Durante años, muchas familias argentinas debatieron si vale la pena usar el lavavajillas o si el lavado a mano sigue siendo la mejor opción.
Pero la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) de España acaba de ponerle cifras concretas a esa duda cotidiana, y los resultados sorprenden.
Según este estudio comparativo, usar el lavavajillas no sólo ahorra tiempo: también reduce el consumo de agua y energía de forma notable, incluso si se tienen en cuenta los costos de adquisición del electrodoméstico y los productos de limpieza.
Lavar a mano puede costar hasta 3 veces más
La OCU estimó que cada lavado en lavavajillas puede costar alrededor de 14 centavos de euro (aproximadamente $ 160 pesos argentinos al cambio informal), incluyendo detergente y amortización del aparato. En cambio, lavar a mano puede elevar el gasto hasta los 45 centavos, sobre todo si se usa agua caliente eléctrica.
En otras palabras: si se usa el lavavajillas con programas eco y sin prelavar, se puede ahorrar hasta un 60% en cada lavado. Un dato que no muchos tienen en cuenta al hacer las cuentas mensuales del hogar.
Más limpio y más seguro para la salud
Pero no es sólo una cuestión de plata. El lavavajillas alcanza temperaturas mucho más altas que las manos humanas toleran, lo que elimina bacterias de manera más eficaz. Además, al mantener la vajilla dentro del aparato, se evita ese “caos visual” del escurridor de platos lleno, se cuida la piel de productos agresivos y se gana en orden y limpieza general.

Consejos clave para no perder el ahorro
Los expertos de la OCU fueron claros: si querés aprovechar al máximo tu lavavajillas, evitá enjuagar los platos antes de meterlos. Esto no sólo es innecesario, sino que anula los beneficios de ahorro de agua y energía. También recomiendan:
- Elegir detergentes eficientes y económicos.
- Usar siempre el programa eco.
- Evitar los ciclos intensivos, salvo en casos muy puntuales.
- Colocar bien la vajilla para que el lavado sea parejo y efectivo.
¿Vale la pena tener lavavajillas en Argentina?
Para hogares de tres o más personas, el lavavajillas ya es más rentable a largo plazo. Incluso en casas con dos personas, el ahorro se nota si se usa agua caliente por termotanque eléctrico.
En un contexto económico donde cada peso cuenta, cambiar la forma de lavar los platos puede marcar la diferencia. Menos gasto, más higiene y una cocina más ordenada. ¿Hace falta algo más?