Después de varios meses en alza, a partir de mediados de mayo y en lo que va de junio el precio del pollo comenzó a bajar significativamente de precio en Córdoba.
Varios factores explican esta caída en el precio al público, que ahora vuelve a ofrecer una alternativa económica para la mesa de las familias.
Primero hay que recordar que los intensos calores y la sequía de marzo habían impactado de lleno sobre el mercado avícola.
En muchas granjas, las altas temperaturas habían provocado mortandad de animales, lo que restringió la oferta disponible. También el calor provocó estrés en los pollos, afectando su alimentación y reduciendo su peso de faena.
A ello se sumó la aparición de los primeros casos de gripe aviar detectados en el país, lo que amenazó con provocar una merma mayor de la producción.
Argentina produce unos 200 millones de kilos por mes de pollo y durante la ola de calor de marzo cayó a 160 millones. Según los referentes del sector, “eran los mismos pollos, pero con mucho menos kilos”.
El pollo que normalmente va a faena en todo el país, llegaba a los frigoríficos con 3,1 kilos por animal, pero en marzo cada uno llegó a pesar 2,5 kilos, un 20% menos.
La carne de vaca ya había aumentado en marzo y abril, y el pollo comenzó entonces a subir de precio acortando la tradicional brecha que mantiene con esos cortes.
Así fue como el kilo de pollo fresco llegó a costar $ 850 o $ 900 por kilo.
Pero los factores que habían explicado la suba comenzaron a mitigar su impacto a mediados del mes pasado, y el precio comenzó a bajar.
La temperatura ambiente se ubicó en valores normales y los animales comenzaron a comer mejor y a recuperar peso, generando mayor oferta. Ello llevó a que los precios mayoristas se desinflaran entre un 25% y un 30%, lo que terminó trasladándose al público.
Al mismo tiempo, los casos de gripe aviar cedieron y dejaron de ser una amenaza para la producción local, eliminando incertidumbre en las granjas.
Así es como en estos momentos es posible conseguir ofertas de $ 600 por kilo en pollerías cordobesas y de hasta $ 500 en súper e hipermercados. También han vuelto las promociones de dos kilos de pata muslo por $ 1.200 o $ 1.300.
La pechuga sin hueso es el corte que todavía se resiste a bajar más de precio, aunque hoy se vende a unos $ 1.500 el kilo en algunas pollerías de barrio.