Nicolás Pasquali, de 33 años y oriundo de la Ciudad de Buenos Aires, Licenciado en Administración de Empresas, logró una hazaña que pocos pueden contar: recorrer los 196 países del mundo. “Primer argentino en visitar todos los países del mundo”, así se presenta en su cuenta de Instagram, donde comparte las experiencias de ocho años de travesía.
Para la ONU, solo existen 193 países, pero Nicolás decidió sumar a Palestina, el Vaticano y Taiwán, destacándose así de otros viajeros que se adjudican el mismo récord.
A diferencia de otras personas que necesitan trabajar mientras viajan, Nicolás se dedicó exclusivamente a recorrer el mundo desde 2017. ¿Su secreto? Un sistema financiero que le permite subsistir con el capital que tiene invertido en el Mercado de Valor de Buenos Aires (Merval).
“Armé un presupuesto coherente y calculé cuánta plata necesitaba para ponerla a trabajar y que me generara un X rendimiento mensual para vivir”, explicó a Infobae. Para llegar a ese monto inicial, trabajó en un banco, dio clases de tenis, manejó Uber, vendió productos por internet y fue profesor en la universidad. “El dinero que necesitaba lo junté cuando cumplí 24 años y ahora vivo de eso”, aseguró.
Corea del Norte: un destino hermético y estricto
Su último país en la lista fue Corea del Norte, un lugar de acceso complicado. “Solo te permiten recorrerlo acompañado por un guía del gobierno norcoreano”, relató Nicolás a Infobae.
En Corea del Norte, la incomunicación es total. No hay acceso a Internet para la población, salvo para el gobierno, lo que impide cualquier contacto con el exterior.
El proceso para ingresar al país es estresante y burocrático. La aprobación del permiso de entrada llegó el 15 de febrero, pero solo había un plazo de 72 horas para utilizarlo, lo que dejaba poco margen de maniobra.
Una vez dentro, el control es absoluto. No es posible moverse solo; siempre hay dos guías escoltando al frente y cuatro atrás. “Si respetás las reglas, te tratan bien; caso contrario, estás muerto”, explicó.
El itinerario de la visita no es opcional, sino que es impuesto por el gobierno. Durante el recorrido, se visitan escuelas, fábricas y monumentos. En una escuela, niños de 12 años respondieron sin dudar que su aspiración era convertirse en militares “para proteger a nuestro líder”.
Los actos propagandísticos son una constante. Se presencian espectáculos coreografiados donde niños cantan en honor al presidente Kim Jong-un, mientras en pantallas gigantes se proyectan imágenes de misiles balísticos y explosiones. “Cantaban que Corea del Norte es el mejor país del mundo y que vencerán a Estados Unidos. Todo es extremadamente sincronizado y meticuloso”, relató a Infobae.
El ranking de Nicolás: del peligro extremo a la amabilidad francesa
Después de visitar todos los países, Nicolás elaboró un ranking personal:
- El mejor país para vivir: Argentina. “Como argentino, no hay dudas de que Argentina es el número uno. Tenemos identidad, cultura, gastronomía, deportes y paisajes naturales únicos”. Destacó el sentimiento de unidad y el orgullo de ser argentino. “Tenemos una identidad marcada y un sentimiento de unidad que no vi en otros lugares”, aseguró. Además, resaltó las ventajas del idioma español y el pasaporte argentino.
- El país más sorprendente: Siria. A pesar de la imagen negativa en Occidente, Nicolás destacó la hospitalidad de su gente y su gastronomía. “La gente es increíblemente hospitalaria. Me trataron espectacular y tienen una de las mejores gastronomías que probé”, comentó. Le sorprendió el vínculo cultural con Argentina, donde recuerdan con orgullo al ex presidente Menem, de origen sirio, y la costumbre de tomar mate. “Allá lo toman como si fuera una costumbre propia. Creen que el mate es sirio y que nosotros lo copiamos de ellos”, relató.
- El país más peligroso: Sudán. En plena guerra civil desde 2023, Nicolás tuvo que negociar su entrada con un grupo rebelde. “Porque el país estaba cerrado al mundo. Me escoltaban militares, no tenía señal y si me pasaba algo, nadie se iba a enterar”, explicó.
- El país más exótico: Turkmenistán. En Ashgabat, la capital, se encontró con una ciudad de mármol blanco, autos del mismo color y sin Wi-Fi. “Todos los edificios son de mármol blanco, los autos deben ser del mismo color y no hay Wi-Fi”, contó. El acceso es restringido, con apenas 10.000 visitantes al año.
- El país con mayor pobreza: Nigeria. En Mekoko, un barrio flotante, vio niños desnutridos y familias viviendo en condiciones extremas. “Vi nenes sosteniéndose la cabeza por desnutrición, gente caminando kilómetros para conseguir agua. Son imágenes que no se olvidan”, comentó.
- El país más amigable: Francia. Nicolás visitó Francia 32 veces y conoce París como si fuera la Capital Federal. “Tengo muchos amigos ahí. Ahora voy a volver asi festejamos la travesía”.
- El país que no vale la pena visitar: Suazilandia (Esuatini). Nicolás considera que este país del África Meridional no tiene demasiado para ofrecer en comparación con otros destinos. “Es un reino muy pequeño dentro de Sudáfrica, sin acceso al mar. Lo gobierna un rey que tiene 42 pueblos y 42 esposas, una en cada pueblo. Básicamente, su familia es la que administra todo el país”, explicó a Infobae.
Después de completar su vuelta al mundo, Nicolás planea volver a Argentina. “Me encantaría hacer un documental con todo el material que tengo o tener una columna de viajes en televisión”, admitió. Mientras tanto, sigue compartiendo sus experiencias en redes sociales.
