La crisis del transporte interurbano de Córdoba muestra evidencias en cada rincón del mapa provincial. El aumento notorio de los costos de los pasajes en pocos meses, junto a la menor cantidad de servicios y de frecuencias en muchas regiones está complicando a los usuarios.
Por caso, en el valle de Traslasierra los vecinos y vecinas se vienen organizando en grupos solidarios para compartir viajes en sus vehículos particulares, sea en el intenso tráfico entre las localidades de ese valle, o para unir esa zona con la ciudad de Córdoba.
Algo similar viene ocurriendo en otras zonas de la provincia. Hasta ahora era más notorio en las regiones del Gran Córdoba, que rodean a la Capital, Pero ya se empieza a ver en áreas más alejadas del interior.
En el oeste provincial, por caso, van surgiendo en las redes sociales los denominados “grupo de viajes compartidos” y sus contactos para unirse se multiplican entre los celulares de Traslasierra.
A partir de marzo, en que coincidieron los aumentos de tarifas con el comienzo de clases, las distintas alternativas crecieron exponencialmente.
“En nuestro grupo de WhatsApp somos más de mil integrantes; ahí cada uno avisa de qué lugar parte y a qué hora, y hacia dónde va, y si pide colaboración para el combustible o no. Después, acuerda el viaje por privado” explicó Juan Pablo Rayo, un ceramista de Nono. Junto a unos pocos conocidos, formó un grupo en febrero para viajar sólo dentro del corredor de Traslasierra.
“Además, tenemos también una planilla de viajes fijos, de gente que ya tiene una rutina laboral y ofrece su vehículo, a cambio de compartir gastos o no; muchos ofrecen sus asientos sin pedir colaboración”, contó Juan Pablo a La Voz. Y agregó: “La idea es que el viaje les salga menos a todos, tanto al que pone el vehículo como al que se suma al viaje”.
“Nuestro grupo surgió sobre todo por los costos, pero también por las falencias de la tarjeta Tin (que se aplica para reemplazar al efectivo en los ómnibus interurbanos), y además por la mala frecuencia de algunas empresas”, apuntó el vecino.
Cada grupo aclara sus pautas de convivencia y, entre otras, sugiere el uso estricto del cinturón de seguridad y el cumplimiento de todas las normas viales para los conductores.
Ese modelo de “carpooling” es similar al que ya se viene usando en la zona de Sierras Chicas para el tráfico intenso de personas que hay entre esa zona y la cercana Capital.
Cruzando las Altas Cumbres
Melina López y su hermana viven en la ciudad de Córdoba y frecuentemente viajan a Villa Dolores, de donde son oriundas. Por eso crearon un grupo que comunica a quienes cruzan las sierras entre esos destinos.
“Primero armamos un grupo en pandemia, ese se completó y ahora vamos por un tercero, que ya tiene más de 1.500 integrantes, en algunos casos quien pone el auto sugiere un monto, que siempre está muy por debajo del costo de boleto de ómnibus”, relató Melina. Y sumó: “Es muy usado por estudiantes, empleados del servicio penitenciario, policías y trabajadores en general”.
Ese es sólo uno de los grupos que con más o menos informalidad van sugiendo en las redes con idéntico propósito.
Los precios, por las nubes
La quita de subsidios al transporte por parte del gobierno nacional complicó las cosas para quienes deben desplazarse en los servicios interurbanos.
Los 200 kilómetros que separan a Villa Dolores de Córdoba capital, por ejemplo, en colectivos de línea tienen un costo que va de los 15 mil a los 23 mil pesos por tramo. Para ir y volver, es el doble.
En tanto, un pasaje promedio desde Mina Clavero hasta Villa Dolores, distantes entre sí 50 kilómetros, vale alrededor de 6 mil pesos y tarda una hora y media, según la época del año.
Mientras, desde el 1 de marzo, el boleto urbano dentro de Villa Dolores quintuplicó su costo: de 200 a 1.000 pesos.
La topografía del valle y las rutas estrechas, antiguas y no siempre en buen estado, suelen complicar aún más las frecuencias y horarios.
