El desayuno es la primera comida del día y juega un papel clave en el rendimiento físico y mental.
Según la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), un desayuno completo debe incluir lácteos, cereales, frutas y grasas saludables.
Sin embargo, algunos expertos en nutrición proponen una versión optimizada basada en la dieta mediterránea, que ayuda a mantener la energía estable y aporta nutrientes esenciales.
Este es el desayuno más saludable, según un nutricionista
Antonio Escribano, especialista en Endocrinología y Nutrición, asegura que los huevos ni los cereales forman parte del desayuno ideal. En cambio, propone uno basado en la popular y reconocida dieta popularizada en la madre Patria.
- Pan integral como fuente de carbohidratos complejos
- Aceite de oliva virgen extra, rico en antioxidantes y grasas saludables
- Jamón como fuente de proteínas de alta calidad
- Tomate, que aporta licopeno, un potente antioxidante
- Lácteos, como leche o yogur, para incorporar vitaminas A, D y K

El desayuno extendido: la clave para una mejor digestión
Más allá de los ingredientes, el especialista recomienda evitar desayunos excesivos y pesados. “Cuando veo que la gente se pone una tostada que es como la suela de un zapato y le echa medio litro de aceite... Claro, eso tiene calorías y engorda. La dosis justa es fundamental”, explicó Escribano.
Además, sugiere un enfoque innovador: el desayuno extendido. En lugar de ingerir todo de golpe, es mejor repartir los alimentos a lo largo de la mañana. Por ejemplo:
- Iniciar el día con pan, aceite de oliva, jamón y tomate.
- A media mañana, incorporar un lácteo como leche o yogur.
- Un poco antes del almuerzo sumar una fruta para mantener estables los niveles de glucosa.
Esta estrategia evita picos de azúcar e insulina y ayuda a sostener la energía durante toda la mañana.