Las mujeres evidencian un mayor nivel de agotamiento mental y emocional en el marco de las nuevas modalidades de trabajo que surgieron a raíz de la pandemia, como por ejemplo el home office.
Así surge de una investigación llevada a cabo por la Universidad Siglo 21, a través de su Observatorio de Tendencias Sociales y Empresariales. Según el estudio, el 29,3 por ciento de las mujeres que trabajan perciben hoy que no les queda tiempo para sus hobbies, mientras que en los hombres ese porcentaje es bastante menor: del 23,4 por ciento.
Asimismo, una de cada cuatro mujeres (el 25,6 por ciento) manifiesta que les falta energía para realizar actividades de ocio con su pareja o junto con su familia, mientras que en el caso de los hombres esa proporción es de uno cada cinco.
De igual manera, un mayor porcentaje de mujeres asegura que su rendimiento laboral se ve afectado por los problemas que tienen con su pareja (16,5 contra el 13,6 por ciento en los hombres).
El aumento del cansancio que vivencian las mujeres
Según el informe, en los últimos años se observa un aumento en la prevalencia de los síntomas de agotamiento emocional, tanto en hombres como en mujeres. Pero se destaca que el 28,6 por ciento de las mujeres demuestran mayor dificultad para relajarse después de un día de trabajo (varones, 26,5 por ciento).
Además, el 27,7 por ciento de las mujeres no puede dedicarse a otras cosas luego de un día de trabajo, mientras que, en el caso de los hombres, sólo manifiesta esa imposibilidad el 20 por ciento.
En la misma línea, mientras que un tercio de las mujeres (33 por ciento) asume estar agotada laboralmente, en el caso de los varones esa sensación se confirma en un cuarto (el 26,6 por ciento) de los encuestados.
Mujeres manifestaron sentir tensión la mayoría de los días
El reporte también indica que un porcentaje de mujeres superior al de los varones (22,9% y 21,8%, respectivamente) manifestaron sentirse nerviosas, angustiadas o tensas la mayoría de los días. De igual modo, un 10,1%, deprimidas, decaídas o sin esperanzas casi todos los días.
“Luego de la pandemia, los indicadores de progreso que se tomaban en cuenta para analizar la desaparición de las brechas de género han detenido su crecimiento. Y algunos en particular han dado cuenta de alarmantes retrocesos”, dijo Laura Gaidulewicz, directora del Instituto de Género e Inclusión de la UES 21.
