Al igual que en febrero, los precios en el súper volvieron a registrar en marzo una suba superior al 3%, un punto porcentual por arriba del piso del 2% que habrían logrado mantener en el último trimestre de 2024.
Así lo reveló el relevamiento que mes a mes realiza La Voz entre las cuatro principales cadenas supermercadistas de la ciudad de Córdoba, y que arrojó un alza del 3,28%.
De esta manera, la compra mensual para una familia tipo de clase media de cuatro integrantes trepó a $ 574.313, unos $ 18 mil más de lo que había demandado en febrero.
En el primer trimestre del año el incremento de la canasta llega al 8,59% y en los últimos 12 meses el acumulado es del 37,74%. En marzo de 2024, para realizar la misma compra se necesitaban $ 416.965.
El mes pasado, a diferencia de lo que venía sucediendo, varios productos mostraron un salto significativo en sus precios, quebrando una tendencia previa de relativa estabilidad. Fue el caso del arroz, del café y de los aceites, para mencionar solo algunos. Por el contrario, fueron muy pocos los alimentos que experimentaron una baja mensual, como la yerba y algunos productos lácteos.
Asimismo, las carnes mantuvieron la senda alcista que inauguraron en febrero, a la que se sumaron varias frutas y verduras que venían con valores a la baja desde el año pasado.
“La suba promedio en todas las categorías fue del 2,4% en marzo, algo por arriba del 2,2% que habían aumentado en febrero”, informó Víctor Palpacelli, vicepresidente de la Cámara de Supermercados y Autoservicios de Córdoba (Casac).
El directivo destacó la suba en las frutas y las verduras, así como el incremento por segundo mes consecutivo de las carnes.
Desde el Centro de Almaceneros de Córdoba marcaron cierto “nerviosismo” de los precios en marzo, particularmente en la última semana en la que se recibieron listas nuevas con algunos incrementos importantes.
“Aceites, azúcar y harinas aumentaron un 6% promedio en los últimos días del mes, mientras que la carne y el pollo subieron 4% y 5% respectivamente”, detalló Germán Romero, director de la entidad minorista.
Según el referente, estas subas de último momento podrían estar relacionadas con el incremento del dólar. “No vemos otro factor que pueda estar incidiendo, más con ventas permanecen estancadas”, interpretó.
En cambio, Palpacelli confió en que el dólar deje de subir y que no haya una traslación a los precios de los alimentos y bebidas.
Sigue el ajuste en las carnes
Aunque en un escalón menor que el mes anterior, en marzo las carnes siguieron subiendo: 7,2% promedio.
La suba más importante fue la de la carne molida, que se encareció un 9,3% en el mes, seguida por las pulpas (nalga, bola de lomo, cuadrada) con un aumento del 7,6%. También el asado mostró un incremento, en este acaso del 7,2%, para que la tira de costilla de novillo superara por primera vez los $ 10 mil por kilo.
Referentes del sector explican que el precio de la hacienda sigue en alza, motivada por una menor oferta derivada de una retención de animales para engorde. Ello empuja el precio final en las carnicerías.
A todo esto, el precio del pollo también viene en aumento, con un ajuste del 6,1% en marzo para que el kilo se ofrezca en torno a los $ 2.800, unos $ 180 más que en febrero.
Verduras también en alza
El otro rubro que marcó una suba importante en marzo fue el de las frutas y verduras, quebrando la tendencia estable de comienzos del año. En promedio, la denominada “góndola verde” subió 8,5%, con varias verduras con picos de aumento mucho mayores.
Ese fue el caso del tomate perita, que se disparó un 70% en el mes para alcanzar un valor de casi $ 3 mil por kilo. La papa también tuvo un incremento significativo, superior al 27%: el kilo superó los $ 1.000 luego de dos meses por debajo de ese valor.
La lechuga también subió mucho, casi 50%, debido a los problemas de cosecha derivados de las últimas y reiteradas lluvias. También subieron la zanahoria y la acelga, aunque en porcentajes menores.
