Cada verano el nivel de los diques serranos cordobeses entra en la agenda de temas a seguir. No sólo por su relevancia para el aprovechamiento turístico sino, además, porque el volumen de agua acumulado a esta altura del año es vital para garantizar los servicios de agua potable a muchas ciudades y pueblos, entre otros aspectos
A esta altura, en los inicios de enero de 2025, un relevamiento sobre los cinco mayores embalses cordobeses muestra que, en líneas generales, no ofrecen hoy niveles muy diferentes a los de los tres inicios de año anteriores. Pero hay evidentes matices entre unos y otros.
Un dato saliente es que el dique San Roque, en Punilla, es el único que esta temporada llegó a superar el nivel de vertedero, a comienzos de diciembre pasado. Fue tras la sucesión de lluvias de octubre y noviembre en esa cuenca. Hoy es también el único de los grandes que está muy cerca de ese tope, a sólo 35 centímetros de volcar por embudo. El resto está bastante más lejos de esa marca.
También el San Roque es el único que actualmente muestra un nivel superior de agua a los de los tres eneros anteriores, de 2024, 2023 y 2022, aunque no con diferencias tan marcadas. Salvo, los cinco metros de más que tiene hoy respecto de hace justo un año atrás.
Por otro lado, el Embalse del río Tercero, en el valle de Calamuchita, es el único de los cinco grandes que actualmente está más bajo que en los tres inicios de enero anteriores. Las diferencias tampoco son tan marcadas: entre 0.30 y 1,5 metros menos tiene hoy el mayor dique de la provincia.
La Viña, en Traslasierra, es en tanto el que sostuvo a través de los cuatro inicios de año un nivel más parejo.
No parecen cercanas las chances de que los diques de Embalse, Los Molinos, Cruz del Eje y La Viña queden colmados y lleguen a evacuar por vertederos en el muy corto plazo, salvo que se den en sus cuencas lluvias de alta intensidad.
En general, los embalses logran cada año su mejor nivel de agua hacia marzo o abril, cuando termina la temporada de mayores lluvias en Córdoba. De ese modo, además, generan un alivio por la reserva acumulada para pasar el invierno y la primavera siguientes, en las que las precipitaciones bajan considerablemente.
Uno por uno, los cinco grandes
- San Roque. Actualmente está en los 34,95 metros, a 0,35 del nivel de su embudo de evacuación. En diciembre pasado superó esa cota y liberó excedentes hacia el río Suquía. Hace un año, tenia cinco metros menos que ahora, hace dos años se contaba con 1,65 metros menos que hoy y hace tres años la diferencia era de 1,3 metros menos.
- Los Molinos. Mide hoy 49,37 metros, por lo que se ubica a 3,63 metros de su vertedero. Hace un año estaba más “flaco”, con 2,40 metros menos que ahora. Dos años atrás tenía 1,6 menos que hoy pero hace tres años (al 6 de enero de 2022) medía 1,5 metros más que en estos días.
- Embalse. Está ahora con 43,03 metros. Eso implica que le quedan 3,47 metros para llegar a su vertedero. Un año atrás se mostraba con un metro más de agua que hoy, hace dos años la diferencia era de 1,5 metros más que ahora y hace tres años era más imperceptible: apenas 30 centímetros más. Por su tamaño (5.700 hectáreas) y por tener afluentes más relevantes que el resto, el lago de Calamuchita suele mostrarse como más estable: tarda más en bajar con sequías pero también en subir en semanas lluviosas.
- La Viña. Ahora mide 90 metros, y está a 10,50 de su alto vertedero. Hace un año tenía ocho metros menos de agua que hoy, pero hace dos y tres años estaba prácticamente igual que ahora.
- Cruz del Eje. Con 33,72 medidos ahora, se ubica a 3,48 metros del nivel de un vertedero al que hace muchos años no llega. El nivel actual es bien superior al de un año atrás,cuando media 4,4 metros menos. Hace dos años tenía 2,2 metros que ahora y hace tres eneros estaba con algo más de volumen que hoy: 13 centímetros más.