La llegada de las temperaturas más bajas ya provoca que muchos cordobeses intenten calefaccionar sus casas con diferentes métodos, muchos de ellos con altos riesgos para la salud.
Todos los años ocurren muertes o intoxicaciones por la inhalación monóxido de carbono que se sigue de utilizar calefactores o estifas sin ventilación.
En una vivienda de barrio José Ignacio Díaz una situación de este tipo casi termina en tragedia en las madrugada de este jueves.
Durante la noche una mujer encendió un brasero para calentar la habitación dónde se encontraban sus tres hijos de 3, 6 y 7 años. El artefacto emanó monóxido de carbono que fue inhalado por los menores y los dejó inconscientes horas más tarde.
Cuando la madre de los niños descubrió la escena activó la alarma de la casa para que alguien fuera a socorrerla. Los niños se habían descompensado y sufrían vómitos.
Momentos más tarde, la Policía llegó a la vivienda y trasladó a los hermanos al Hospital de Niños donde fueron estabilizados y actualmente continúan bajo control médico.
