Junto a los hermosos seres de cuatro patas viene una gran disyuntiva en la que varias teorías se entrelazan. La gran pregunta es si humanizar a un perro está bien o mal.
Los expertos hablan constantemente de esta situación, con distintos puntos de vista y en distintas ocasiones.
¿Qué pasa si tratas a tu perro como humano?
La teóloga y experta en comportamiento y educación canina de Waggo, Angélica González Barrera, explicó para El Tiempo, de Colombia: “Humanizar es asignarles comportamientos que son básicamente humanos. Es decir, tratarlos como bebés o como niños y no dejarlos tener procesos relativos a su especie”.
Por su parte, otro experto opinó que humanizar a un perro es malo: “Jamás una mascota debe ser tratada como humano. El hecho de que se conviertan en miembros de nuestra familia no nos da derecho a humanizarlos”, explicó el especialista y docente colombiano Jorge Gallego Rodríguez.
Humanizar a los perros: su consecuencia
“La humanización puede provocar agresividad o miedo por la baja adaptación del animal a los riesgos fuera de casa. Esto es causado por la sobreprotección y actos que hacen los amos como cargar, alejar, no permitir el olfateo anal o genital a otros perros”, expresaron algunos especialistas.
La mascota puede presentar, según el experto, trastornos comportamentales siendo uno de los más comunes la ansiedad por separación. Este se se puede identificar por la aparición de ladridos, actividad destructiva dentro de casa, mordisqueo o ingesta de ropa del dueño”.
Petichismo: la acción de humanizar a las mascotas
La obsesión compulsiva hacia un animal de compañía se denomina “petichismo”. De acuerdo con la antropología social, este síndrome viene a cubrir ausencias en el hogar. Se lo entiende como una actitud fetichista que humaniza compulsivamente a nuestras mascotas, educándolas como si fueran nuestros niños o adjudicándoles el rol de un ser querido.
