El té, una de las bebidas más consumidas en el mundo, podría estar ofreciendo un beneficio adicional del que pocos son conscientes.
Un reciente estudio de la Universidad Northwestern demostró que al preparar té, sus hojas pueden adsorber metales pesados como el plomo y el cadmio, ayudando a reducir la presencia de estos contaminantes en las bebidas.
El té como filtro natural de metales pesados
Los investigadores descubrieron que los iones de metales pesados se adhieren a la superficie de las hojas de té, donde quedan atrapados hasta que la bolsita o las hojas se desechan. Este hallazgo, publicado en la revista ACS Food Science & Technology, resalta una propiedad poco explorada del té que podría tener implicaciones importantes en la reducción de la exposición a metales pesados.
“No estamos sugiriendo que todo el mundo empiece a utilizar hojas de té como filtro de agua”, aclaró Vinayak Dravid, autor principal del estudio y profesor de Ciencia e Ingeniería de Materiales en Northwestern. “Nuestro objetivo era medir la capacidad del té para adsorber metales pesados y destacar su potencial en la reducción pasiva de estos contaminantes en poblaciones de todo el mundo”.
Tipos de té y su efectividad en la adsorción de metales

Para evaluar este efecto, los investigadores analizaron distintas variedades de té, incluidas opciones como el té negro, verde, oolong, blanco, así como infusiones de manzanilla y rooibos. También compararon la adsorción de metales en té de hojas sueltas frente a té envasado comercialmente.
El equipo creó soluciones de agua con concentraciones controladas de plomo, cromo, cobre, zinc y cadmio, y luego las calentaron justo por debajo del punto de ebullición. A continuación, infusionaron hojas de té durante diferentes periodos de tiempo, desde segundos hasta 24 horas, para analizar cuánto metal pesado quedaba en el agua después del proceso.
Factores clave: el tipo de bolsita y el tiempo de infusión
Uno de los hallazgos más significativos del estudio fue que el tipo de bolsita de té influye en la efectividad de la adsorción de metales. Las bolsitas de celulosa mostraron una notable capacidad de filtrado, mientras que las de algodón y nailon apenas lograron adsorber contaminantes.
Asimismo, el tiempo de infusión resultó ser un factor determinante. Cuanto más tiempo permanecían las hojas de té en contacto con el agua, mayor era la cantidad de metales pesados que se adsorbían. Las hojas de té negro molidas finamente mostraron una ligera ventaja en comparación con las hojas enteras debido a su mayor superficie de contacto.
Si bien el propósito del estudio no es reemplazar los sistemas de filtrado de agua, los investigadores destacan la importancia de comprender mejor los efectos del consumo de té en la salud. Estos resultados podrían abrir nuevas líneas de investigación sobre el potencial del té en la reducción de la exposición a metales pesados en comunidades con acceso limitado a agua potable segura.
El hallazgo subraya una faceta poco explorada de esta popular bebida, reforzando su valor no sólo como una fuente de antioxidantes y otros compuestos beneficiosos, sino también como un aliado inesperado en la mejora de la calidad del agua consumida a diario.