Una pesadilla inesperada vive la docente jubilada Mónica Mantaras en Cancún, México. Apenas dos días después de llegar de vacaciones junto a su hija y su nieta, esta mujer de 63 años sufrió un infarto y debió ser hospitalizada de urgencia.
La situación se tornó desesperante cuando, en un principio, se les exigió un pago inmediato para recibir atención médica.
Según relató Huilen, hija de Mónica, su madre comenzó a sentir fuertes dolores en la espalda y el pecho, descompensándose a causa del infarto. Tras ser llevada a una clínica cercana al hotel, no la atendieron hasta que se abonaran 6 mil dólares, pago que Huilen logró realizar tras comunicarse con su banco.
Sin embargo, esa clínica no contaba con los recursos necesarios y debieron trasladarla a otro centro médico, donde también se les solicitó un adelanto de 3.400 dólares.

La angustia de la familia se incrementó ante las constantes contradicciones sobre la cobertura de la asistencia al viajero contratada. Inicialmente, parecía que los 60 mil dólares cubiertos serían suficientes para la intervención, pero luego se sumó un pedido de otros 40 mil dólares. Huilen describió momentos de desesperación, incluso cuando le solicitaron 2.500 dólares adicionales por una medicación.
A pesar de que la compañía de asistencia al viajero finalmente se comprometió a cubrir el costo total de la cirugía tras la insistencia de la familia, Mónica aún no ha sido operada y se necesita recaudar más dinero para afrontar los días de internación y el postoperatorio. La cifra total de los costos médicos llegó a ascender a 100 mil dólares.

El alivio llegó el lunes por la tarde cuando el hospital notificó que van a operar a Mónica. No obstante, la preocupación persiste por los gastos venideros. Es por ello que Huilen inició una colecta solidaria para ayudar a su madre, dejando sus datos de contacto para quienes deseen colaborar: alias justinasw, cuenta a nombre de Huilen Sosa, Banco Galicia. En medio de la angustia, Huilen también explicó que aún no pudo visitar a su madre en el hospital ya que está al cuidado de su hija pequeña.
Este caso pone de manifiesto la difícil situación que pueden enfrentar los viajeros ante emergencias médicas en el extranjero y la importancia de contar con una cobertura de asistencia adecuada, aunque a veces esta no sea suficiente para cubrir todos los gastos imprevistos.