¿Te cuesta concentrarte? ¿Sentís que te “apagás” mentalmente después de leer, conversar o pensar mucho? No estás solo. Lo que muchos llaman “niebla mental” se vuelve más común a partir de los 60 años, pero ahora sabemos que no es irreversible.
Una nueva investigación liderada por científicos del Reino Unido y España demuestra que el arma más poderosa para mantener la mente ágil no es un remedio, sino algo más simple, accesible y conocido: el ejercicio físico regular.
El estudio que lo cambia todo: mover el cuerpo es mover el cerebro
El trabajo, publicado en el Journal of Aging and Physical Activity, comparó a adultos mayores sedentarios y activos en distintas pruebas mentales y físicas. Los resultados fueron contundentes: quienes tenían una rutina física constante mostraron mayor claridad mental, mejor memoria y más resistencia a la fatiga cognitiva.
Y lo más llamativo: esta diferencia se acentuaba cuando los participantes estaban mentalmente cansados. Es decir, el ejercicio no solo previene el deterioro, también protege al cerebro cuando más lo necesita.
“Este estudio muestra lo importante que es la actividad física para evitar los peores impactos de la fatiga mental”, explicó el profesor Chris Ring, de la Universidad de Birmingham.
Qué tipo de ejercicio ayuda y cómo empezar
No hace falta correr maratones. Caminar todos los días, hacer bicicleta, nadar o incluso bailar pueden marcar la diferencia. Lo ideal es combinar movimiento con desafíos cognitivos, como aprender una coreografía o resolver un rompecabezas mientras se camina.
Los investigadores recomiendan tres medidas simples para mantener la mente afilada:
- Moverse más cada día, aunque sea con caminatas suaves.
- Combinar ejercicios físicos y mentales antes de una tarea exigente.
- Entrenar con el método BET (Brain Endurance Training): alternar ejercicios físicos y mentales para fortalecer la resistencia cognitiva.
Clave para vivir mejor después de los 60
La buena noticia es que nunca es tarde para empezar. Aunque los beneficios son mayores en quienes llevan años activos, los investigadores remarcan que la mejora puede sentirse en sólo unos días.
En un contexto donde muchos adultos mayores dependen de suplementos y medicamentos para “sentirse mejor”, este estudio propone un giro esperanzador y basado en evidencia: el bienestar mental se construye caminando, pedaleando, moviéndose.