Durante mucho tiempo, ciertos frutos secos fueron vistos simplemente como un snack sabroso, pero en los últimos años su perfil nutricional captó el interés de la comunidad científica.
Distintos estudios recientes respaldan la idea de que el consumo moderado de maní, especialmente sin sal y sin freír, podría contribuir a la salud cardiovascular, incluyendo una leve reducción de la presión arterial.
Uno de los trabajos más relevantes es el publicado en The American Journal of Clinical Nutrition, que analizó a más de 2.000 personas durante varias semanas. Aquellos que incorporaron una porción diaria de maní en su dieta mostraron una mejora en ciertos marcadores metabólicos y una disminución leve, pero significativa, en la presión arterial sistólica.
Qué componentes del maní ayudan a bajar la presión
El maní es una excelente fuente de grasas insaturadas, proteínas vegetales, magnesio, potasio y antioxidantes como los polifenoles. Estos compuestos, según la evidencia médica, ayudan a mejorar la función de los vasos sanguíneos, reducir la inflamación y regular la presión arterial.
Además contienen arginina, un aminoácido que el cuerpo utiliza para producir óxido nítrico, una molécula que ayuda a relajar los vasos sanguíneos y mejorar el flujo sanguíneo.
Qué dice la ciencia sobre otros snacks saludables
Además del maní, otros snacks ricos en grasas saludables y bajo contenido de sodio también muestran beneficios cardiovasculares.
- Nueces y almendras: reducen la presión y el colesterol malo (LDL).
- Pistachos naturales: estudios en Hypertension demostraron que ayudan a mejorar la presión arterial diastólica.
- Semillas de girasol sin sal: fuente de magnesio, un mineral clave para la presión arterial.
Eso sí: los beneficios se observan cuando estos alimentos se consumen en porciones adecuadas y como parte de una dieta equilibrada, no como snacks ultraprocesados, salados o fritos.

Cuánto maní conviene comer por día
La porción recomendada ronda los 30 gramos diarios (aproximadamente un puñado). Es importante que sean sin sal añadida, sin azúcar y sin freír, para evitar efectos contraproducentes.
El consumo excesivo, aunque sean naturales, puede aportar muchas calorías y grasas, lo que podría contrarrestar los beneficios.
Lo que no hay que hacer: cuidado con los snacks procesados
Los beneficios de los frutos secos desaparecen si están acompañados por grandes cantidades de sal, aceites industriales o azúcares. Muchos snacks comerciales que se promocionan como “naturales” o “saludables” en realidad contienen ingredientes que elevan la presión arterial, como el sodio o las grasas trans.
Aunque el maní no reemplaza tratamientos médicos ni una alimentación equilibrada, su consumo responsable puede ser un complemento útil para el control de la presión arterial y la salud cardiovascular en general.
Como siempre, lo mejor es consultar con un profesional de la salud antes de hacer cambios en la dieta, especialmente si ya se toman medicamentos o se tienen antecedentes cardíacos.