Un violento hecho sucedió el lunes pasado por la noche en el Ipet 249 Nicolás Copérnico, ubicado el barrio Observatorio de la ciudad de Córdoba, cuando el padre de una alumna atacó a cinco adolescentes y dos docentes dentro del colegio.
Todo comenzó cuando la madre de una alumna se presentó más temprano en el colegio para intentar hablar con una chica que habría tenido un roce con su hija dentro de la institución. La preceptora le explicó que no podía resolverlo de esa manera porque estaban en clases y entonces la señora se retiró.
Tanto la coordinadora como la preceptora hablaron con las chicas para mediar la situación, pero la mujer apareció nuevamente. Esta vez con su hija, su marido y otra mujer. Fue cuando el hombre tomó a golpes de puños a los estudiantes y al personal.
El director del establecimiento, Ricardo Pacheco, le dijo a La Voz que los estudiantes agredidos son tres chicos y dos chicas, de entre 15 y 17 años, quienes pertenecen al Programa de Inclusión y Terminalidad (PIT). Todos resultaron con golpes en distintas parte del cuerpo, al igual que las docentes.
“Lamentablemente estamos acostumbrados a que sucedan estos hechos. No todos los días, pero se repiten cada vez más seguido”, contó el director. La escuela, que siempre está con las puertas abiertas, recibe aproximadamente a 1.200 estudiantes que se distribuyen en tres turnos (mañana, tarde y noche) de distintos barrios e incluso del localidades del Gran Córdoba.
Pacheco aseguró que “estos casos se suscitan porque los estudiantes en vez de pedir la intervención del adulto responsable del colegio, llama a la familia. Pretendemos que los hechos de convivencia dentro de la escuela sean los más sanos posibles”.
El establecimiento denunció al agresor en la Unidad Judicial N°5 y aconsejó a los padres de los estudiantes agredidos realizar la denuncia policial para que formen parte del expediente. En tanto, el Ministerio de Educación de la Provincia indicó que tomó conocimiento del violento ataque y trabaja con el equipo de convivencia escolar.
Ahora, los estudiantes involucrados tienen un periodo de recuperación, y las autoridades esperarán la decisión de la Justicia para saber qué resolución toman. El agresor y su familia no podrán ingresar al colegio, y cuando se reincorpore la estudiante, “veremos cómo trabajar para que no vuelva a suceder otro hecho como este”, expresó Pacheco.
Este martes hubo clases de forma normal y el miércoles los docentes harán asambleas en los tres turnos para pedir que las autoridades nombren a un portero, y además, poner en conocimiento sobre los hechos violentos de los que son víctimas tanto ellos como los estudiantes.
La violencia se vuelve habitual
Docentes, directivos y personal no docente del colegio –suman 412 personas en total– explicaron a La Voz que no es la primera vez que sufren un hecho de violencia como este en el establecimiento de 77 años. Además, relataron que desde el año pasado vienen denunciando hechos de inseguridad, como el robo de herramientas para dictar las clases.
“Nos sentimos muy vulnerables. Este hecho no es aislado, hace 13 días vivimos otra situación de mucha violencia cuando un padre ingresó a una aula y amenazó a dos estudiantes de primer año”, relató la docente Laura Maza.
Además, contó que el colegio permanece abierto y las personas ingresan a cualquier hora, deambulan por el lugar y roban. Todos estos hechos fueron comunicados a los directivos por escrito. “Los conflictos se dan también por la cantidad de horas que está abierta la escuela y no hay porteros”, aseguró la docente.
Durante el turno noche el personal disminuye, y hay una gran cantidad de estudiantes del PIT, de tecnicaturas técnicas y superiores. Para Maza y sus compañeros, el agravamiento de la violencia se debe al contexto de crisis económica, lo que exacerba la violencia en las familias.
“Hay muchas situaciones. Antes, el problema estaba afuera, y ahora con la profundización de la crisis se fueron acentuando estos hechos. Por eso insistimos con el nombramiento de un portero”, afirmó Maza.
Y aseguró que desde Inspección les dijeron que no iban a poner a ninguna persona a cargo de la puerta. “Somos pocos y tenemos muchas tareas asignadas. La responsabilidad parece que sigue cayendo en nosotros”, destacó.
Los docentes remarcaron que la escuela es muy requerida, pero lamentablemente suceden estos hechos que los deja impotentes porque “venimos buscamos respuestas desde hace tiempo”.
