El Consejo de Médicos de la Provincia de Córdoba (CMPC) emitió ese jueves un fuerte comunicado como respuesta a las diferentes situaciones de tensiones y violencia que sufrieron los equipos de salud en el último tiempo.
Pidió que se terminen los ataques a los profesionales de la salud, como los que se dieron en barrio Juan Pablo Segundo o en el Hospital Rawson, en la ciudad de Córdoba y otros casos que ocurrieron en otros puntos del país, como en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Caba).
El comunicado de los médicos
“Los médicos también sufrimos la angustia de saber que la pandemia aún no termina. Los médicos también tuvimos perdidas de seres queridos a quienes no pudimos despedir. Nosotros también, nos enterábamos por celular como evolucionaba un ser querido internado sin poder visitarlo”, comienza diciendo el comunicado.
“Los médicos vimos cómo se morían colegas por haberse contagiado en terapias tratando de salvar vidas de pacientes. Durante mucho tiempo no pudimos visitar a nuestros padres, y tuvimos que esperar para conocer a nuestros nietos”, continúa.
“A nosotros los médicos, nos ha pasado y nos pasa lo mismo que a todos, desde las dificultades para viajar, tener que hacer colas en reparticiones o lo más elemental, como mantener una fuente de trabajo”.
“Nosotros fuimos y somos los que, con guardapolvo blanco y barbijo, nos acercamos a los pacientes contagiados sin medir riesgos, porque abrazamos una profesión que nos enseña cómo salvar vidas”.
“Estos dos años nos hicieron mucho daño a todos, en lo emocional, en nuestra salud y también en lo laboral. Frente a la angustia e impotencia colectiva, nadie merece ser agredido, nadie merece ser golpeado como una manera de canalizar una deplorable violencia nacida en la frustración y la sinrazón”.
“Nadie merece ser violentado ni física ni psicológicamente, como ha ocurrido en los últimos días con personal de salud, en distintos lugares”.
“Debemos decir basta a las agresiones al personal de salud, son quienes van a estar siempre aun con dificultades y limitaciones, pero siempre vamos a estar”.
Y finaliza: “Nadie se merece ser agredido, tampoco los médicos, porque a nosotros nos pasa lo mismo que a todos, pero además tenemos la enorme responsabilidad de cuidar vidas, que es justamente nuestra misión en la vida, por elección y vocación”.