Luego de cinco audiencias donde se escucharon los relatos de testigos y peritos, este viernes el tribunal de la Cámara Segunda del crimen de la ciudad de Córdoba junto al voto de los jurados populares decidieron por mayoría condenar a Cristian Sebastián Videla por el delito de homicidio calificado por el vínculo y por mediar violencia de género (femicidio) contra Gabriela Verónica Lencina, su pareja de ese entonces y mamá de una de sus hijas.
Gabriela Verónica Lencina sufrió graves quemaduras debido al ataque de su expareja el 26 de diciembre de 2020 cuando fue internada en el Instituto del Quemado. Producto de la gravedad de estas heridas que afectaron sus vías respiratorias, Lencina falleció el 3 de enero de 2021.
La fiscal de la Cámara Segunda del Crimen, Laura Battistelli pidió en sus alegatos que se aplique la figura de femicidio y que se le aplique la única condena prevista para este delito que es la condena perpetua.
Un punto clave del juicio fue la declaración de los peritos para determinar si las quemaduras sufridas por Gabriela ocurrieron de manera accidental, como indicaba la defensa de Videla o si por el contrario, Videla las había provocado como indicó la fiscalía y la querella de la familia de Gabriela.
“Se hicieron pericias con médicos forenses, un licenciado en inicio del fuego, personal de bomberos y el director del Instituto de Quemado. Entre las pericias, se realizó una prueba con un maniquí y se probó de distintas maneras que el cigarrillo no produjo la llama en contacto con la botella de alcohol sino que esto sólo se produjo con una llama viva y con la intencionalidad de provocar la quemadura”, indicó la fiscal Battistelli en diálogo con La Voz tras sus alegatos.
Con las pericias que descartaron el accidente la única duda que quedaba es si Gabriela se podría haber autoinfligido la quemadura o si Videla lo provocó. En el alegato de la defensa del acusado de este viernes, se cambió los argumentos iniciales, virando ahora hacia una posibilidad de suicidio de Gabriela.
Dados los informes de la autopsia psicológica y de los testimonios de personas relacionadas a Gabriela que indicaron que no tenía el perfil de una persona que podría autolesionarse, tanto la fiscal como el tribunal, integrado por Mónica Traballini, Inés Lucero y Sebastián Romero, junto a los jurados populares entendieron que la única posibilidad de su muerte fue el ataque de Videla.
“Se plantearon distintas hipótesis en cuanto a lo que ocurrió. Los peritos hicieron pruebas y en ningún caso se demostró que el fuego podría haberse iniciado por el cigarrillo que estaba fumando Gabriela en contacto con el alcohol, como indicó Videla. El fuego sólo se prende con una llama viva”, indicó Alejandro Rodríguez, abogado querellante de la familia de Lencina.
En el juicio a través de distintos testimonios quedó en evidencia que Gabriela sufría maltrato psicológico y físico por parte de Videla aunque, sumida en el círculo de la violencia, tendía a justificar el accionar de su pareja. Incluso lo hizo hasta el final, cuando dijo en sus últimos suspiros que se había tratado de un accidente para exculpar a Videla.
El acusado tenía una denuncia por violencia de su pareja anterior.
Respecto a la situación de violencia, Battistelli dijo que Lencina estaba en un “círculo de la violencia”, indicó que ella lo defendió hasta el último momento. “Hay que saber entender a una víctima de violencia, que sólo ve la realidad desde el piso. Si nadie la levanta, es muy difícil que se levanten solas. La violencia socaba la autoestima de las víctimas. Está el pensamiento de ‘Sin él no soy nada’”, explicó.
Testigos
La única persona que fue testigo presencial del hecho fue la hija que tenían en común en la pareja, de cuatro años en ese entonces. La niña nunca declaró en Cámara Gesell por recomendación de quienes acompañaban su proceso psicológico para no revictimizarla.
Entre los testimonios fueron claves el de una de las hijas mayores de Gabriela, Patricia y el de la vecina María Várcena quienes además de ser testigos de la violencia que ejercía Videla sobre Lencina, escucharon a lo que dijo la pequeña apenas sucedieron los hechos, que comprometería a Videla.
Qué dijo Videla
Al inicio del juicio el acusado se negó a declarar por lo que se tomó lo relatado en la primera declaración en la fiscalía de instrucción en el que aseguraba que todo se había tratado de un accidente. En sus últimas palabras antes del veredicto dijo que él “no tenía por qué pedir perdón” porque “no había hecho nada malo”.
Gabriela tenía seis hijos de su anterior matrimonio y una hija junto a Sebastián Videla. La pequeña quedó a cargo de sus abuelos paternos los primeros meses tras la muerte de Gabriela y luego quedó al cuidado de una de sus hermanas, de 21 años, que vive junto a su padre (anterior pareja de Gabriela).
“Estamos conformes”
Silvia Lencina, hermana de Gabriela dijo minutos después de la sentencia, que ella y su familia “están conformes” con el veredicto. “Es un momento difícil, porque todo salió bien pero a nosotros nadie nos devuelve a Gabriela”, remarcó.
Al ser consultada sobre qué le diría a alguien que sufre violencia, Silvia no dudó: “Que denuncie, que hable. Mi hermana no pudo hacerlo, ella veía por sus ojos. Por eso es importante que puedan hablar”.
