El estreñimiento crónico es una afección gastrointestinal que padecen millones de personas en el mundo, especialmente en la mediana y tercera edad.
Ahora, un nuevo estudio del Hospital General Brigham de Massachusetts, publicado en la revista científica Gastroenterology, revela qué tipo de alimentación puede ser clave para prevenirlo.
Qué dietas se analizaron
El equipo liderado por el doctor Kyle Staller, especialista en gastroenterología y máster en salud pública, comparó cinco patrones alimentarios comunes:
- Dieta mediterránea
- Dieta basada en plantas
- Dieta baja en carbohidratos
- Dieta occidental
- Dieta inflamatoria
Utilizando datos de los estudios Nurses’ Health Study I y II y el Health Professionals Follow-Up Study, los investigadores siguieron durante años a más de 96.000 adultos para evaluar quiénes desarrollaban estreñimiento crónico, definido como tener síntomas durante al menos 12 semanas en un año.
Las mejores dietas
Los resultados fueron contundentes. Las personas que seguían una dieta mediterránea o basada en plantas eran menos propensas a sufrir estreñimiento crónico. Ambas dietas comparten una alta ingesta de verduras, frutos secos, legumbres y grasas saludables.
Una de las revelaciones del trabajo fue que este beneficio no se explica únicamente por el consumo de fibra. “Siempre se asumió que la fibra era la responsable, pero nuestros análisis mostraron que el efecto protector va más allá de eso”, señaló Staller.
Qué dietas aumentan el riesgo
En el otro extremo, quienes seguían una dieta occidental (rica en ultraprocesados, carnes rojas y azúcares añadidos) o inflamatoria mostraron una mayor probabilidad de desarrollar estreñimiento crónico.
La dieta baja en carbohidratos, en tanto, no mostró efectos significativos en la prevención.
“Una dieta rica en vegetales, frutos secos y grasas saludables no solo mejora el corazón, también puede ayudar a prevenir problemas digestivos comunes como el estreñimiento”, resumió Staller.
Consecuencias del estreñimiento
Hacer un esfuerzo excesivo para evacuar las heces duras puede desencadenar alteraciones y producir síntomas distales relacionados con hemorroides como sangrado, picor y dolor anal.
También pueden aparecer fisuras anales. Las heces duras y grandes pueden causar desgarros en el revestimiento del ano. Estas son extremadamente dolorosas y pueden sangrar durante la defecación.
En casos severos de estreñimiento, las heces sólidas pueden impactarse en el recto, formando una masa difícil o imposible de expulsar sin intervención médica. Esto puede causar un dolor significativo y molestias graves. Son situaciones que deben ser valoradas y tratadas por el proctólogo.