Aunque mostraron una leve desaceleración respecto del “terremoto” de julio generado por la intempestiva renuncia del entonces ministro de Economía, Martín Guzmán, en agosto los precios de los productos de consumo masivo siguieron cuesta arriba.
Efectivamente, el mes pasado la canasta de supermercado que releva mes a mes La Voz aumentó un 5,67 por ciento, superando por primera vez los 60 mil pesos de costo.
En rigor, una familia tipo de clase media de cuatro integrantes (matrimonio con dos hijos en edad escolar) necesitó 60.846 pesos para realizar sus compras mensuales de alimentos, bebidas y productos de tocador e higiene del hogar.
Ese monto significó un alza de casi 3.300 pesos respecto de los 57.580 que demandó la misma compra en julio pasado, y 24.460 pesos más que los 36.383 que se necesitaban a comienzos de este año.
La del mes anterior fue la tercera suba más alta de 2022, luego de las fuertes escaladas de precios registradas en febrero y marzo (9,2 y 13,3 por ciento respectivamente) y del fuerte aumento de julio (8,7 por ciento).
De esta forma, la canasta del súper acumula un alza del 67,2 por ciento en lo que va del año (ocho meses). En lo últimos 12 meses (agosto de 2023 contra agosto de 2022) el aumento es realmente preocupante: 81,6 por ciento.
A este ritmo, no sería de extrañar que el precio de los alimentos cierre 2023 con una inflación de tres dígitos, algo que no sucede desde 1991 cuando llegó a 171 por ciento, luego de la “híper” de 1989 (3.079 por ciento) y 1990 (2.314 por ciento).
Según los registros de la Cámara de Supermercados y Autoservicios de Córdoba (Casac), la suba promedio de los precios en agosto (tomando todas las categorías que integran la oferta de las grandes superficies) rondó el siete por ciento.
“Los precios siguieron subiendo el mes pasado. Los productos que más aumentaron fueron los perecederos que salieron del fideicomiso con el Gobierno, entre un 20 y un 30 por ciento”, detalló Víctor Palpacelli, presidente de la entidad minorista.
Respecto del abastecimiento, el dirigente dijo que mejoraron parcialmente las entregas de azúcar, aunque siguen recibiendo a cuentagotas otros productos de alta rotación, como por ejemplo el aceite de girasol.
Frutas y verduras “en rojo”
En agosto, todos los rubros de la canasta registraron subas importantes, salvo las carnes que mostraron una leve baja por la vuelta a las góndolas del programa Cortes Populares definido por el Gobierno nacional en acuerdo con los frigoríficos exportadores.
Las frutas y las verduras volvieron a tener subas muy significativas, de casi el 20 por ciento promedio. De los 10 productos relevados en esta categoría, ocho aumentaron, y apenas dos registraron bajas.
El tomate perita hizo la punta con un aumento del 46,7 por ciento, con un precio medio de casi 300 pesos por kilo. No obstante ello, en algunos súper se vendía a 180 pesos y en otros a más de 350.
La cebolla, un producto tradicionalmente económico también se disparó en las góndolas, con un ajuste del 37,6 por ciento: el kilo llegó a 356 pesos, un precio inimaginable para una de las verduras más consumidas por los argentinos.
La papa y la acelga también subieron mucho (18 por ciento), lo mismo que las tres frutas que integran el relevamiento: la manzana (30,9), la banana (10,9) y la naranja (15,2).
Con estos incrementos, la denominada “góndola verde” prácticamente duplicó sus precios en el año (99,5 por ciento). A comienzos de enero el costo de este rubro para una familia era de 4.267 pesos y hoy llega a 8.512 pesos.
Por las góndolas
Entre los productos de “Almacén” las subas promedio fueron del 6,56 por ciento, aunque hubo algunos alimentos que se dispararon muy por arriba de ese valor.
Fue el caso por ejemplo, del azúcar que aumentó 24,1 por ciento en el mes, para llegar a rozar los 200 pesos el paquete de un kilo. También el arroz y el aceite de girasol registraron alzas pronunciadas: el primero se encareció 16,8 por ciento (218 pesos el kilo) y el segundo, 15 por ciento (474 pesos la botella de 1,5 litros).
Según la Cámara de supermercados, hubo alzas del 10 por ciento en papeles higiénicos y rollo de cocina, vinos, pastas secas, jabones en polvo y líquidos, conservas, y productos de perfumería y limpieza.
El único producto seco y empaquetado que se mantuvo relativamente estable en agosto fue el café, que apenas ajustó su precio un 0,2 por ciento, aunque cabe señalar que ya acumula un alza del 90 por ciento en el año.
