Este domingo, miles de estudiantes cordobeses de último año del secundario celebrarán el inicio del último ciclo lectivo, conocido como “último primer día” (UPD).
Este festejo consiste en reunirse en un salón la noche anterior al primer día de clases y acudir a la escuela sin haber dormido. Lamentablemente, en algunos casos el excesivo consumo de alcohol (y de otras sustancias) genera perjuicios en la salud de los adolescentes y propicia conductas inapropiadas.
Si bien el descontrol es la excepción, el año pasado, un joven de 17 años sufrió una feroz golpiza en Río Tercero a la salida de un boliche, en el marco de los festejos del UPD.
Desde hace varios años, la Secretaría de Prevención y Asistencia de las Adicciones, dependiente del Ministerio de Salud, promueve herramientas preventivas para las escuelas, los hogares y la comunidad, con el objetivo de lograr un “festejo cuidado y acompañado”.
“Es importante conocer de qué se trata el UPD, cuáles son los intereses y motivaciones de nuestros hijos para participar bajo un control respetuoso”, indicó la subsecretaria Florencia Maiocco.
Organización
La celebración, con más de una década de vigencia en nuestro país, es muy esperada por los chicos de último año del colegio. Durante varias semanas trabajan en todos los detalles: desde la elección del salón, la música, el cotillón, etcétera. Si bien originalmente surgió como una reunión del curso, en los últimos años, en algunos casos, el evento se ha vuelto más multitudinario, con la participación de divisiones de hasta cuatro establecimientos.
Los invitados bailan y realizan diferentes juegos que involucran el consumo de alcohol y desafíos en redes sociales.

Una vez finalizada la noche, los estudiantes se trasladan a sus respectivos colegios en ómnibus. Usualmente, la fiesta termina en la puerta de las instituciones, con banderas, redoblantes, bengalas de humo y la presentación de las remeras y los buzos de la promoción.
“Pagamos casi $11 mil, lo que incluye el predio, la carpa, el DJ, baños químicos y seguridad. Además, el colectivo tiene un costo aproximado de $ 6 mil”, contó una estudiante de un colegio del Centro.
Sobre la presencia de adultos en el UPD, la misma advirtió que habrá padres responsables en cada uno de los colegios. “Eso está muy bueno”, reconoció. Además, comentó que, en diciembre pasado, se celebró otra fiesta —la “Casi sexto”— en la que hubo la presencia de una ambulancia “por las dudas”.
Acción conjunta
Dado el aumento y la intensificación de estos festejos a lo largo de los últimos años, las autoridades gubernamentales han tomado cartas en el asunto con el objetivo de brindar asesoramiento, acompañar protocolos y ofrecer algunas alternativas posibles.
“Es muy importante que padres y madres establezcan límites claros respecto al consumo de alcohol, que no validen el consumo en menores ni faciliten los medios para que ello suceda. Lo que promovemos es una crianza basada en un modelo de rol sano, recordando que somos ejemplo; para ello, la comunicación con los adolescentes es fundamental”, añadió Maiocco.

Asimismo, las instituciones educativas abordan el tema y el UPD figura en la agenda de las preocupaciones primordiales. Si bien cada institución se rige por los acuerdos escolares de convivencia, persiste la idea de recibir a los alumnos tras el festejo, brindarles un espacio de contención y mantener el contacto con los padres.
Prácticas como expulsarlos por “no poder estar en pie” o realizar tests de alcoholemia parecen haber quedado en desuso.
“En nuestro colegio nos reunimos con las familias antes del festejo, realizamos acuerdos y trabajamos sobre la cultura del cuidado; este año, asumimos el modelo de rol sano”, contó Mirta Morales, del Colegio Padre Claret.
Hernán, miembro de la Agrupación con Vos —organización sin fines de lucro que ofrece sus servicios en la seccional 13 de la Capital— compartió su experiencia como padre respecto al UPD: “Como padre no puedo evitar sentir una mezcla de emoción, preocupación y reflexión sobre lo que realmente representa esta práctica y los desafíos que implica para las familias y la sociedad. El año pasado decidimos esperarlos en la escuela para compartir el cierre de la celebración con ellos. Ver sus caras, marcadas tanto por el cansancio como por la felicidad, fue un alivio. Les preparamos un desayuno y los acompañamos en ese primer día de clases, marcando presencia y brindándoles apoyo sin coartar su espacio.”
El psicólogo e investigador Ricardo Pautassi, quien analiza comportamientos de consumo de sustancias mediante investigaciones clínicas y preclínicas, describió un conjunto de estrategias de intervención para reducir la ingesta de alcohol. Algunas de estas estrategias son aplicables a nivel individual o familiar, mientras que otras están dirigidas a quienes ocupan cargos institucionales o de gestión. Por pequeña que parezca, sostiene Pautassi, cada intervención tiene la posibilidad de producir efectos significativos para disminuir el consumo de alcohol.

Además, instó —sobre todo en localidades pequeñas— a celebrar acuerdos institucionales con los locales de venta de bebidas, a fin de limitar la cantidad de expendio.
Finalmente, propuso generar actividades alternativas: las escuelas y los municipios pueden promover actividades nocturnas sin alcohol, competencias deportivas e intervenciones artísticas, siempre bajo un control parental.
Habrá controles municipales
El Ente de Fiscalización y Control y a la Guardia Urbana de la Municipalidad de Córdoba, en conjunto con la dirección general de Seguridad Capital, realizará distintos controles preventivos en los festejos por el Último Primer Día (UPD) que realizan los estudiantes de escuelas públicas y privadas.
Las autoridades buscan garantizar que los festejos por el último primer día de los estudiantes se realicen de manera segura y dentro de lo que establece la norma.
En ese sentido, los festejos de menores en domicilios particulares que se realicen sin los cuidados correspondientes y que atenten contra la tranquilidad de los barrios serán considerados eventos clandestinos, por ende pasibles tanto de clausura como de aplicación de las multas y sanciones que correspondan.
Además, se recuerda que en la ciudad de Córdoba la venta de alcohol está prohibida entre las 00 y las 9, siendo un agravante el expendio de bebidas alcohólicas a menores de edad. Kioscos, despensas y locales que incurrieren en esta falta serán clausurados y sancionados con las máximas penas previstas en el código de faltas. Así como a organizadores que convoquen a fiestas clandestinas.
Protocolo preventivo
El municipio capitalino, junto al Ministerio de Seguridad y al Ministerio de Educación, acordaron la implementación de un protocolo preventivo para que los estudiantes sean contenidos en los establecimientos educativos para prevenir situaciones que pongan en riesgo la integridad y bienestar tanto de los alumnos como de terceros.
También el Ministerio de Educación trabaja en la concientización de los estudiantes y sus familias para fomentar una celebración segura.
El personal de las distintas áreas municipales realizará el acompañamiento durante el horario de ingreso en más de 100 establecimientos educativos.
Así, el Ente Municipal de Fiscalización y Control dispondrá de patrullas de inspectores para monitorear diferentes puntos de la ciudad. La Guardia Urbana Municipal desplegará efectivos y la Policía de la Provincia se encargará del patrullaje en las zonas de mayor concurrencia, como espacios públicos y boliches.
Las autoridades anunciaron los canales oficiales para denunciar aquellos locales que operan sin autorización o están en infracción, además de fiestas clandestinas, ruidos molestos y venta de bebidas alcohólicas. Las denuncias se pueden realizar a las siguientes líneas de contacto:
- Línea 103 y 911, disponible las 24 horas.
- En redes sociales a @fiscalizacionycontrol.municba