Imaginate esto: abrís la puerta de tu habitación y lo primero que ves es una manga de aeropuerto. Caminás por una pasarela elevada, con el llano campo cordobés a tus pies. Entrás al avión, pero no hay azafatas ni cinturones de seguridad. En lugar de asientos apretados, te espera una cama king size, un jacuzzi en el balcón y tecnología de última generación. No vas a despegar, pero vas a volar.
Este escenario de película es real. Se trata del primer hotel en Argentina —y uno de los pocos en el mundo— que ofrece alojamiento dentro de aviones transformados en habitaciones.
Está en Oncativo, en el departamento Río Segundo, a sólo dos kilómetros de la autopista Córdoba–Rosario.
El proyecto es tan inédito como ambicioso, y despierta la curiosidad de todos los que lo escuchan por primera vez.
El primer hotel avión de Argentina
El artífice de esta orginalidad se llama Oscar Scorza, un empresario industrial de Oncativo, dueño en esa ciudad de la firma Econovo, especializada en maquinaria para higiene urbana.
Más allá de su perfil técnico, Scorza tiene una veta innovadora que lo llevó a transformar su lugar de residencia en uno de los emprendimientos turísticos más originales en una región que no es estrictamente turística.
Ya lo había hecho allí en 2019 con el Campo Hotel Nono Luigi, una estancia de lujo con toques rurales, esculturas monumentales, bodega subterránea y spa. En un campo suyo, montó un hotel.
Luego, en 2022, sumó un boliche dentro de un avión de línea en desuso.
Pero ahora redobló la apuesta: dos aviones comerciales transformados en ocho habitaciones VIP. El nuevo hotel fue bautizado Air Damasco.
“El proyecto es único en el país y, te diría que en su tipo también en el mundo. Hay hoteles con partes de aviones, pero nosotros tenemos dos aviones enteros, con sus alas, su forma original, su ambientación respetada. Es como estar adentro de un vuelo, que no despega”, explica Scorza a La Voz, mientras recorre una de las cabinas.

Una experiencia inmersiva
La propuesta de Air Damasco busca replicar fielmente la experiencia de un aeropuerto: para ingresar a las habitaciones se deberá caminar por una manga idéntica a la de los embarques reales, con sala de espera incluida.
Desde allí se accede al avión, a través de una pasarela elevada, que conecta con un balcón con jacuzzi. Sí: cada suite tiene su propio jacuzzi privado, al aire libre, sobre la superficie de las alas.
“Es algo completamente loco. Pero funciona. Todo el mundo quiere venir a ver cómo es dormir en un avión sin moverse del suelo”, cuenta entre risas Scorza.

Cada avión alberga cuatro habitaciones temáticas, cuyos nombres no son azarosos: se inspiran en los países con los que la empresa Econovo tiene vínculos comerciales. Así, un avión tiene habitaciones dedicadas a India, China, Turquía y España (países de los que importa maquinaria), y el otro a Estados Unidos, Italia, Perú y Uruguay (a los que exporta sus productos).
Tecnología inteligente y diseño de vanguardia
La lista de prestaciones impresiona. Inodoros japoneses inteligentes que abren la tapa al detectar movimiento, asientos calefaccionados y función de limpieza con ozono, o duchas con bluetooth y luces ambientales que permiten recibir llamadas o escuchar música. Hay cargadores inalámbricos, televisores smart, camas tamaño king (1,80 por 2 metros), espejos de diseño, climatización personalizada y conexión wifi.

Las suites conservan el espíritu del avión: las ventanillas están intactas, al igual que el techo curvo y la estructura del fuselaje. En algunas habitaciones, incluso, los huéspedes podrán acceder a la cabina original del piloto, ambientada como parte del recorrido.
“No quisimos destruir la esencia del avión. Al contrario, la celebramos. Es parte de lo que hace única esta experiencia”, sostiene el creador del hotel con alas.
Traslado surrealista: aviones en la ruta
Los aviones que hoy están en Oncativo no llegaron volando. Fueron trasladados por camión desde el aeropuerto de Córdoba en un operativo que en su momento detuvo el tránsito y generó sorpresa.
“Cuando pasó por la autopista la gente frenaba para filmar. No podían creerlo. Un avión carreteando sobre ruedas, pero por el asfalto”, recuerda Scorza.
Ambas aeronaves fueron adquiridas en una subasta pública en Buenos Aires en 2019, por una cifra sorprendentemente baja. “Compramos tres aviones por 453 mil pesos en total, en ese momento. Menos de lo que sale una camioneta usada”, asegura.

Luego de pasar años abandonados, las aeronaves fueron ofrecidas a distintos compradores. Scorza, que ya había incursionado con uno de ellos como boliche bailable (el local “1880”, en honor a su bisabuelo), decidió ir más allá y convertir los otros dos en habitaciones de hotel.
Un entorno que potencia la experiencia
Aunque el hotel avión es la gran novedad, el complejo Nono Luigi ya era un destino especial.
El predio, que incluye un restaurante, spa, granja, salón de fiestas y habitaciones tradicionales, está ambientado con un gusto singular. Esculturas gigantes de animales, muebles reciclados, sillas traídas de monasterios y una bodega subterránea con vinos seleccionados.
El restaurante es otro de los puntos fuertes: combina gastronomía casera con productos cosechados en el mismo campo.
El spa ofrece sauna seco, piscina climatizada, jacuzzi, masajes y un solárium con vista al campo. Y la granja, con animales sueltos —avestruces, llamas, patos, vacas, caballos— permite paseos en sulky o a caballo.

¿Cuándo abre y cuánto costará?
La apertura de las habitaciones en los aviones está prevista para este 9 de julio, aunque ya pueden hacerse visitas guiadas o reservar estadías en el nuevo hotel.
Sobre el precio, Scorza anticipó que cuestan 250 mil pesos, con desayuno completo incluido las habitaciones con base doble. “Lo que aseguro es que va a valer cada peso. Es una experiencia que no se repite”, argumenta.
Y si le preguntan cuánto invirtió, él responde con su estilo directo: “Si supiera de entrada cuánto me iba a costar, capaz que no lo hacía. Pero así soy”.

Lo cierto es que ya está hecho. Y Oncativo, esa ciudad tranquila de perfil agropecuario del interior cordobés, se convierte ahora en destino turístico internacional, con una propuesta que combina innovación, lujo, ruralidad... y alas.