Desde el pasado lunes se replican tomas en varias escuelas provinciales de los tres niveles educativos de la zona noreste de la ciudad capital. Frente a la falta de respuesta por parte de las autoridades, estudiantes, padres y docentes dicen haber buscado una solución a los problemas de inseguridad a través de estas vías informales de reclamo.
El viernes pasado se encendió la primera alarma en el Ipem 18 “Federico Aníbal Cumar”, tras una jornada de “extremada tensión”, tal como fue calificada por los propios docentes y estudiantes. Por la tarde, un grupo de jóvenes ingresó sin permiso a esta escuela de barrio Granja de Funes, y accedieron al baño de varones, según contaron a La Voz padres de la escuela. Y cuando les exigieron que se retiraran, salieron al patio sin abandonar el perímetro escolar.
En ese momento, los jóvenes amenazaron a un profesor de Educación Física, según confirmó la directora de la institución. Y también rompieron los anteojos de una estudiante con un objeto contundente.
Hasta ese episodio hay que retrotraerse para explicar lo que ocurrió después de que un grupo de estudiantes de quinto año de esa escuela tomara la decisión de ocupar las instalaciones. Los profesores brindaron su apoyo, alarmados por los robos cotidianos y por amenazas de grupos de vándalos que habitualmente ingresan al colegio sin autorización.
El pedido fue simple y se resolvió al cabo de 48 horas. Los chicos, con el aval de los padres y los docentes, reclamaron una mayor presencia policial. “Cuando ven un policía no se meten a la escuela. Hasta agosto hubo un oficial, pero después lo sacaron”, dijo una docente de la escuela.
La toma duró hasta el martes, cuando las autoridades escolares firmaron un acta acuerdo con la intermediación del Ministerio de Educación provincial. “Hubo una reunión con la cartera de Seguridad para reforzar corredores seguros y la presencia de adicionales de Policía. Mañana (por este jueves) habrá actividad normal”, confirmó este miércoles una alta fuente ministerial.
Córdoba: más protestas en escuelas
Ese mismo martes empezó a correr el rumor de que se iban a tomar otras seis escuelas. Y sin más demora, este miércoles el conflicto se trasladó a varios colegios de la zona. En pocas horas fueron ocupados las escuelas primarias Nasif, Marta Sarlotti, Hugo Leonelli; el jardín de infantes Luis Lezama; y el Ipet 404.
En todas estas instituciones de la zona noroeste de la ciudad de Córdoba el reclamo fue similar: ”Queremos más seguridad”, según el pedido de toda la comunidad educativa.
También, en el mismo sector de la ciudad, un grupo de padres reclamó en la escuela Jorge Raúl Recalde. Pero allí el asunto de la protesta fue distinto: la comunidad pidió a la Justicia una respuesta inmediata por una denuncia que se generó días atrás por el abuso de una niña durante un viaje educativo a Embalse.
Según explicaron fuentes policiales, esta escuela hizo una excursión coordinada con personal de inspección. “De acuerdo a los dichos de una mamá, 15 o 20 días después una menor acusó que fue víctima de un abuso y el agresor habría sido un coordinador del viaje. Por la causa, tomó intervención el Polo de la Mujer”, detallaron.
Respuesta
Tres de las tomas fueron atendidas personalmente por el comisario de Zona Norte, Víctor Di Stefano. “Personalmente, me constituí en cada escuela y tuve una reunión con los directivos. Pero además participó toda la comunidad educativa: inspectores de zonas, papás de alumnos y estudiantes. No vamos a dejar descubierta a ninguna escuela donde se plantee el menor problema”, aseguró el jefe policial.
Ante los reclamos, aseguró que se ha “garantizado la cobertura las 24 horas, con presencia permanente de un policía de a pie y con móviles policiales que van a trabajar en la creación de corredores seguros”.
Lo que buscan las fuerzas de seguridad es dar cobertura al alumnado, a los docentes y a los padres. A su vez, destacaron que una parte considerable del personal llega a las escuelas caminando desde una parada de colectivo. “Los policías van a estar entrando y saliendo de las escuelas, recorriendo la zona y los paredones colindantes con barrios marginales”, expresó Di Stefano.
Además, aseguró que la asignación de los uniformados no va a resentir la actividad regular de la Policía en la ciudad.
Tras las reuniones con las autoridades policiales, en las escuelas que habían emulado al Ipem 18 reinó un poco más de calma. No obstante ello, al cierre de esta edición las comunidades educativas de las escuelas de la zona noroeste se encontraban deliberando para evaluar las condiciones de infraestructura de los establecimientos.
“Cuando llueve se inunda todo. Nos roban todo el tiempo, pero ese no es el único problema que tenemos”, advertían representantes de las comunidades educativas de esos colegios.