Un trascendente hallazgo paleontológico tuvo lugar a principios de septiembre en la Sierra de Copacabana, Pajarillo y Masa de Córdoba, un lugar cercano a Ongamira. El resto fósil se halló en rocas cretácicas pertenecientes a la Era Mesozoica y se trataría del más antiguo registrado hasta el presente en la provincia.
El material fue rescatado el 26 de septiembre por una comisión integrada por personal técnico e investigadores de la Dirección de Patrimonio Cultural y del Museo Provincial de Ciencias Naturales “Arturo Illia” (Agencia Córdoba Cultura) y del Centro de Investigaciones de Ciencias de la Tierra (Cicterra-Conicet-UNC).
Este jueves se realizó la entrega del material encontrado al Cicterra para su resguardo, conservación y estudio. En el evento estuvieron presentes los técnicos y profesionales que realizaron el trabajo, junto con autoridades de las instituciones intervinientes.
“Estamos en una etapa muy preliminar en la que se hizo el rescate y ahora debemos determinar de qué espécimen se trata. Hay algunas hipótesis, pero ninguna certeza. Lo que sí sabemos es que es un resto de 10 centímetros de un vertebrado de la edad mesozoica”, explicó el director de Cicterra, Marcelo Carrera.
Hallazgo y rescate
Los restos fósiles se encontraron en el marco de una reunión de sedimentología. El evento incluyó una salida de campo durante la cual uno de los participantes encontró el material de manera fortuita.
Enzo Landa, sedimentólogo y becario postdoctoral de Conicet, dio el aviso de su descubrimiento y posteriormente se realizó la denuncia a la Dirección de Patrimonio Cultural que activó una serie de protocolos para hacer el rescate.
“Días después fuimos a la zona para ver cómo se encontraba el fósil in situ y luego procedimos a su extracción y preparación haciendo el característico ‘bochón’. Esto implica demarcar el fósil, retirar un poco de sedimento y envolverlo en una capa de yeso para que llegue intacto al laboratorio“, detalló Santiago Druetta, técnico paleontólogo de Conicet y Cicterra.
“Para el rescate se relevan todos los datos alrededor del fósil, tanto sedimentarios como paleontológicos. Luego se hace la extracción reforzando el fósil para que no se rompa por vibraciones. Primero se hace una trinchera a su alrededor y después se cubre con papel y tela arpillera o vendas de yeso haciendo varias capas que lo envuelven”, sumó Santiago Bessone, también técnico paleontólogo de Conicet y Cicterra.
Una vez en el laboratorio se utilizarán herramientas y técnicas paleontológicas para abrir el “bochón”, retirar el fósil de la roca y “limpiarlo” de todo sedimento. Este paso de preparación es fundamental para su posterior estudio y análisis.
Análisis e hipótesis
Los próximos pasos a seguir corresponderán a los paleontógos del Cicterra, quienes deberán “descubrir” el material y determinar de qué animal se se trata.
“Primero vamos a estudiar la anatomía superficial de los restos para determinar qué especie es. Después se harán otros estudios como tomografías, que nos permitirán ver estructuras internas, y análisis paleohistológicos, que nos pueden revelar la edad, tasa de crecimiento y el metabolismo del espécimen entre otras cosas”, indicó Federico Degrange, investigador del Conicet radicado en el Cicterra.
“Es un fragmento de hueso de una parte del esqueleto al que tendremos que sacarle toda la información posible. Considerando esto y como el hueso no se encontró completo se utilizará la misma roca que contiene un molde de lo que falta para completarlo. Después se usarán distintas herramientas para digitalizar el fósil”, agregó Marcos Becerra, investigador de Conicet.
A partir de esta información planean realizar comparaciones y establecer una descripción y conclusión sobre la identidad del animal hallado. Aunque esto llevará tiempo, los especialistas tienen algunas suposiciones al respecto. “Siendo muy cautelosos debido a que todavía contamos con información incompleta, los restos parecen ser una falange del dedo de la mano de un reptil volador, un pterosario. Pero es una hipótesis muy tentativa”, arriesgó Degrange.
En tanto, el Cicterra y la Agencia Córdoba Cultura firmaron un convenio por dos años para seguir investigando en la zona con la perspectiva de que ocurran nuevos hallazgos.
El más antiguo de Córdoba
Adán Tauber, subdirector del Museo Provincial de Ciencias Naturales, doctor en Ciencias Geológicas y especialista en paleontología, aportó datos que colaboraron a dimensionar la importancia del hallazgo.
“Es el resto de vertebrado más antiguo de la provincia de Córdoba y también de la región central del país. En San Luis existen otras rocas con material de reptiles voladores, pero son más actuales”, aseguró.
El especialista explicó que el período del cual se posee la mayor parte de registros fósiles es del eon farenozoico. Dentro de este encontramos la era paleozoica que es la más antigua y comienza hace unos 540 millones de años. Le sigue la era mesozoica que inicia hace 250 millones de años y luego la era cenozoica que inicia hace 66 millones de años.
“En Córdoba tenemos rocas de la etapa final de la era paleozoica. A partir de allí, el registro más abundante es del cenozoico, la última era. Fundamentalmente a partir de los 5.000 y hasta los 7.500 años antes del presente. Este es el primer resto óseo de un vertebrado que de la era mesozoica”, afirmó.
Además expuso que en nuestro país son muy abundantes las rocas y el registro paleontológico del mesozoico, sobre todo en la región patagónica que es una de las zonas más importantes del mundo con restos de plantas y de dinosaurios.
“Pero nos estaba faltando un registro de aquí. Siempre se interpretó que esas rocas eran estériles y que no se hallaban restos por las condiciones que tenían. Tienen mucho hierro y se depositaron y se formaron en un ambiente oxidante y semidesértico. Creíamos que esas características dificultaban la conservación de estos fósiles”, observó.
Y cerró: “Sierra de Copacabana , Pajarillo y Masa es un ambiente natural extraordinario con rocas que conservan perfectamente los restos. Es un lujo como se conservan las estructuras sedimentarias, algo que nos aportan muchísima información acerca de las condiciones climáticas y ambientales en las cuales se formaron”.
