No es raro que al preparar una tostada surja la pregunta: ¿qué es más saludable, la manteca o la margarina? Aunque parezcan lo mismo, no lo son.
Y detrás de esta elección cotidiana hay más de lo que parece. Una nutricionista explica por qué conviene mirar bien las etiquetas y qué tener en cuenta antes de untar.
La clave está en los ingredientes
“La manteca es una grasa saludable, siempre que sea de buena calidad”, dice Sandra Moñino, experta en alimentación saludable y autora de varios libros de vida sana.
¿Qué significa esto? Que en la etiqueta del envase figure un solo ingrediente: manteca. Es decir, nada de aceites procesados ni aditivos. Y mejor aún si proviene de leche de vaca, cabra u oveja, sin añadidos.
Por el contrario, explicó que la margarina está elaborada con grasas vegetales como aceite de girasol, palma o colza, que suelen ser ultraprocesadas y, por lo tanto, menos recomendables desde el punto de vista nutricional.
Y comparada con el aceite de oliva
“Una tostada con manteca es igual de saludable que una con aceite de oliva virgen extra”, asegura la experta, aunque con una salvedad importante: “Siempre que toleres bien los lácteos”.
Para quienes tienen problemas con los lácteos de vaca, Moñino recomienda optar por manteca de cabra u oveja, o por su versión clarificada: el ghee, que es manteca clarificada.
Este enfoque se aleja del conteo obsesivo de calorías. “Eso es actuar como si fuésemos robots. Hay que disfrutar de los alimentos porque comer es un placer”, afirma Moñino.
Comer rico y saludable no es incompatible
Además de autora del libro Adiós a la inflamación, Sandra Moñino tiene una fuerte presencia en redes sociales, donde comparte consejos prácticos sobre alimentación con una comunidad que supera los 860 mil seguidores. Su mensaje es claro: hay formas de comer rico, saludable y sin culpa.
Para ella, no se trata de prohibir alimentos, sino de saber elegir. Y cuando se trata de grasas, la calidad importa mucho más que la cantidad.