Durante todo el año 2024 se quemaron 103.327 hectáreas por incendios forestales y rurales en todo el territorio de la provincia de Córdoba. El 90% de esa superficie se concentró en tres meses (julio, agosto y septiembre) que sumaron una gran cantidad de focos de alto impacto.
La cifra de 2024 es la segunda mayor de los últimos 10 años: sólo en 2020 fue superior, con aquel negro récord de 341 mil hectáreas afectadas ese año.
Si se toman las dos últimas décadas, hubo cuatro de esos 20 años (de 2004 a 2024) en lo que la cifra superó a la de 2024.
El impacto de los incendios, sobre todo en términos ambientales y económicos, toma aún mayor envergadura cuando se lo observa de modo acumulativo: en los últimos 10 años pasaron por fuego en Córdoba 746 mil hectáreas, y en la década anterior fueron otras 824 mil hectáreas.
De ese modo, el acumulado impacta con 1.570.000 hectáreas hechas humo en 20 años. Para dimensionar, se trata del 10% de la superficie total de casi 16 millones de hectáreas que dibujan el mapa de Córdoba.
Año a año
El año que pasó
La cifra de 103 mil hectáreas para el año 2024 corresponde al informe oficial ahora publicado por el Idecor (Infraestructura de Datos Espaciales de Córdoba), con el relevamiento del último trimestre.
La cifra coincide con la estimación de 100 mil hectáreas que La Voz ya había planteado en noviembre pasado, cuando ya se tenía certeza del enorme volumen de áreas quemadas, sobre todo entre agosto y septiembre.
Entre octubre, noviembre y diciembre se sumaron 7.365 hectáreas quemadas, con 98 incendios detectados. De ese trimestre, octubre fue el de mayor incidencia, con 6.375 hectáreas y 58 focos. Noviembre tuvo 21 incendios y en diciembre se contaron 19.
Este trimestre final de 2024 registró notoriamente menos fuego que el mismo período del año anterior. La diferencia a favor estuvo marcada por las lluvias: octubre y noviembre de 2024 registraron intensas precipitaciones en la provincia.
El contraste es notorio con los meses previos: de junio a septiembre se dio una prolongada sequía en la provincia, con amplias áreas que no registraron ninguna lluvia en cinco meses, lo que generó las condiciones para que los focos fueran más fáciles de encender y mucho más complejos de contener.
Sólo basta con comparar los cuatro trimestres del año 2024 para observar las marcadas diferencias entre ellos: el primero sumó 1.363 hectáreas afectadas; en el segundo se contaron otras 1.124; el tercero (julio, agosto y septiembre) fue severamente complicado con 93.475 hectáreas, y el cuarto (de octubre a diciembre) agregó 7.365 hectáreas más.
Como ocurre históricamente, por razones estacionales y climáticas, de julio a octubre se reporta la mayor cantidad de focos de fuego.
Desde el año pasado, las áreas afectadas por el fuego se miden en un trabajo conjunto que coordina la Secretaría de Gestión del Riesgo de la Provincia, entre técnicos de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae), del INTA, del Ministerio de Ambiente y Economía Circular, del Ministerio de Bioagrondustria, del Observatorio Hidro-Meteorológico de la Provincia, de la Federación de Bomberos Voluntarios y de la Agrupación Serrana de Asociaciones de Bomberos Voluntarios, y el apoyo del Idecor.
Los cinco mayores fuegos de 2024
El mayor incendio de 2024 fue el que se inició en la zona de Capilla del Monte y Los Cocos y se agigantó hasta San Marcos Sierras, Ongamira y La Granja, abarcando 42.046 hectáreas en cinco departamentos (Punilla, Colón, Cruz del Eje, Ischilín y Totoral).
Luego le siguieron, en tamaño, el de los parajes El Durazno y Pinar de los Ríos (en Calamuchita), con 10.644 hectáreas; el de sur del cerro Champaquí (entre Traslasierra y Calamuchita) que quemó 7.614 hectáreas en la zona más alta de las Sierras Grandes; el del Camino de los Túneles y la Quebrada de La Mermella (en Pocho), con 6.900 hectáreas afectadas, y la sucesión de focos en pocos días entre La Calera y Malagueño (en el Gran Córdoba), con 5.000 hectáreas.
Sólo esos cinco enormes incendios suman 73 mil de las 103 mil hectáreas totales del año.
1,6 incendios por día
Según los informes oficiales, en todo el año 2024 se detectaron 578 focos de incendios rurales y forestales (sin contar a los muy chicos que fueron sofocados poco después de iniciados).
Pero, otra vez, las diferencias según los meses es notoria. En el primer trimestre hubo 24 focos. En el segundo se relevaron 93. En el tercero la suma llegó a 363. Y en el cuarto se reportaron 98 incendios.
El promedio, en todo el año, fue de 1,6 focos por día. Pero esa media combina meses como febrero, con un incendio cada tres días, con septiembre, cuando se notificaron unos nueve por cada día, y algunos de ellos alcanzando enormes dimensiones.
Bosque nativo, la gran pérdida
Otro informe reciente marcó un impacto singular del fuego para Córdoba. De las más de 100 mil hectáreas afectadas en 2024, cinco mil (el 5%) fueron de bosques nativos, el mayor capital ambiental que Córdoba debiera conservar del avance de las llamas.
Los bosques autóctonos resultan claves para la sustentabilidad ambiental de la provincia. Pero cada año, su superficie de cobertura se va reduciendo. En los últimos tiempos, ya más por fuegos que por desmontes.
Es un dato relevante en una provincia donde solo se conserva el 3% de los bosques nativos en buen estado de conservación, de las 12 millones de hectáreas que supo contar hace un siglo, antes del avance de las urbanizaciones y de las actividades agropecuarias.
Pero ese 3% (unas 350 mil hectáreas, de las 16 millones de todo el mapa provincial) se ve amenazado cada año por más desmontes y por nuevos incendios.
El Ministerio de Ambiente y Economía Circular incorporó desde 2024 datos de bosques nativos en áreas bajo planes de manejo y conservación al reporte del mapa de áreas afectadas por incendios que publica Idecor.
Habrá áreas quemadas que puedan recuperarse, pero esa remediación demanda décadas, siempre que no sufran nuevos impactos.