La incontinencia urinaria puede llegar a limitar mucho las actividades sociales, deportivas e incluso el descanso nocturno.
Muchas personas cambian sus rutinas, evitan salir de casa o sienten pudor, lo que también afecta a su bienestar emocional.
No obstante, los expertos señalan que la incontinencia no es algo normal y que se puede tratar.
La incontinencia urinaria limita las actividades sociales
“Muchas personas se disculpan al venir a consulta, pero lo importante es dar el paso. Se puede ayudar a mejorar su calidad de vida si se detecta a tiempo lo que está ocurriendo”, explica Maitane Gil Azkarate, especialista en estudios urodinámicos.
El diagnóstico suele comenzar con una exploración clínica y, en algunos casos, se recurre a los estudios urodinámicos.
“Son pruebas que permiten valorar cómo funciona la vejiga y la uretra, midiendo la presión, la capacidad y la fuerza del flujo urinario. Ayudan a entender cuál es el problema y cuál es el mejor tratamiento para cada paciente”, detalla la especialista en urología.
Por otro lado, el abordaje de la incontinencia ha evolucionado notablemente en los últimos años y contempla soluciones personalizadas según el tipo de incontinencia y las necesidades del paciente, afirma.
Cómo solucionarla
Lo más recomendado, dice la experta, es el cambio en los hábitos de vida, la rehabilitación del suelo pélvico o entrenamiento vesical, o incluso medicamentos, dispositivos de contención o tratamientos quirúrgicos como la implantación de mallas o neuromoduladores.
“En ocasiones, con pequeños cambios de hábitos se consigue mejorar mucho los síntomas, como reducir la ingesta de líquidos antes de dormir o evitar alimentos irritantes para la vejiga como los cítricos, el tabaco o el picante”, apunta la especialista.
En ese sentido añade que el tratamiento debe adaptarse a cada persona y a cómo la incontinencia está afectando su calidad de vida. “No todas las terapias sirven para todos, por eso es clave escuchar al paciente y establecer objetivos realistas”.
Hay distintos tipos de incontinencia
Existen distintos tipos de incontinencia urinaria, siendo las más frecuentes la de esfuerzo. Esta se produce al toser, reír, estornudar o hacer ejercicio.
También existe la de urgencia, caracterizada por una necesidad repentina e intensa de orinar, sin que exista tiempo suficiente para llegar al baño.
Además, ambas se pueden combinar, lo que se denomina incontinencia mixta.
Asimismo existen otros subtipos menos comunes, como la incontinencia por rebosamiento o la funcional.