En las sierras cordobesas se inicia por estos días la temporada alta de turismo. Es en verano cuando este destino, junto al de la costa bonaerense, suman cada año la mayor parte del movimiento turístico nacional.
El interrogante central, este año, ronda en cómo impactarán en enero y febrero dos factores clave de la economía nacional: la recesión que deja afuera de la chance de vacacionar a grandes proporciones de la población, mientras que, a la vez, a los que se mantienen con alguna capacidad de gasto les ofrece la chance de viajar al exterior por una relación cambiaria que se emparenta a la de la década de 1990.
Entre los operadores turísticos serranos no asoman dudas de que este verano no será de los mejores, por ambos factores. Los optimistas, sin embargo, sostienen que será de todos modos aceptable, parecido quizá en volumen al anterior, que se vivió en plena incertidumbre por el cambio de gobierno.
Gustavo Peralta, presidente de la Cámara de Turismo de Córdoba y vocal de la Agencia Córdoba Turismo por el sector privado, forma parte de los que admiten que se enfrentan desafíos pero que “la temporada no será mala y habrá buen movimiento”.
“Aún los que viajen al exterior, tendrán sus días de salidas también en el país. Y Córdoba es un gran destino para los que no buscan mar”, marcó Peralta.
Una apuesta es que los festivales de verano mantendrán una movida relevante, y que el turismo de cercanía (de cordobeses y provincias vecinas) sostendrán la actividad.
Por ahora, aunque siempre con matices, los datos de reservas previas asoman como inferiores a los de veranos anteriores. No obstante, los operadores confían en un incremento en la ocupación sobre la marcha, por la tendencia cada vez más acentuada de reservar con muy poco tiempo de anticipación y hasta de emprender el viaje sin confirmar el alojamiento antes.
La Voz relevó diferentes opiniones en los valles serranos sobre los niveles de reservas y de expectativas para la temporada que ya larga.
Por Calamuchita
Marcos Arregui, director de Turismo de Santa Rosa de Calamuchita, la localidad con más plazas disponibles (10 mil) en esa región, sostuvo que para fin de año las reservas treparon al 60% pero que para la semana del 5 al 11 de enero (que suele ser la más alta) se ubica en el 45% y para la siguiente en el 35%.
“Las reservas van acelerando sobre la fecha, hoy estamos en un 45% para la primera quincena de enero”, señaló Gabriela Cachayu, secretaria de Turismo de Villa General Belgrano, que ofrece siete mil plazas. Respecto a las competencias de países limítrofes, Cachayu opinó: “Sabemos que el contexto es difícil, y que el escenario turístico nacional cambió, pero también se sabe que no todos pueden viajar al exterior o no optan por eso”.
Facundo Suárez, asesor en Turismo del municipio de Villa Rumipal, indicó que para fin de año la reserva orilla el 70%, aunque baja para enero. “A pesar de vislumbrar una recuperación en lo económico, la temporada no será muy buena, hay mucha competencia de precios en Brasil, Chile, con un dólar bajo”, opinó. Y comparó precios de alojamiento: una habitación doble con desayuno que Calamuchita promedia los $ 80 mil, contra los $ 60 mil en Chile o los $ 40 mil en Brasil. Claro que el costo del viaje cambia las ecuaciones luego.
Aline Rethore, presidenta de la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica de Calamuchita (Ahab), apuntó que las reservas del verano vienen con un ritmo diferente según cada localidad. Citó que en Villa General Belgrano y La Cumbrecita se dan, hasta ahora, porcentajes algo más elevados. “Este año se profundiza el fenómeno de reservar pocos días antes o venir sin reservas”, coincidió con otras opiniones.
“De forma general, los alojamientos con más servicios van a tener mayor éxito”, agregó. Y confió en que “el verano no será malo, a pesar de la competencia fuerte de Brasil”.
Desde su mirada, apuntó que, en términos tarifarios, “no se pudo trasladar la inflación acumulada a las tarifas para poder mantener competitividad lo que afecta directamente a la rentabilidad del sector”.
Un relevamiento de La Voz, semanas atrás, marcó que en promedio se ajustaron en Córdoba las tarifas de alojamiento un 81% entre un verano y otro, frente a una inflación anual del 107%. De todos modos, los ajustes han sido muy variables: desde hoteles y cabañas que subieron un 50% hasta los que las hicieron trepar por encima del 150%.
