Un tribunal compuesto por jurados populares tendrá la responsabilidad de dictar sentencia en el juicio oral por el femicidio de Ivana Módica (47), ocurrido en febrero de 2021, en la ciudad cordobesa La Falda.
Por sus características, fue uno de los femicidios de mayor impacto en Córdoba en los últimos años.
La fecha para el inicio del juicio se fijó para el próximo 3 de noviembre, en los Tribunales de Cruz del Eje. Los jueces técnicos serán los integrantes de la Cámara del Crimen de esa ciudad del noroeste provincial.
En el banquillo, como único imputado, estará Javier Carlos Galván (44), un vicecomodoro de la Fuerza Aérea que durante siete días mantuvo en secreto su crimen y engañó con falsos datos a los policías y bomberos que buscaban a la mujer en toda la región, según estableció la investigación judicial.
La búsqueda incluyó a más de 100 efectivos que rastrearon la región en el valle de Punilla, durante siete días, hasta con el apoyo aéreo de helicópteros de la Policía y el trabajo de buzos tácticos que trabajaron en el dique de La Falda.
Galván está imputado de homicidio calificado por el vínculo y por violencia de género (femicidio), además de resistencia a la autoridad y falso testimonio.
Por los cargos que enfrenta, de ser declarado culpable la única condena posible es la cadena perpetua. La ley no prevé otras opciones en casos de femicidios.
Búsqueda, dudas, contradicciones
El 11 de febrero de 2021, Ivana tuvo el último contacto telefónica con su hija, con la que tenían planeado encontrarse en los días siguientes.
Horas después, el 12, Galván denunció la desaparición de su pareja y se iniciaron los operativos de rastreo.
Cuando pasaron las primeras jornadas de búsqueda, y a raíz del silencio y los escasos datos que aportaba Galván, la fiscal de Villa Carlos Paz, Jorgelina Gómez (que actuaba durante la feria judicial) ordenó la detención de Galván, quien fue alojado en la comisaría de La Falda.
En su primera declaración, el piloto militar había afirmado que dejó a Ivana durmiendo en la casa y que era muy posible que hubiera salido a caminar por las sierras.
Por eso, en los primeros días la búsqueda se concentró en la zona del cerro de La Banderita, y otras cercanas, pero sin ningún tipo de resultado.
En sus primeros días de encierro, lo que más llamó la atención de los policías fue que Galván se mantuvo en un cerrado silencio.
Las cámaras de seguridad ubicadas en distintos puntos de la ciudad de La Falda habían detectado el paso del vehículo del militar en varias oportunidades en momentos en que él había dicho que estaba durmiendo. Las contradicciones se sumaban.
Galván terminó confesando el crimen
Fue en la octava jornada de búsqueda cuando Galván pidió declarar ante la fiscal.
Tras más de tres horas de testimonio, confesó ser el autor y dio precisiones sobre el lugar donde había escondido el cuerpo de la mujer.
Luego, junto a una comitiva de la Policía y de la Fiscalía, fue trasladado hacia el sitio donde estaba el cadáver: un descampado a un costado del Camino del Cuadrado.
La autopsia determinó que Ivana fue estrangulada la misma noche en que tuvo su última comunicación con su hija, Nicole.
Al cumplirse un año del crimen, la joven aseguró que cuando se comunicó esa noche con su madre no podía imaginar que iba a ser la última vez. También sostuvo que su madre había denunciado a Galván en una oportunidad anterior por violencia de género.
