En lo que pretende ser un cambio de paradigma en la seguridad ciudadana frente a una omisión y desinterés de largos años, la Municipalidad de Córdoba convocó a seis colegios profesionales, a la Cámara de la Propiedad Horizontal y a la División Bomberos de la Policía de Córdoba para conformar una mesa de trabajo que busque soluciones para adecuar los edificios de la ciudad capital a los estándares contemporáneos de protección contra incendios.
El arquitecto especialista en Higiene y Seguridad Gabriel Sánchez, coordinador de este espacio de trabajo, contó a La Voz que en el pasado existieron varios intentos de armar una mesa de trabajo sonre el tema y que en esta ocasión encontraron una buena recepción a la iniciativa por parte del la actual gestión municipal.
“Comenzamos a dialogar entre los diferentes colegios profesionales sobre la necesidad de realizar un plan en conjunto para dar respuesta a esta problemática. Establecimos acuerdos, diseñamos un norte común y le solicitamos una reunión a la Municipalidad”, expresó Sánchez.
Desde la mesa de trabajo coincidieron en que se trata de un tema sumamente complejo que requiere en primer lugar de una decisión política de elaborar un marco regulatorio –a través del Concejo Deliberante–, y en la misma medida de un compromiso y toma de conciencia de administradores, propietarios e inquilinos.
La sucesión de episodios graves de los últimos meses, entre los que se incluyen siniestros en edificios del Centro y Nueva Córdoba con víctimas fatales, incluyendo una pensión incendiadas en barrio San Martín, evidenció la necesidad urgente de una reglamentación que le ponga freno a sucesos muchas veces evitables. “Tenemos que asumir un rol protagonista y dejar de ser espectadores de estas situaciones”, reflexionó Sánchez.
Trabajo en equipo
La mesa de trabajo denominada “Edificio Seguro y Sostenible” está conformada por el Colegio de Arquitectos de la Provincia de Córdoba, el Colegio de Ingenieros Civiles, el Colegio de Ingenieros Especialistas, el Colegio Profesional de Higiene y Seguridad de la Provincia, la Cámara de la Propiedad Horizontal de Córdoba (CPH), el Colegio de Profesionales Inmobiliarios (CPI) y la División de Bomberos de la Policía provincial.
Según Bomberos, en la actualidad se registran en promedio 2,5 llamados por día por incendios en edificios de la ciudad de Córdoba, una cifra alarmante si se la compara con países desarrollados, donde el índice está por debajo de una alerta diario.
Este panorama deja en evidencia la urgencia de reforzar los controles y optimizar las condiciones de seguridad para que ningún incendio vuelva a convertirse en una trampa mortal.
“La seguridad de los ciudadanos y la protección de los inmuebles son prioridades ineludibles. Por eso estamos comprometidos en brindar un soporte técnico y generar medidas de mitigación que permitan reducir los riesgos en los edificios”, destacó Federico Meier, delegado del Departamento de Ingeniería Laboral del Colegio de Ingenieros Especialistas.
Un primer estudio de la mesa de trabajo planteó que muchos edificios construidos antes de 2007 no cumplen con las normativas actuales de seguridad contra incendios. En ese entonces, el Palacio 6 de Julio vinculó por ordenanza a la Ley Nacional de Seguridad y Higiene por intermedio de la Dirección de Bomberos, lo que conllevó a una exigencia para la construcción de edificios nuevos de un certificado final de protección contra incendios.

Por ejemplo, se exige la construcción de cajas de escaleras aisladas y en algunos casos presurizadas, un requisito clave para prevenir la propagación de humos y gases en caso de un incendio. Pero los inmuebles previos a esa fecha, por su diseño arquitectónico, no pueden construir ese tipo de medios de evacuación (escaleras contra incendios), lo que obliga a pensar soluciones alternativas, complementarias y posibles para mitigar el riesgo.
Las causas por las cuales puede producirse un incendio en un edificio son diferentes. Existe una gran cantidad de incidentes que ocurren por fallas en las instalaciones eléctricas de uso común o privado. Pero también existen incidentes por falta de mantenimiento y/o adecuación a normas, prácticas inadecuadas, uso de materiales combustibles y hasta comportamientos negligentes.
Adecuación y trazabilidad
Como primer paso, se elaborará un diagnóstico a partir de datos obtenidos de una encuesta dirigida a los administradores de consorcios. “Esta declaración será confidencial y no busca exponer responsabilidades, sino elaborar una casuística de déficits para conocer con qué universo de situaciones nos encontramos”, aclaró Sánchez.
Los datos recopilados sobre la localización y el estado actual de los edificios permitirán definir estrategias para mejorar las condiciones de seguridad en aquellas construcciones que no cuentan con instalaciones ni condiciones edilicias acordes a los estándares contemporáneos de protección contra incendios.
“Pretendemos que todos los edificios que tienen problemas de seguridad contra incendios presenten proyectos con soluciones técnicas viables y procedimientos administrativos específicos, reglados a través de una legislación específica”, explicó el especialista en Seguridad e Higiene.
Particularmente, los administradores de consorcios reclaman desde hace varios años el desarrollo de una herramienta que les permitiera ejercer su tarea en un contexto muchas veces desesperante.
La regulación municipal deberá establecer el marco legal y criterios claros obligatorios para la adecuación de los edificios antiguos a las normativas a elaborar. “Desde mi punto de vista se debe reconocer a quienes adhieran a la adecuación y penalizar a quienes no lo hagan”, agregó Sánchez.
El objetivo es que, a partir de un diagnóstico situado, elaborar una matriz de mejoras que de cumplirse le otorguen al inmueble una certificación de adecuación en seguridad contra incendios. Además, se elaborará un protocolo de aviso temprano a fin de crear condiciones más seguras para la evacuación en caso de un siniestro.
Concientización y cambio cultural
El desafío de la mesa de trabajo es que este cambio normativo también incluya la concientización de la ciudadanía en materia de seguridad. Desde la promoción de buenas prácticas, a la tarea preventiva y de mantenimiento, son claves para reducir los riesgos de incendios
El proyecto contempla campañas públicas y capacitaciones en uso de instalaciones, elementos de seguridad, simulacros y concientización sobre usos responsables en relación a las causas de ignición.
“Queremos que el ciudadano se involucre y tenga más conciencia de la seguridad. Incluso, que sea una variable a la hora de analizar si alquila o no en tal o cual edificio de la ciudad”, cerró Sánchez.
¿Y los edificios ilegales?
Muchas construcción en altura en la ciudad de Córdoba no están registradas como tales, y por ello es difícil incluirlas dentro de un marco regulatorio que garantice la seguridad de sus moradores.
Consultado sobre si habrá un abordaje sobre estas edificaciones que se encuentran en situación de informalidad, Gabriel Sánchez aclaró que no está previsto en esta primera etapa, pero consideró que es un tema necesario de atender junto a la Municipalidad de Córdoba y Bomberos de la Provincia.