No siempre el mal olor bucal está relacionado con la falta de aseo. La halitosis, conocida como mal aliento, afecta a una de cada cuatro personas y puede estar producida por causas extraorales o intraorales. Incluso, la mayor parte de los estudios asienten que es un problema de salud bucal subestimado en la población.
A pesar de que la mayoría de los casos de halitosis son intraorales (se origina en la boca o las vías respiratorias superiores, por compuestos de azufre volátil), conviene conocer las halitosis extraorales (se origina en la exhalación por los pulmones) y la halitosis delirante (el paciente se queja de mal olor persistente, pero no hay signos subjetivos u objetivos del examen y las investigaciones posteriores).
El mal aliento puede ser una señal de que algo anda mal en el organismo
Para evaluar las causas del mal aliento, el médico primero revisa si hay alguna patología en la boca, como la gingivitis, caries o amigdalitis. Sin embargo, hay otras causas que provocan la halitosis.
- Hepatitis o insuficiencia hepática.
- Infecciones del tracto digestivo.
- Enfermedades gastrointestinales.
- Trastornos hematológicos o del sistema endocrino.
- Diabetes.
- Medicamentos que producen un olor particular, tanto en la sudoración como en el aliento.
Los especialistas insisten en consultar con el médico si el mal aliento persiste pese a un buen aseo bucal.
Cómo prevenir el mal aliento
La halitosis se puede prevenir evitando los factores de riesgo (tabaco, alcohol, café y sustancias irritantes), hidratándose y manteniendo una dieta saludable. También es fundamental una correcta higiene bucal (técnica de cepillado de dientes, encías y lengua) y acudir periódicamente al odontólogo de confianza para mantener un correcto estado de salud oral.