En los últimos 40 años –entre 1985 y 2024–, Argentina perdió 10,5 millones de hectáreas de bosque nativo. Eso representa un 18% de la masa boscosa que contaba hace cuatro décadas.
Córdoba es la sexta provincia que más bosques perdió en ese período, con casi un millón de hectáreas.
En las dos últimas décadas, la deforestación más notoria se viene dando en provincias del norte. En el centro del país, la mayor tasa de desmonte ya ocurrió en tiempos anteriores.
Lo que se esfumó de bosques es lo que, por contrapartida, crecieron las superficies destinadas a actividades agropecuarias y a la expansión urbana. Las ciudades, por ejemplo, se expandieron un 35% en estos 40 años. Las de mayor crecimiento fueron las de tamaño intermedio (de 50 mil a 400 mil habitantes) y el aglomerado del Gran Buenos Aires.
Si bien en la actualidad el país aún conserva 46,5 millones de hectáreas de bosques, las presiones sobre estos ecosistemas siguen avanzando.
Esos y otros datos surgen de una serie de mapas de cobertura y uso del suelo que generó MapBiomas Argentina y que difundió la ONG Vida Silvestre Argentina.
MapBiomas es una iniciativa que forma parte de una red internacional y provee información de acceso público.
Sobre la base de esa recopilación de datos, la Fundación Vida Silvestre recopiló los ligados a superficies comparadas con cobertura de bosques.
Los números muestran, desde nuevas perspectivas, lo que ya se advertía sobre la disminución notoria y continua de masa boscosa, que representa un pasivo ambiental clave para el país.

Los 10,5 millones de hectáreas de bosques menos en cuatro décadas equivalen a más de tres veces la provincia de Misiones. Para dimensionar: toda la provincia de Córdoba suma cerca de 16 millones de hectáreas.
“La pérdida de bosques en Argentina no representa solo un impacto ambiental, sino también una grave afectación a los servicios ecosistémicos esenciales que estos bosques brindan, como la regulación del clima, la provisión de agua y alimentos, y la conservación de la biodiversidad, que son fundamentales para la vida humana y la de innumerables especies“, afirmó Sebastián Fermani, director de Conservación de Fundación Vida Silvestre Argentina.
Otro dato del relevamiento es que los bosques representan la vegetación que más superficie perdió en el período analizado, mientras que la agricultura se consolidó como el uso con mayor expansión, al aumentar 11,9 millones de hectáreas (46% de crecimiento) en cuatro décadas. Paralelamente, la vegetación natural herbácea y arbustiva disminuyó 2,4 millones de hectáreas en todo el territorio nacional.
Por provincias
De las 24 provincias argentinas, las seis con mayor pérdida de vegetación natural en el período son Santiago del Estero (3,2 millones de hectáreas), Entre Ríos (2 millones de hectáreas), Salta (1,7 millones de hectáreas), Buenos Aires (1,7 millones), Chaco (1,2 millones) y Córdoba (0,9 millones de hectáreas).

“La información que brinda MapBiomas proporciona una visión integral sobre los cambios en el uso del suelo argentino en un contexto de creciente presión sobre los recursos naturales y la necesidad urgente de implementar estrategias de conservación y desarrollo sostenible. Los datos permiten identificar patrones regionales específicos que requieren atención prioritaria para la planificación territorial y la protección de la biodiversidad”, afirmó Ana Eljall, especialista en gestión de la información de Fundación Vida Silvestre, y coordinadora de MapBiomas Argentina.
En el podio de las regiones con mayor tasa de deforestación no figura la zona pampeana. “Ocurre que en 1985, el 50% de esta ecorregión ya estaba transformada”, apuntaron desde Vida Silvestre.
Por caso, en la provincia de Córdoba se estima que, hace un siglo, 12 millones de sus casi 16 millones de hectáreas estaban tapizadas de monte nativo. De aquella superficie, en buen estado de conservación hoy quedaría menos del 3%.

Análisis por regiones
El informe detalla, sobre la base de los datos de MapBiomas, la situación en las últimas cuatro décadas según las diferentes regiones del país.
Región Chaqueña. Concentra el 78% de la pérdida total de bosques del país (8 millones de hectáreas en 40 años), lo que significa la pérdida del 21% de su cobertura forestal en ese período. Esta región, que abarca gran parte del norte argentino, representa el área de mayor transformación del paisaje natural del país entre 1985 y 2024.
Región del Espinal. Es la segunda con mayores pérdidas de bosques y explica el 11% de la pérdida nacional en estas cuatro décadas. El cambio más significativo fue el crecimiento de cultivos temporarios, que aumentaron un 32% (sobre dos millones de hectáreas).
Selva Paranaense. En los últimos 40 años, se perdió el 15,6% de la selva paranaense (336 mil hectáreas).
Bosques de yungas. Se perdió el 8% de los bosques de esta ecorregión (274 mil hectáreas), debido a cultivos temporarios que crecieron en superficie.
Bosque Andino Patagónico. Esta región perdió el 6% de su forestación boscosa que tenía en 1985 (151 mil hectáreas). Un dato destacado: las áreas urbanas de esa región crecieron un 37% en cuatro décadas.
Región pampeana. En 1985, el 50% de la ecorregión pampeana ya estaba transformada. Sin embargo, las áreas agropecuarias y las urbanas continuaron expandiéndose hasta ahora.