La góndola de los lácteos también sufrió importantes incrementos, del 8,3 por ciento en promedio. El queso cremoso subió casi 15 por ciento, mientras que el sachet de leche entera de primera marca aumentó 9,2, para quedar en 168 pesos por litro.
No obstante ello, es posible encontrar en las góndolas ofertas de leche larga vida en envases de cartón de segundas marcas que rondan los 130 o 140 pesos el litro.
Entre los productos de tocador y limpieza del hogar las subas también fueron generalizadas (11,1 por ciento promedio). El papel higiénico dio la nota encareciéndose un 30,7 por ciento en el último mes, lo mismo que los champús que subieron un 28,9.
Carnes contenidas
El dato llamativo el mes anterior fue el comportamiento que mostró el rubro “Carnes”, cuyos precios se retrajeron un 3,6 por ciento en promedio. La reaparición en los súper e hipermercados del programa oficial Cortes Populares explicó dicha baja.
Después de un par de meses en el que estos cortes derivados de saldos exportables estuvieron ausentes de las góndolas, en agosto volvieron a estar disponibles. Y la diferencia de precios terminó impactando en el rubro.
En las cuatro cadenas minoristas relevadas se encontró el asado “subsidiado” a un precio de 736 pesos por kilo, la mitad de lo que cuesta el mismo corte en una carnicería de barrio. Lo mismo pasó con la nalga (1.009 pesos), el vacío (965), el matambre (938), la paleta (818) y la falda (483).
La carne molida común, que no está dentro de programa oficial también bajó el mes pasado, en este caso un 10,5 por ciento, para ubicarse en 850 pesos promedio, con algunas ofertas en determinados supermercados de hasta 700 pesos.
El precio de la cebolla te hace llorar
El precio de la cebolla llama la atención. De ser una de las verduras más económicas, pasó a ser en agosto una de las más caras: el kilo se vende entre 300 y 400 pesos.
Juan Perlo, presidente de la Asociación de Productores Hortícolas de Córdoba, señaló dos causas que explican esta suba de precios en la cebolla.
“Por un lado, se trata de un producto que hacía dos o tres años que no aumentaba. Y muchos productores cansados de perder plata, dejaron de producir. Ahora hay menor producción y eso presiona sobre los precios”, indicó.
“Por otro, Brasil necesitaba mucha cebolla este año, y vino a comprar a nuestro país con dólares. Eso hizo que los cebolleros vendieran a Brasil mucha producción, y dejó poco para el mercado interno. Hoy la poco cebolla que hay está cara y no es de la calidad adecuada”, sumó.
Los dos centros productores de cebolla en el país son Bahía Blanca y Santiago del Estero.
Perlo aseguró que, salvo el caso de la cebolla, el precio de la verdura debería ser accesible. “Tuvimos un invierno muy benigno, y eso ayudó con la producción. Hoy hay buena oferta de casi todo, y los precios al público deberían estar más bajos”, entendió.
El referente dijo que en los súper e hipermercados los precios de las frutas y verduras están más caros porque las cadenas minoristas tienen que hacer rendir el metro cuadrado de superficie de venta.
“Yo recomiendo comprar en verdulerías de barrio, donde la verdura está mucho más barata y suele incluso ser más fresca”, sugirió. Y dijo que la producción del Cinturón Verde de Córdoba, de donde se abastece de lechuga y acelga a las verdulerías, los precios están por debajo del costo de cultivo.
Entre $ 1.600 y $ 1.700 por día para preparar las cuatro comidas
La Defensoría del Pueblo de la Provincia de Córdoba también relevó lo sucedido con los precios en el mes de agosto, y observó una suba del 5,47 por ciento respecto de julio. En este caso, el organismo público sólo toma los precios de alimentos y bebidas.
Un dato sobresaliente del estudio fue que la preparación de las cuatro comidas diarias (desayuno, almuerzo, merienda y cena) en un hogar tuvo el mes pasado demandó entre 1.600 y 1.700 pesos por día, a razón de entre 430 y 430 pesos por persona.
Respecto de un año atrás (agosto de 2021) el costo de preparación de la comida en una familia tipo se incrementó alrededor de un 80 por ciento.
Con alta inflación, las ventas siguen en baja
La seguidilla de meses con alta inflación en alimentos está impactando en el nivel de ventas que acusan los comercios minoristas.
Según la Cámara de Supermercados y Autoservicios de Córdoba (Casac) en agosto las ventas cayeron un cinco por ciento medidas en unidades.