Los gimnasios 24 horas son una modalidad de ejercitación que se hizo ya muy popular en las grandes ciudades del mundo, incluida Buenos Aires, y ahora también llegó a Córdoba. La red de gimnasios Manantial ya ofrece este servicio, exclusivamente para el área de musculación, en una de sus sucursales de barrio Nueva Córdoba.
Por ahora, funciona en la sede de bulevar Chacabuco 1068, los días de semana (desde el lunes a las 7, hasta el viernes a las 22) . Los usuarios tienen que inscribirse a la aplicación del gimnasio antes de ingresar para reservar su lugar. La institución cuenta con seguridad y un profesor que supervisa a los alumnos toda la noche.
“La iniciativa fue para darle un valor agregado al servicio que ofrecemos. Muchos clientes nos consultaban por horarios extendidos. Para la sorpresa de muchos, a las 3 viene gente, por lo que estamos satisfechos con la decisión”, explicó Marcos Aguade, director y fundador de Gimnasio Manantial.
La hora pico es entre las 23.30 y 1, y desde esa hora decae hasta las 5. Luego de la 1.30, suelen ir entre tres a siete personas. No fueron los primeros en Córdoba en implementar esta iniciativa de horarios extendidos, pero en otros gimnasios la modalidad duró poco. Aguade entiende que han tenido éxito con esta nueva prestación y que posiblemente repitan la modalidad en una de sus sedes de zona norte.
El gimnasio Manantial tiene más de 20 años en el mercado y actualmente cuenta con 13 locales. La empresa busca brindar un servicio de calidad personalizado y ser disruptivos con algunas de sus propuestas.
“Me queda muy cómoda esta nueva iniciativa porque soy estudiante y trabajo, mis horarios suelen ser complicados, entonces puedo ir a la madrugada. Por ejemplo, a las 5 hay más disponibilidad de máquinas, lo que me permite terminar antes mi rutina”, explicó Gina, usuaria frecuente del gimnasio.
Marcos también es fundador de Fitness Group, una red colaborativa con más de ocho marcas grandes de gimnasios de Córdoba. Este proyecto surgió en pandemia para optimizar el sector y les permite a los gimnasios disminuir la competencia y complementar sus servicios.
El objetivo principal de esta red fue que los clientes tuvieran un gimnasio cercano a su lugar de trabajo. Ser cliente de un local adherido a Fitness Group les permite a los usuarios ir a todos los gimnasios adheridos del grupo.
“Fui en todos los horarios, hasta a las 3. Me queda muy cómoda esta modalidad porque mi trabajo no tiene un horario particular, por lo que puedo organizar mi rutina según mis necesidades y el gimnasio se adapta a eso”, remarcó Polo, otro cliente del gimnasio Manantial.
El éxito de los gimnasios a lo largo de la historia
Los gimnasios existen desde hace décadas y fueron mutando a lo largo del tiempo con las necesidades de la sociedad.
“La cultura del fitness emerge en los años ‘80 en Estados Unidos, luego esta se vuelve internacional. Hay cada vez más pregnancia de esta práctica en los distintos espacios de la sociedad por las nuevas tecnologías; el internet y las distintas aplicaciones de celular intensificaron la difusión de esta cultura”, explicó María Inés Landa, socióloga del cuerpo y el sujeto, quien se desempeña como investigadora del Conicet.
Landa insiste que estos gimnasios de 24 horas responden al discurso actual de la medicina con respecto a la salud. Asimismo, insiste en que es una práctica que “responde a las exigencias actuales del mundo laboral”.
“Algunas personas no tienen que estar ocho horas en una fábrica y pueden trabajar desde su casa. La gente busca un servicio personalizado. Hoy los gimnasios están en condominios, universidades o countries”, comentó la investigadora.
Pros y contras del mundo fitness
Landa entiende que es una actividad física que está vinculada a una forma de vida saludable y que es rentable para el mundo que vivimos. En tanto, define al fitness como una práctica funcional que ofrece resultados funcionales: estética, salud y un sujeto activo.
“El fitness es una palabra inglesa que quiere decir encajar. Lo ultrafit tiene que ver con un orden moral que marca lo positivo y lo negativo, que excluye determinados cuerpos, por ejemplo, los gordos. Un sujeto sedentario u obeso es considerado negativo porque no tiene voluntad y otras cualidades”, remarcó la investigadora.
También, la socióloga destacó que hay una excesiva autoexigencia con respecto a la voluntad y a los resultados que puede desencadenar desórdenes mentales.
“Los dispositivos tecnológicos sirven para medir los rendimientos casi como un proyecto empresarial. Las personas distinguen riesgos, costos e inversiones, forma que regula a una cultura neoliberal”, remarcó Landa.
Este mundo fit se diversifica, y surge la tendencia del Wellness, es decir, del bienestar. Este tipo de actividades, como el yoga o pilates, ponen como centro el estado mental para completar la salud general del individuo. Según la investigadora, estos ejercicios vienen a compensar la ansiedad, la depresión, la autoexigencia del rendimiento del trabajo.
Sin embargo, los gimnasios para muchos son nuevos lugares de socialización, y que antes se dividían exclusivamente por género.
“Se genera otro tipo de redes y de espacios; por ejemplo, vemos más mujeres. Hoy, este mundo está más vinculado con el discurso del feminismo, promovido por mujeres fuertes y con diversidad de cuerpos. Estos espacios son flexibles, complejos y paradójicos. Muchos encuentran placer y otros objetivos con respecto a la salud”, concluyó Landa.
