Un grupo de especialistas de la ciudad de Córdoba firmó un documento para solicitar que J.S. –el paciente internado en el hospital de Urgencias– pueda tener una muerte digna. Se trata de un grupo de agentes de salud que integran la Red Municipal de Bioética Clínica y Social.
El documento firmado por los integrantes de esta red reclama el retiro del soporte vital en el paciente de 64 años que está internado desde el 13 de marzo en el hospital de Urgencias en estado vegetativo.
“Aquí se trata de dejar que la biología o la enfermedad sigan su curso en pacientes con cuadros irreversibles. Estamos hablando de garantizar el derecho a una muerte digna, que nada tiene que ver con la eutanasia”, explicó Soledad Ripoll, coordinadora de la red.
Por el contrario, la eutanasia consiste en poner fin activamente a la vida de una persona que padece una enfermedad irreversible.
“Todas las personas deberían hacerse cargo de sus propias muertes, para evitar caer en manos de médicos que no tengan sensibilidad. Las voluntades anticipadas consisten en eso, en pensar qué tipo de procedimientos aceptaremos o rechazaremos en el momento de la muerte. De esa manera le quitas la carga moral a la familia que tiene que tomar la decisión”, agregó Ripoll.
Principales antecedentes
En 1996 se constituyó el Comité de Bioética del Hospital de Urgencias y en 1997 fue declarado de interés Municipal por el Concejo Deliberante. En 2011, los especialistas del centro de salud publicaron un libro con las “Guías de Adecuación de Esfuerzo Terapéutico”. Y a raíz de las consultas de otros centros de salud es que se conforma la red municipal.
“En bioética existe algo denominado ‘estrategia del límite’. El problema se presenta cuando las decisiones en pro de la vida se acercan a los límites de la maleficencia, en ir más allá de lo que se puede hacer. Entonces incurrimos en un encarnizamiento terapéutico”, definió Ripoll.
Un caso paradigmático
Los especialistas que integran la red solicitan una muerte digna para J.S., el paciente de 64 años que se encuentra internado en el hospital de Urgencias desde el 13 de marzo. El hombre está en estado vegetativo y su caso generó una intensa discusión.
La familia autorizó al equipo médico tratante a limitar el esfuerzo terapéutico. Es decir, a no reanimarlo frente a un paro o a retirar el soporte vital. Consideran que esa era la voluntad del paciente, que además padece una enfermedad incurable.
El hombre permaneció desconectado durante cuatro días y luego fue vuelto a conectar. Los médicos que lo trataban consideraron que no estaban dadas las condiciones para garantizar la irreversibilidad del cuadro. La Municipalidad de Córdoba solicitó la opinión del Comité de Bioética conformado por la ley 10.054 para resolver estos casos dilemáticos. El organismo sugirió que se respete “sin dilaciones” la voluntad del paciente.
Sin embargo, los médicos del hospital continuaron rechazando la desconexión. La familia presentó un amparo que recayó en la Cámara en lo Contencioso Administrativa de 2° nominación. Dos de las tres vocales acordaron con la decisión del comité y ordenaron al hospital a limitar el esfuerzo terapéutico. Pero la Municipalidad de Córdoba apeló y ahora deberá resolver el Tribunal Superior de Justicia.
Principales argumentos
Andrés Varizat, asesor letrado de la Municipalidad de Córdoba, indicó que fueron dos los principales argumentos que pesaron a la hora de tomar la decisión. Por un lado, el artículo 19, inciso 1, de la Constitución de Córdoba que defiende el “derecho a la vida”.
El segundo tiene que ver con las condiciones para garantizar el estado de irreversibilidad del cuadro del paciente. El abogado sostuvo que los médicos que lo tratan aseguran que se puede recuperar. Agregó que, en casos de traumatismos de cráneo, se deben esperar 12 meses para que el estado vegetativo sea permanente.
Sin embargo, Carlos “Pecas” Soriano, médico magíster en bioética que acompañó a la familia desde un comienzo, considera que el cuadro sí es irreversible ya que el paciente ingresó a la guardia con un accidente mixto: no sólo sufrió traumatismo de cráneo sino también una broncoaspiración que le provocó “hipoxia”. Esto quiere decir que el oxígeno no le llegó al cerebro, destruyendo neuronas y corteza cerebral.
“Si el paciente sufrió hipoxia, el estado vegetativo es permanente cuando se prolonga por más de tres meses. La Municipalidad no ha leído las 250 páginas con las que dos juezas argumentaron su fallo con total precisión y una claridad meridiana. En cambio, ha contestado con falacias”, expresó Soriano.
El especialista agregó que el nuevo Código Civil autoriza el retiro del soporte vital en pacientes que sufren enfermedades incurables, irreversibles o terminales. “No tienen que darse las tres condiciones en simultáneo. Basta con que exista una de ellas”, agregó.
Respecto a la posibilidad de cura, Soriano agregó que la bibliografía mundial estipula que “puede recuperarse entre el 3 y el 5% de las personas que tengan un estado vegetativo persistente, más de 50 años y que hayan permanecido cuatro meses o más en ese estado”.
“Ninguna persona con estado vegetativo se cura. Y si se recupera, lo hará con una mínima conciencia”, agregó.
Los especialistas que integran la red municipal agregaron que los movimientos que J.S. realiza son involuntarios. Si bien respira por sus propios medios, tiene dañada la corteza cerebral. Agregaron que las lesiones neurológicas podrían haberse medido mediante un estudio de resonancia magnética funcional o una tomografía por emisión de positrones (PET). “El Urgencias no cuenta con esa aparatología, pero si el hospital desde un principio hubiera tenido la voluntad de estudiar al paciente, lo habría hecho”, finalizaron.