Una encuesta nacional reveló que un 72 por ciento de casi 900 adolescentes y jóvenes (entre 12 y 23 años) sufrieron acoso escolar.
El estudio fue realizado por la fundación Encontrarse en la Diversidad. Se tituló “Diversidad y discriminación en la escuela” y se realizó en año 2020, aunque recién ahora se conocieron los resultados sobre bullying.
Vale destacar que el 24 por ciento de la muestra estuvo compuesta por adolescentes de la provincia de Córdoba, siendo así el segundo distrito en aportar mayor cantidad de datos, detrás de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Caba).
“La mayoría de quienes participaron vivenciaron más de una forma de acoso”, detalló la directora ejecutiva de la fundación, Florencia Fisch.
En números, el flagelo del bullying
La encuesta recibió 899 respuestas. Fue enviada por medios digitales con apoyo de docentes y equipos directivos. A través de este medio analizaron 28 variables con estudiantes de todo el territorio nacional.
El 53 por ciento de los que respondieron a la convocatoria asiste a escuelas de gestión privada. En tanto, un 43 por ciento realiza sus estudios en escuelas públicas. Un 43 por ciento contestó que “alguna vez le pusieron en la escuela un apodo que no le gustó”. Y un 72 por ciento dijo haber sufrido chistes o comentarios ofensivos o intimidatorios en el colegio.
El 86 por ciento de los estudiantes que fueron objeto de comentarios ofensivos, aseguró que se refirieron a su aspecto físico, talla, peso o vestimenta. Ese fue el tipo de ofensa predominante, mientras que por detrás el cinco por ciento recibió comentarios relativos al género u orientación sexual. Un cuatro por ciento tuvo que escuchar comentarios por su color de piel; un tres por ciento por el barrio en el que vive y otro tres por ciento por otros motivos.
En tanto, un 55 por ciento de los alumnos consultados respondió que no hizo en la escuela comentarios o acciones que puedan haber ofendido o hecho sentir incómodo a otro compañero. Pero un 90 por ciento dijo que vio a otros compañeros hacer comentarios, bromas o acciones que pudieron hacer sentir incómodo a un tercero. A un 36 por ciento le hubiera gustado hacer algo al respecto y un 54 por ciento dijo haberlo hecho.
A la vez, la mayoría de los encuestados (62 por ciento) consideró que en la virtualidad disminuyeron los maltratos, las burlas y los comentarios. Un 27 por ciento dijo que se mantuvieron y un 11 por ciento que aumentaron.
Responsabilidades ante el acoso escolar
Otro dato contundente fue que el 82 por ciento del estudiantado dijo que se siente más seguro en su casa que en la escuela. Sin embargo, un 77 por ciento aseguró que en la escuela cuenta con un gabinete o algún referente adulto para acudir frente a una agresión.
Sobre el asunto, el presidente de la fundación, Ariel Dorfman, dijo en diálogo con La Voz que siempre la primera pregunta de los padres es “qué sería mejor, si nuestro hijo fuera quién acosa o el que es acosado”.
“La respuesta tiene que incluir el qué haríamos nosotros en cada situación. La idea es poder ayudar en el concepto de corresponsabilidad. Lo interesante es generar comunidades responsables: si una persona generó una situación de acoso, hay que ver de dónde salieron los discursos”, dijo.
Además, señaló que “uno no puede ser original en el tema de acoso”. “Los niños copian modelos culturales y no se utilizan discursos originales en el acoso escolar”, advirtió.
“Habría que ver qué nos pasa con los temas de discriminación. Qué nos pasa como ‘criantes’ (sic). Qué discursos legitimamos y qué pretendemos del futuro y el presente de nuestros hijos”, planteó.
La primera práctica, sugirió el especialista, es visibilizar las situaciones de acoso y que haya una acción que genere una reparación para el que acosó. Y esto, agregó, debe tener un final, para poder medir las soluciones que se practican.
