Se cumplen tres años de la primera muerte de un bebé en la secuencia de presuntos asesinatos en serie en el hospital Materno Neonatal de la ciudad de Córdoba. El 18 de marzo de 2022 murió Francisco Calderón, hijo de Vanessa Cáceres y Raúl Calderón.
“No es un día más para nosotros tener que vivirlo acá. Siempre tomamos como una forma de honrar su vida salir a pelear y no podíamos no estar en un día como hoy”, dijo Vanessa a La Voz en un cuarto intermedio en el juicio por las muertes de bebés en el Neonatal, que se celebra en la Cámara 7ª del Crimen.
“Estamos muy tristes porque venimos de audiencias en las que revivimos todos los momentos, que nos transportan a esos días, y vemos todo lo que la gente se calló, es triste ver el comportamiento humano, estoy muy decepcionada”, comentó Cáceres.

La madre de Brenda Agüero, Cristina, se acercó a saludarla y Vanessa, al darse cuenta, se descompensó. El abogado Carlos Nayi, representante de la familia de Francisco Calderón, pidió que el Tribunal arbitre las medidas para que esto no vuelva a suceder.
En esa misma guardia donde murió Francisco se descompensó otro bebé: U.M., hija de Natalí Martínez, una mujer que no está presente en el juicio y vive en otra provincia.
No hubo autopsia por la muerte de Francisco y los padres vieron una mancha en la ranita, presuntamente de sangre. Esa prenda tenía signos de un pinchazo.
“¡Tres años mi pequeñito Fran! Tan corto tu paso por esta vida y tan especial, marcaste nuestras vidas y nos hiciste más fuertes. Hoy no es un día más y acá estamos unidos pidiendo justicia por vos, honrando tu vida. Te amamos para siempre”, publicó Vanessa en sus redes sociales.
Su declaración en el juicio
En un relato conmocionante, en las primeras audiencias del juicio, Vanessa Cáceres contó que los médicos que atendieron a su bebé Francisco le dijeron que no entendían cómo llegó a tener “destrozado el corazón”. Contó que le preguntaron si tenía Chagas o adicciones.
Los informes que le daban eran todos muy pesimistas. Pero ella y su marido mantenían la esperanza. “Te daban el pésame y estaba vivo”, se quebró Vanessa.
“Me ofrecieron hacer una autopsia cuando mi hijo todavía estaba vivo, les pedía por favor que me lo salvaran, me pareció cruel en ese momento y por eso les dijimos que no”, explicó.
Poco después le comunicaron que el bebé tuvo un paro cardíaco y falleció. “En ese momento me ofrecen otra autopsia, pero nos dijeron que a lo mejor no salía, los cablecitos eran muy chiquitos y a lo mejor no sabíamos que había pasado, que demoraría siete días el resultado. Ahora me muerde la cabeza porque no acepté”, contó Vanessa.
Cuando murió, y porque se había hecho una cesárea y ligó las trompas, Vanessa quedó internada. Le dejaron una cuna vacía al lado.
“Nunca me ofrecieron ayuda psicológica. Mi marido hizo los trámites para que pudiéramos enterrar a mi hijo. A mí me dieron de alta, me bañé y fuimos a enterrarlo. Le tuvimos que explicar con 10 años para que entendiera. No entendimos lo que había pasado, me fui agradecida del hospital pensando que habían hecho lo posible para salvarlo, nunca me imaginé algo tan siniestro”, narró, llorando de a ratos, Vanessa.

Mientras contaba esto Brenda Agüero, presente en la sala, miró todo el tiempo a la mamá, impertérrita, con las manos cruzadas sobre su vientre, sin ningún gesto en su rostro.
Contó que se enteró en agosto de ese año por los medios sobre qué ocurrió en el Neonatal. “Pero al principio decían que era de mayo a junio”, contó. En una entrevista televisiva, escucharon a quien luego será su abogado, Carlos Nayi, que corrigió y dio la fecha del nacimiento de Francisco, 18 de marzo, como el del inicio de la saga. Tenían una cita en el Ministerio de Salud, pero no fueron, directamente acudieron al estudio de Nayi.
“Fue terrible enterarnos de esa forma. Se nos cayó el mundo”, remarcó.
Una de las pruebas que tiene el expediente en este caso es la ranita manchada con sangre a la altura de un muslito de Francisco. Está ubicado en la otra piernita, la opuesta a la que le dan la vitamina K al nacer a los bebés.
La pericia multi e interdisciplinaria dice que presentó bradicardia a las dos horas de vida y murió 11 horas después de nacer. Tenía elevados niveles de potasio “que podrían deberse a una administración externa”, aunque aclaran que esto también puede ocurrir en casos de “acidosis severa”. Los peritos consignan “no podemos descartar la posibilidad de un colapso postnatal de causa natural”. En ese punto es en el que marcan la escasa incidencia de este tipo de incidentes en la bibliografía.
“A nosotros nos robaron la confianza para toda la vida”, dijo al término de su declaración y reflexionó: “En esta causa faltó humanidad, nos dejaron desamparadas, nos tomaron de estúpidas, de ignorantes, que no iba a salir nunca a la luz, y les salió mal, estamos viendo cómo se cuidan entre ellos, viendo qué día sabía uno o el otro. No puede ser que se olviden de la parte humana”.
