A dos meses y medio del femicidio de Catalina Gutiérrez, por cuyo crimen está detenido un amigo de la joven, la causa fue elevada a juicio.
La Fiscalía de instrucción del Distrito I, turno 3, a cargo de José Mana, culminó con la investigación penal preparatoria del crimen y presentó el requerimiento de elevación a juicio que fue aceptado y no fue apelado por la defensa del imputado, Néstor Aguilar Soto, el joven de 21 años que integraba el grupo de amigos de Catalina que estudiaban juntos en la Facultad de Arquitectura de la UNC.
Aguilar Soto, imputado por homicidio calificado por mediar violencia de género (femicidio) aceptó los cargos en su contra y por eso se aceleraron los tiempos de la investigación.
El juicio será en la Cámara 11° del crimen de la ciudad de Córdoba. Aún no tiene fecha de inicio. Como sucede en los juicios por femicidio, se realizará con jurados populares.
“En prácticamente dos meses terminamos con la instrucción y elevamos la causa a juicio. Estamos muy satisfechos por cómo se llevo a cabo la instrucción y los resultados. Desde un primer momento se analizó la causa con perspectiva de género”, indicaron fuentes cercanas a la causa.
En la investigación se determinó que Aguilar Soto mató a Catalina en el domicilio de él, y que actuó solo, sin la ayuda de terceros.
El crimen
Catalina Gutiérrez, de 21 años y estudiante universitaria, en la noche del 17 de julio de este año pasó a buscar en su auto Renault Clio a su amigo Néstor Aguilar Soto por su casa de calle Podestá Costa 3110, de barrio Jardín.
El plan inicial era encontrarse con amigos en común en el bowling del Patio Olmos, pero Catalina se demoró en llegar y eso causó el enojo de Aguilar Soto quien regresó del shopping a su hogar. Luego de fuertes recriminaciones a su amiga y haciéndola sentir culpable, logró que lo pasara a buscar por su casa.
Por el registro de las cámaras del lugar se determinó que Catalina llegó a las 21.35 a la casa de Aguilar Soto. Un hora después, a las 22.41, se vio salir al joven de la vivienda y cargar el cuerpo de su amiga en el auto. De acuerdo a las pericias, Soto mató a Catalina por asfixia mecánica.
Según los datos de la investigación, Aguilar Soto condujo el auto hasta barrio Kennedy donde abandonó el auto, lo prendió fuego y volvió caminando a su casa.
En la causa la fiscalía comprobó que la relación de Aguilar Soto y su víctima se dio en un contexto de violencia de género, “marcado por una fuerte discriminación hacia ella por su condición de mujer y ubicándose el imputado en una posición superior con respecto a Catalina”.
“Durante la instrucción se acreditó la existencia de violencia física, psicológica y simbólica”, precisaron fuentes cercanas a la instrucción.
Celos y control
De acuerdo a los testimonios de personas cercanas a Néstor y Catalina, sumado al análisis de mensajes de WhatsApp y de redes sociales, surge que el victimario mantenía celos con la joven por su noviazgo con Ezequiel García, alias “Zaza”, relación que había comenzado en febrero de este año.
A través de distintos mecanismos, como controlar permanentemente su ubicación, reclamos por el tiempo que le dedicaba a su amistad, entre otras actitudes, el joven intentaba controlar a la joven, manipularla, posicionándose como dominante en el binomio.
Aparentemente, Aguilar Soto ya habría tenido ese mismo tipo de actitudes con otras amigas mujeres en el pasado.