “hasta ahora se constataron 10 viviendas totalmente quemadas”, aunque aclaró que el relevamiento por la muy amplia zona rural de ese municipio no se había terminado.
La zona urbana de Villa Yacanto esta vez no se vio afectada (otro incendio, hace un año, había quemado allí una veintena de casas). Ahora el fuego afectó los parajes El Durazno y Pinar de los Ríos, además del loteo rural Ume Pay, en el que las llamas consumieron seis viviendas. También fue muy afectado el predio de Estancia La Florida.
Moiso señaló que están relevando daños parciales en otras propiedades, así como perjuicios sufridos por productores rurales. El impacto sobre ganado y fauna silvestre está aún por medirse.
“Desde la Provincia nos anticiparon que habría ayuda para productores damnificados y que está el Fondo para Catástrofes disponible para atender a quienes sufrieron daños en sus casas. Tenemos que ver cómo se instrumentará ahora”, dijo Moiso.
Un detenido, sospechado por el inicio
Una investigación policial y judicial sobre el presunto inicio del fuego, en la zona del paraje El Durazno, a primera hora del lunes, dio por resultado la detención de una persona.
La Fiscalía de los tribunales de Río Tercero, a cargo de Paula Bruera, ordenó este martes la detención e imputación de un hombre de 72 años, sospechado como supuesto autor del delito de incendio culposo agravado.
El detenido es residente en la zona, en un campo camino a Cerro Blanco. Su identificación fue producto de la suma de testimonios recogidos, entre otros elementos.
Según los primeros datos, se trataría de un vecino que habría generado un fuego desde su vivienda rural, que no habría podio controlar.
Sigue el muy alto riesgo
Fuentes de la Regional 7 de Bomberos Voluntarios también señalaron en la noche de este martes que el avance del fuego había quedado contenido y que unos 180 agentes continuarían trabajando toda la noche en los puntos aún inestables, con el propósito de darlo por oficialmente contenido este miércoles.
De todos modos, el clima sigue sin ayudar. Para este miércoles se aguardan condiciones de tiempo no muy diferentes a las de los días anteriores, con una advertencia latente de riesgo extremo y sin pronòsticos cercanos de lluvias.
