Mantener un ritmo de trabajo constante sin pausas aumenta el riesgo de agotamiento físico, mental y emocional, conocido como burnout.
Un estudio de Bumeran indica que el 91% de los argentinos experimentó al menos una vez este síndrome de desgaste profesional, también conocido como “cabeza quemada”.
La clave no es hacer menos, sino aprender a gestionar la energía. Esto implica equilibrar momentos de alta exigencia con pausas de recuperación, identificar actividades que nutren y drenan y establecer límites claros.
Raquel Sonsol, presidenta de la Federación Internacional de Coaching Uruguay, propone estrategias concretas para cuidar la energía de manera efectiva durante los últimos meses del año.
1. La pausa consciente
Cambiar de aire y desconectarse por unos minutos puede marcar la diferencia. Sonsol recomienda caminatas cortas de cinco minutos o contacto con la naturaleza. “Caminar con presencia, apreciar cada paso y descubrir detalles que solemos ignorar ayuda a recargar energía mental y emocional”, señala.
El objetivo es convertir la rutina en un momento de atención plena, como si fueras un turista explorando tu entorno. Estos microdescansos permiten amortiguar el impacto del estrés diario.
2. Respiración controlada
La respiración voluntaria es una herramienta simple y efectiva. La técnica propuesta consiste en inhalar durante tres tiempos y exhalar durante el doble. Este ritmo ralentizado actúa como un calmante natural que ayuda a reducir la tensión y mantener la concentración.
“Tomarse unos minutos para respirar conscientemente cambia nuestro ritmo interno y nos prepara para afrontar la jornada con mayor claridad”, explica Sonsol.

3. Planificación realista y espacio personal
Priorizar tareas y reservar tiempo para uno mismo es fundamental. Algunas recomendaciones incluyen:
- Hacer una lista de tareas realista y priorizar según impacto.
- Bloquear entre 15 y 30 minutos diarios “sin pantalla”.
- Establecer un horario límite para finalizar actividades y respetarlo.
Además, Sonsol aconseja incluir momentos planificados para no hacer nada: “Tener un espacio sin objetivos recuerda que tenemos control sobre cuándo parar y ayuda a prevenir el burnout”.
Tips diarios para prevenir el burnout
- Establecer límites claros y desconexión digital.
- Cultivar apoyo social y emociones positivas.
- Aplicar metodologías efectivas para cumplir tareas sin sobrecarga.
Con estas estrategias, el cierre de año puede transitarse con claridad mental, motivación y bienestar. La gestión consciente de la energía permite avanzar sin colapsar, demostrando que el verdadero éxito no está en hacer más, sino en hacerlo mejor.
Qué es el burnout
También conocido como agotamiento laboral, es un estado de cansancio físico, mental y emocional extremo que se produce por la exposición prolongada a altos niveles de estrés, principalmente en el trabajo o situaciones de alta exigencia.
Se caracteriza por fatiga constante, falta de motivación, disminución del rendimiento y sensación de incapacidad para afrontar las demandas diarias.
Según expertos en salud laboral, no se trata solamente de sentirse cansado, sino de un desgaste profundo que afecta la productividad, las relaciones personales y la salud general.