Los vecinos de barrio Estación Flores, en el sudoeste de ciudad de Córdoba, no salen del estupor, de la indignación y del dolor que les provocó la muerte de Trinidad, la adolescente de 15 años atacada por parte de dos perros de raza dogo.
Desde el lunes, los vecinos no se movieron de la calle Bucarest, donde ocurrió la tragedia el domingo pasado al mediodía, en apoyo a la familia. Reclamaron justicia por esta muerte que sostienen se pudo evitar. La impresión que los embarga es que le pudo ocurrir a cualquiera: “era como una bomba a punto a explotar”, repetían este lunes algunos. Había indicios: los perros ya habían atacado y se presentaron siete denuncias, según contaron.
El que los mató en su casa
Uno de los vecinos, Maximiliano Tafuro (28), fue quien frenó el ataque de los perros de una manera que jamás hubiese pensado que lo haría: matándolos. Él estaba en su casa, junto a su esposa y su beba de 10 meses, listo para compartir un asado de domingo con el resto de la familia. En ese momento escuchó ladrar a los perros. Salió al patio y vio a los dogos atacar a sus mascotas. Intentó separarlos, pero fue imposible. “Agarré a uno y lo alcé, y no largaba a mi perro”, contó a este diario.
A la vuelta de la esquina, Trinidad ya estaba en el piso desangrándose, pero el joven aún no se había enterado del horror. En ese momento solo pensaba en cómo salvar a su familia de la furia de los dogos.
Tafuro, visiblemente shockeado, dijo que nunca imaginó matar a un animal y menos de esa manera. “Amamos a los animales”, aclaró.
Y relató: “Los dueños tenían muchas denuncias y cada vez que salían esos perros hacían desastre. Una vez que mataban a un perro seguían buscando porque fueron criados y entrenados para matar chanchos, y también los hacían pelear con pumas”, expresó. “Lo sé porque fui a cazar con ellos”, acotó.
Todos los vecinos que escucharon los desgarradores gritos de Trinidad intentaron defenderla. Pero quienes fueron en su auxilio resultaron con heridas: un hombre recibió mordeduras en el rostro; y otro, en el brazo.
“Lo tuve que hacer”
Maximiliano contó que los perros ingresaron hasta el living de su casa y uno de ellos lo persiguió alrededor de la mesa. Al ver esta situación, fue a la cocina, tomó un cuchillo y lo mató de varias puñaladas: “Lo tuve que hacer porque era la vida de él o la de mi familia”, argumentó.
“En ese momento fue lo único que se me pasó por la cabeza”, narró. A uno lo mató dentro de la casa y, al otro, afuera. “Los dos perros estaban ciegos de la furia”, remarcó.
Mientras luchaba con los dogos, no sabía lo que estaba pasando a la vuelta de su casa: “Cuando ya pasó todo, me cuentan que Trinidad estaba desangrándose. No sabía que la habían atacado”, agregó.
Para el joven, ver esa escena fue como “una película de terror”. E interpretó: “Los perros no tienen la culpa sino los dueños que los crían de esta manera”.
El dueño
Al frente de la casa de los dueños de los dogos hay marcas del ataque y por dentro, solo silencio. El mismo silencio que tomaron ante los vecinos, quienes afirman que no salieron a pedir disculpas ni a auxiliar a la adolescente.
Luego del ataque y cuando Trinidad era llevada al hospital para su atención, los dueños recogieron a los animales muertos y se ocultaron, según afirman varios vecinos. Recién al día siguiente, el dueño pidió disculpas públicas.
“Pido mil perdones a la familia, no fue mi intención, no fue la intención de esta casa”, sostuvo desde atrás del portón de su vivienda ante las cámaras de El Doce. Cuando le consultaron cómo escaparon los animales, se excusó diciendo que estaba de viaje.
“No puedo decir nada porque no estuve. En otro momento hablaré”, dijo, antes de saber que Unidad Judicial 6 lo había ya imputado por homicidio culposo y lesiones culposas.
La familia reclama justicia
En medio de lágrimas por el dolor de la pérdida, la tía de Trinidad pidió justicia por la muerte de su sobrina y que se sepa la verdad de lo que pasó.
“Los dueños o se comunicaron con nadie. Por el mismo hecho de saber que algo pasó con sus animales tendría que haber dado la cara”, cuestionó. Además, contó: “Mi sobrina salía a caminar, para sacar a dos perros que tenemos en casa. Los dos perros volvieron, pero ella no. Salió como a las 12 y salí a buscarla a las 13.30″.
