La inflación sigue impactando sobre los alimentos más básicos, y ahora es el turno de las pastas frescas, que aumentarán entre un 10% y un 15%, según lo decidido por la cámara del sector en Córdoba. Según adelntaron, la suba en los precios se notará en las góndolas y mostradores en los próximos 10 días.
El incremento se ve influenciado en parte por la inflación general, pero especialmente por la quita de un subsidio que decidió el Gobierno nacional sobre las harinas blancas, “la principal materia prima utilizada en la elaboración”, le dijo a este medio Jorge Cabrera, presidente de la Cámara de Pastas de Córdoba.
El subsidio fue establecido hace aproximadamente un año y contemplaba harinas tanto de panificación (denominada “000 panadera”), como para la fabricación de pastas (“0000 real”). Se trata de un insumo más elaborado y de mayor calidad.
Según los fabricantes de pastas, la caída del subsidio afectará directamente al costo de producción. “El aumento también se corresponde con un ajuste que estamos haciendo para acompañar la inflación, que viene afectando todos los rubros”, explicó Cabrera.
A ello se le suma la pérdida de poder adquisitivo de la población que viene impactando en el consumodesde hace tres años. “El mostrador es para nosotros el medidor más exacto del nivel de ventas. Antes, la gente no preguntaba por el precio, directamente llevaba lo que precisaba. Pero ahora consultan y llevan menos cantidad”, asegura el titular de la Cámara de Pastas.
Desde la entidad también destacan la menor compra de queso rallado, complemento esencial de las pastas frescas, que ahora se encuentra casi relegado de las compras. “El poder adquisitivo está claramente resentido”, lamentó Cabrera.
A pesar del aumento definido para los próximos días, se espera que el rubro incremente sus ventas a medida que baje la temperatura, ya que la demanda es muy sensible a cuestiones estacionales. Así es como en los meses más fríos, como junio o julio, se registran mayores niveles de producción y ventas.
Precios de las pastas artesanales
Las pastas artesanales tienen una mayor calidad que las industriales, debido a su elaboración casera y a las materias primas que se utilizan en su elaboración. Por eso, los precios suelen ser mas elevados que los de las pastas que se venden en los supermercados.
Con el nuevo aumento, la caja de ravioles (dos planchas) pasará a costar entre $ 1.725 y $ 2.100. Los sorrentinos y panzottis se venderán de $ 2.100 a $ 2.875, mientras que el precio de las lasaña y los canelones rellenos oscilará entre los $ 3.200 y los $ 4.000.
Por su parte, las tapas de pascualina de 450 gramos tendrán un valor de $ 600 al público, y las tapas de empanadas se irán a $ 350.
