La directora y guionista de cine independiente para adultos Erika Lust es una de las exponentes de lo que podría denominarse “el nuevo porno”, que en rigor tiene más de dos décadas en el mundo, aunque todavía está poco explorado, al menos en Argentina. Sus películas, a diferencia del porno tradicional, incluyen diversidad de género, de cuerpos y de etnias.
Además, es un cine en el que se cuentan historias. Pero, sobre todo, se trata de un contenido pensado también para el placer femenino, y no sólo masculino. Aquí radica una de las claves en esta nueva manera de mirar la industria pornográfica.
Lust, quien filmó cientos de cortos y de largometrajes y lleva varios premios conquistados, ha dicho en distintas notas periodísticas que en sus películas busca representar el placer de mujeres, de hombres y de cualquier identidad no binaria, sin discriminar ni estereotipar.
Cómo es el porno de Erika Lust
En sus trabajos, el “consentimiento” es clave. Por eso no se filman escenas que los y las actrices no quieran. Y ha expresado que en sus películas se propone mostrar un mundo de personas “normales”.
Según asegura, su cine es sobre intimidad y relaciones. Y plantea que el porno tradicional es sobre penetraciones y eyaculaciones.
Desde hace varios años, sus producciones están teniendo una fuerte presencia en Argentina. Por eso, Lust abrió una cuenta de Twitter exclusiva para el público del país, a sabiendas de que es uno de los países en los que hay más mujeres viendo porno a nivel mundial. Además, para que se adapten más al bolsillo local, sus películas tienen precios exclusivos para Argentina.
Para ella, “es el momento” de traer otro nivel de conciencia al consumo de cine para adultos. Su propuesta abre la pregunta sobre si es o no posible consumir otro tipo de pornografía.
La pornografía, sexista desde siempre
Para la psicoterapeuta, sexóloga clínica y terapeuta de pareja Fabiana Carballo, el porno fue creado para satisfacer al varón desde un lugar sexista, donde se coloca a la mujer como objeto de deseo del hombre.
“El feminismo viene a darle una vuelta a esto y a plantear que las mujeres también somos deseantes y también nos gusta la pornografía”, dice.
Sobre la nueva manera de filmar, aclara que no tiene por qué ser romántica y suave. “También puede ser dura”, señala. Y apunta que Lust, por caso, también lo piensa desde el gusto de las mujeres.
“Por eso en sus películas aparecen la sensualidad y el cortejo, que en el porno tradicional no existe”, afirma.
En el nuevo cine –afirma la cordobesa Carballo– hay un componente más diverso, que pone en evidencia lo multifactorial del ser humano para excitarse. Según señala, un uso adecuado del porno podría permitirnos descubrir qué nos gusta de todo eso que vemos.
El porno ético –apunta la sexóloga– propone vender algo medianamente creíble y con consentimiento motivador, para favorecer el disfrute. “Abre nuevas propuestas al público y a los trabajadores. Aquí se plantea también el tema de los derechos laborales”, menciona.
No obstante, Carballo señala la necesidad de que se empiece a asociar el cine porno con el uso del preservativo. “El cine responsable debería reparar en esto, teniendo en cuenta que el consumo, al menos en los varones, comienza a los 11 años. Podría ser educativo, sin dejar de ser erótico”, propone.
Por qué el porno machista es aburrido
Carballo define al porno tradicional como estructurado, rígido y machista. “Si lo miramos bien, nos vamos a dar cuenta de que también es aburrido”, señala.
Además, asegura que propone un modelo difícil de llevar a la práctica y que esto podría ocasionar frustraciones en el plano personal. Para ella, ese porno sortea el deseo y vende excitación directamente.
Un dato curioso que aporta Carballo es que solemos pasarnos más tiempo buscando pornografía que viéndola.
Pese a las críticas, para la especialista el nuevo porno no desplazará al tradicional, sino que convivirán. “Todavía no sabemos buscar el porno ético y responsable. En la web hay barbaridades, como pedofilia; y si están, es porque se consumen”, advierte la especialista cordobesa.
Y todo –dice– en un contexto donde está creciendo el consumo de pornografía en mujeres, aunque sigan siendo los varones los mayores consumidores.
Según apunta Carballo, y sobre la base de estadísticas mundiales, entre el 50 por ciento y el 90 por ciento de los varones consumen porno; y en las mujeres, entre un 30 por ciento y un 86 por ciento.
“Otras búsquedas” en el consumo de pornografía
Carballo, con más de 15 años en el consultorio, señala que algunos de sus pacientes empezaron a buscar otro tipo de pornografía. Y propone trabajar más en la sensualidad y en el cortejo antes que aparezca lo coital.
“Las mujeres y los hombres van demandando otras cosas. Muchos se han aburrido de la penetración como lo central. Al varón también le gustan las caricias y el cortejo. Esto también es parte de la sexualidad. Hay que correrse de la idea de ´la previa´ como paso para que aparezca ´lo más importante´. El encuentro y la conexión que se pueden lograr con el otro es lo más importante”, señala.
La pareja argentina que produce porno amateur
MySweetApple es una pareja argentina que se dedica a producir contenido de porno amateur y que trabajó con la directora Erika Lust.
Empezaron a filmarse como parte de un fetiche íntimo, y a subir videos o a hacer shows en vivo en diferentes plataformas.
Algunos directores los contactaron para producir películas con un formato más profesional, aunque siempre de manera independiente.
“Así conocimos a Erika”, cuentan. “Hace videos que tienen muy buena calidad, y el casting que usa no es como el que vemos en todas las porno a las que estamos acostumbrados”, destacan. Para ambos, las películas de Lust incluyen “escenas más variadas y más eróticas”.
“Cuando Erika tiene proyectos paralelos que son 100 por ciento amateur, cuenta con nosotros”, apunta la pareja.
Respecto a este nuevo cine, destacan que el foco está en crear contenidos “más abiertos a nuevas comunidades”. “Y es más inclusivo, porque muestra el orgasmo y el placer femenino”, dicen.
Añaden que no trabaja únicamente con cuerpos hegemónicos, sino que muestra una variedad mucho más amplia de personas, de edades y de tipos de placer.
El ascenso de los “amateurs” del porno
El porno amateur es un fenómeno que también comenzó a crecer de forma paralela a la pornografía que proponen las grandes industrias.
Según el informe de 2019 publicado por Pornhub, el sitio de videos para adultos más importante a nivel mundial, “amateur” fue el término más buscado. Y en nuestro país, “Argentina casero” se posicionó en el podio de visitas.
De todos modos, el dúo MySweetApple reconoce que también crea contenido que se encasilla con producciones hegemónicas. “Si somos sinceros, hay ciertos videos que la gente busca más, entonces también apuntamos a eso”, admiten.
Marcan que nunca pierden de vista que su principal objetivo es producir contenido “que busca mostrar algo diferente”. Y que esa fue una de las razones del crecimiento del porno amateur en los últimos años.
“Es el sexo que tienen las personas reales: queremos mostrar la vida un poco más real. Y eso también forma parte de este porno feminista y más inclusivo. Creemos que es parte de lo mismo”, señalan.
* Corresponsalía y Especial