A la vez, relató que al buscarla no la encontraba, mientras le dijeron que dos perros habían atacado a una persona. “No sabían quién era porque estaba muy mordida. Le mordieron dos arterias, eso hizo que ella perdiera mucha sangre y parte de la cara, tuvieron que reconstruirle la oreja, la cabeza también. Y no aguantó”, agregó desconsolada.
“No puedo creerlo. Tenía 15 años y ya no la tengo conmigo. Me duele el alma porque no puedo hacer nada”, añadió la mujer.
Otros ataques, otros miedos
En medio del pedido de justicia, hubo este lunes una discusión entre algunos vecinos y los parientes de los dueños de los perros, en la que intervino la Policía.
Los vecinos contaron que a pocas casas del lugar donde atacaron los dogos, hay otro perro la misma raza que ya mató a otros animales. Pero los dueños del perro explicaron que “no hace nada”.
Pero los vecinos insisten, más después de este caso trágico, que es un problema latente. Incluso, Maximiliano dijo que una prima fue mordida por ese otro perro dogo y que hizo también una denuncia.
“Lo quiero dejar asentado para que se sepa, por si pasa otro hecho como este”, destacó.
Mientras, el mismo domingo, pero en barrio El Diquecito –también de la Capital cordobesa– un niño de 12 años resultó con heridas por mordidas de un perro dogo y debió ser asistido en un centro de salud.
Qué dice la normativa para perros potencialmente peligrosos
La ordenanza N° 13.321 mediante la cual se creó el Registro Municipal de Perros Potencialmente Peligrosos (RMPPP) bajo el ámbito del Ente Municipal Biocórdoba, se reglamentó en mayo y aún hay desconocimiento por parte de la población.
De acuerdo a Gastón Citati, responsable de fauna doméstica del Ente Municipal BioCórdoba, el registro de animales potencialmente peligrosos “no supera el 6%”.
La reglamentación tiene como objetivo principal registrar a los perros potencialmente peligrosos, consignando los datos personales del tenedor, las características identificatorias del animal y cualquier otra característica solicitada por autoridad de aplicación.
Entre los perros potencialmente peligrosos, que marca la normativa, se encuentra el dogo argentino, pitbull terrier, rottweiler y doberman.
Otros de los puntos centrales de la ordenanza es que el lugar donde esté alojado el animal tiene que contar con las medidas de seguridad (vallas, paredes, señales de advertencia, entre otras) y deben ser conducidos con una correa y/o pretal de material resistente.
En el caso de incumplir con la norma, el dueño será multado de 50 a 250 Unidades Económicas Municipales (UEM).
Por su parte, el concejal Alfredo Sapp, autor del proyecto, dijo que no hubo un programa de difusión pública como establece la ordenanza.
“La gente desconoce que existe. No solo los tenedores de los perros sino los vecinos que potencialmente pueden ser atacados”, afirmó.
Además, remarcó que los vecinos nos saben dónde hacer las denuncias cuando suceden este tipo de hechos. “Hay que trabajar en el tema de la difusión”, exhortó.
Y tomó como referencia el caso del dueño de un dogo que mató a un niño en La Plata, que fue condenado con ocho años de prisión por el delito de homicidio simple con dolo eventual: “Espero que la justicia de Córdoba esté a la altura de los acontecimientos y este hombre sea condenado por el delito de homicidio simple no por el culposo”.
Cómo registrarse
A su vez, Citati afirmó que desde la aplicación “Huella Animal” se registran a los animales de manera voluntaria, y quienes tienen animales potencialmente peligrosos lo deben hacer obligatoriamente.
Y reveló que estos dogos que ocasionaron la tragedia no estaban registrados ni tampoco estaban registradas las denuncias de los vecinos que las pueden hacer por la misma aplicación.
“Sí había denuncias en la justicia ordinaria”. A la vez, expresó: “Lo que tengo entendido es que la casa cumple con los requisitos que establece la norma, más allá que se escaparon. Lo que no funciona es la responsabilidad del tenedor”.
Además, dijo que la solución definitiva para el problema con estos animales es trasladar la responsabilidad penal al dueño: “Hasta que no se traslade esa responsabilidad penal al dueño, no va cambiar. Si vos chocás y matás con tu auto el responsable sos vos, y en este caso, es lo mismo”.
A su vez, Citati puntualizó que se hizo campaña de difusión del registro y hay muchos animales domésticos registrados con la aplicación. Y el 15 de julio estarán en el Parque Sarmiento y desde allí informarán como bajar la aplicación y su funcionamiento.
En Huella Animal, además de registrar los animales potencialmente peligrosos, también se pueden realizar las denuncias por los domicilios que no cumplen las medidas de seguridad. Además, está la línea: 0800 888 0404 que recepta denuncias durante la semana.