El uso de envases de plástico en la cocina es una práctica común, pero pocos saben que, con el tiempo, estos recipientes pueden volverse inseguros.
Diversos estudios ya demostraron que los plásticos deteriorados pueden liberar sustancias químicas y microplásticos que migran a los alimentos, lo que podría tener efectos negativos en la salud a largo plazo.
Según Merja Virtanen, especialista de la Autoridad Alimentaria de Finlandia, el contacto de alimentos con plásticos dañados puede provocar la filtración de compuestos tóxicos, especialmente cuando se utilizan en microondas o con alimentos calientes y ácidos.
Señales de que debés tirar un envase de plástico
Para evitar riesgos, es importante revisar periódicamente el estado de los envases plásticos en la cocina. Estas son algunas señales claras de que debes desecharlos:
- Grietas o fisuras. Pueden acumular bacterias y facilitar la liberación de sustancias químicas.
- Manchas blancas o decoloración. Indican degradación del material y posible contaminación.
- Textura pegajosa o rugosa. Sugiere deterioro del plástico por exposición a altas temperaturas.
- Símbolos de reciclaje inadecuados. Evitar envases con los códigos de reciclaje 3 (PVC) y 7 (otros plásticos), que pueden contener BPA (bisfenol A), un químico asociado con alteraciones hormonales.
Cómo reducir el riesgo de contaminación por plásticos

- Usar envases aptos para microondas: Revisar que tengan el símbolo de seguridad para calor.
- Evitar el contacto con alimentos calientes o ácidos. Optar por vidrio o acero inoxidable para este tipo de comidas.
- Reemplazar los envases cada cierto tiempo. No usar los mismos recipientes de plástico por años.
- Lava correctamente los envases. No exponer a temperaturas extremas, ya que esto acelera su degradación.
Aunque el uso de envases de plástico es práctico, es crucial saber cuándo reemplazarlos para evitar riesgos en la salud. Priorizar la seguridad en la cocina es clave para reducir la exposición a sustancias nocivas.