Por Punilla
Villa Carlos Paz es la ciudad de mayor capacidad de alojamiento en Córdoba, por lejos, con 40 mil plazas solo en hotelería. Su intendente, Esteban Avilés, sostuvo que ya hay reservas por casi el 75% en general y que orilla el 80% en los establecimientos de más jerarquía. “Esto significa un 20% más respecto a la misma época del año anterior”, aseguró.
“Marca claramente el éxito del trabajo que hemos tenido durante este último año, que llevamos adelante con el sector privado, trabajando con previsibilidad la marca Villa Carlos Paz”, indicó.
Para Andrés García, presidente de la Cámara de Turismo de Carlos Paz, la ciudad “está preparada para competir con cualquier destino internacional”. Y valoró que se ajustaron los precios lo más posible.
“Por suerte, están repuntando las reservas; en noviembre estábamos preocupados. Sabemos que acá las reservas se hacen 15 días antes y empiezan a funcionar el 15 de diciembre”, señaló el empresario.
García sostuvo que más allá del dólar barato, el argumento de venta de Carlos Paz pasa por otro lado. “Más allá de esa situación, que obviamente impacta, la estabilidad económica hace que la gente se anime más a viajar”, remarcó.
El intendente de La Cumbre, Pablo Alicio, sostuvo que en esa localidad ya se ve movimiento entre las fiestas. “Enero ya tiene reservas avanzando y para febrero comenzaron a moverse las consultas en estos días”, destacó.
“La Cumbre está catalogada como un lugar algo exclusivo, pero tenemos una variedad de ofertas que van desde alojamientos con comida desde 65 mil pesos por persona, por día, hasta un hotel de alta categoría con actividades como parapente o paracaidismo que llega a los 300 mil pesos por día”, comparó.
En tanto, Gisela Godino, secretaria de Turismo de La Falda, dijo que para enero registran “un promedio general de reservas que en términos de números está un poco por debajo de años anteriores”, pero que esperan “que se dé el fenómeno que ya vimos el año pasado, de gente que viene sin reservar aunque con varios presupuestos desde su casa”.
“Tenemos muchas consultas, sobre todo de cordobeses y santafesinos.
El intendente de Capilla del Monte, Fabricio Díaz, afirmó que “en las últimas semanas se incrementaron de manera considerable las consultas y reservas”. Y confió: “Pensamos que finalmente la temporada va a ser buena para la ciudad y la región”.
Por Traslasierra
En el Valle de Traslasierra hay más optimismo que reservas por ahora. Se cree también que, en general, muchos turistas llegarán sobre la hora, casi sin lapsos entre la consulta y la ocupación de los alojamientos.
“Para enero las cabañas superan un 50% de reservas, mientras que el resto de las modalidades está por encima del 40%; no obstante las consultas aumentan y los números cambian todo el tiempo en estos días”, resumió Alberto Pérez, secretario de Turismo de Mina Clavero, el destino con mayor capacidad del valle.
Su par de Villa Cura Brochero, María Romero, dijo que las reservas para el pueblo del santo cordobés rondan el 60% para enero. “Las consultas han aumentado en las últimas horas”, contó.
Marisol Fernández, directora de Turismo de Nono, apuntó: “Para el fin de año tenemos un 80% de reservas, pero para el total de enero llega a algo más del 50% por ahora; igual sabemos que la afluencia aumentará porque crecen las consultas y cada vez más gente viene sin reservar”.
En Villa de las Rosas, Adrián Ramírez, de la oficina de Turismo, señaló: “Hay muchísimas consultas, no tenemos precisiones pero hay demanda, y hay gente ya desde fin de año. Somos optimistas para enero”.
Leonardo Rodríguez, secretario de Gobierno de San Javier-Yacanto sintetizó: “Es cada vez más breve el período entre la consulta y el cierre de la operación. Hoy estamos un 30% por debajo del mismo período del año pasado, pero las reservas van aumentando sobre la marcha, día a día”.
Varios coinciden en que aumenta la tendencia del turista que, dentro del valle, pernocta en distintas localidades del corredor. Esa modalidad dificulta el conteo de estadías y de los porcentajes de ocupación.