Las bajas llegaron por el lado del zapallo tipo anco y la cebolla, que volvió a mostrar precios muy económicos en todos los supermercados relevados por este diario, en torno a los $ 600 por kilo.
En el caso de las frutas las bajas fueron generalizadas, con el caso particular de la manzana vendiéndose en unos $ 2.400 el kilo, bastante menos que los $ 3.000 a los que había llegado en febrero.
Lácteos en oferta
Entre los productos frescos, la contracara de las subas en carnes y verduras vino por el lado de los lácteos, con una baja promedio en el mes del 6,7%.
La leche entera tuvo una baja de casi el 14%, con el sachet de un litro de primera marca en oferta en todos los súper e hipermercados relevados, con un precio final de $ 1.383, incluso por debajo de las presentaciones larga vida.
La manteca también bajó de precio, igual que los quesos duros para rallar. La única suba en el rubro fue la de los quesos cremosos, que dejaron de estar en oferta aumentaron un 6%.
Los huevos, en tanto, experimentaron un salto notable, del orden del 20%, para que la docena de color se venda en góndola por arriba de los $ 4 mil.
Procesados
Los alimentos procesados, que suelen ser los menos impactados por cuestiones estacionales, aumentaron un 3,3% promedio en marzo, pero con varios productos mostrando alzas inesperadas.
Por caso, el café torrado subió más de 10 puntos porcentuales, para que el paquete de 500 gramos de la marca más reconocida superara los $ 10 mil. Las variedades granuladas e instantáneas también aumentaron mucho.
El arroz, un producto que tras la fuerte suba de 2024 había comenzado este año con su precio estable o incluso a la baja, registró en marzo un incremento sustantivo del 13,9%.
Lo mismo pasó con el aceite de girasol, aumentando casi 10 puntos porcentuales respecto de febrero, para que la botella de litro y medio trepe a $ 4 mil.
En los tres casos se trata de productos de alta rotación en las góndolas que venían con valores estables desde fines de 2024, y que incrementaron sus precios en marzo de manera significativa.
En la medida que se trata de alimentos con cotizaciones internacionales, es probable que la mini corrida del dólar de las últimas dos semanas haya presionado sus precios a la suba en el mercado interno.
Por su parte, las bebidas, las galletitas, el pan francés y las harinas se mostraron estables en el mes que acaba de terminar, mientras que la yerba experimentó una baja sensible, de casi un 5%, con las primeras marcas ofreciéndose por debajo de los $ 4 mil en los paquetes de kilo.
Por el lado de los artículos de limpieza y tocador, la suba promedio fue muy leve (0,7%), con la mayoría de los productos manteniendo estables sus precios.
Visualización de precios sin impuestos nacionales
Aunque la medida comienza a regir de manera plena desde este mes, ya en las últimas semanas los supermercados comenzaron a cumplir con la exigencia gubernamental que obliga a exhibir junto al precio final de cada producto el precio sin impuestos nacionales.
La misma discriminación entre precio final y precio sin impuestos debe estar incluida en el ticket que cada comercio entrega a sus clientes. La imposición forma parte del denominado “Régimen de Transparencia Fiscal”, aprobado en el paquete de la Ley de Bases.
Según la disposición, tanto los negocios chicos como los medianos y grandes deben exponer el detalle de los tributos en los flejes de góndola, y en cada publicidad y cartelería donde aparezcan los precios de sus productos. La información debe aparecer en caracteres tipográficos más chicos que los utilizados para el precio final.

El objetivo –según explicaron desde la administración de Javier Milei– es que el consumidor pueda conocer el precio sin impuestos del producto que va a comprar y tome conocimiento de cuál es la carga tributaria que hoy impacta sobre los valores de venta.
El régimen también invita a las provincias y municipios a sumarse a la iniciativa, para que también se transparente el impacto de los impuestos locales, como Ingresos Brutos y tasas municipales. Pero por ahora en Córdoba esa adhesión no se ha concretado.
En tanto, la exhibición del precio por unidad de medida (kilo, litro, metro, unidad) –siempre que no sea idéntico al precio de venta del producto– sigue vigente y en práctica en todos los supermercados.