Matías Aunins es un joven de San Miguel de Tucumán que esta semana, durante un locro organizado por el colegio Tulio, tuvo la brillante idea de ser el alma de la fiesta y el bufón de sus amigos. Después de tomarse un par de fernets, creyó que sería gracioso imitar a Álvaro, un adolescente de 16 años con discapacidad, por lo que comenzó a aplaudir al compás de la música y a realizar gestos burdos con su rostro.
No contento con la “hazaña”, el adolescente tucumano decidió subir el video con las burlas a redes sociales. Allí se escucha que uno de los amigos de Matías le dice que “no sea gil”, pero otro celebra la ocurrencia. Poco después de ingresar en internet, la secuencia se volvió viral.
El video llegó hasta los familiares de Álvaro, que lamentaron lo sucedido. Valeria, tía del joven, contó a medios locales que Alvarito “es un chiquito especial, con microcefalia congénita y problemas en el habla. Al colegio Tulio va el hermano menor de Alvarito y durante ese locro pasó lo que pasó. Hoy se viralizó el video y para toda la familia fue difícil empezar así el día, pero luego se fue aliviando gracias al apoyo de mucha gente”.
“Le escribí lo que sentía, pero nunca me contestó”, añadió la joven, que además dijo que su sobrino “tiene el labio caído porque se chupa los dedos desde chiquito. Por eso tiene la boca así. Y le cuesta muchísimo la coordinación, pero es muy obstinado y le pone esfuerzo a cada cosa que hace. Le gusta mucho la música y es un chico feliz, Alvarito tiene 16 años, pero la mentalidad de un niño de 5. Por eso nos dolió cuando vimos el video”.
Indignación
El video con las burlas de Matías tuvo decenas de miles de reproducciones y cientos de comentarios que repudiaron el accionar del joven. “Si te ríes de un ser especial, él se reirá contigo, porque su inocencia sobrepasa tu ignorancia”, escribió un usuario. “Con sólo ver la actitud, habla de la clase de persona que es”, apuntó otro. “Pinchen al gordo para que se desinfle”, señaló un tercero.
“Sentimos que es un ataque a la inocencia de Alvarito. Yo le escribí al chico este, pero nunca me contestó. Alvarito no elige su condición distinta, esa manera de coordinar, de cantar. Lo que nos extraña es que el que lo imita está en un colegio salesiano, donde se supone que hay una formación social, con valores”, manifestó Valeria.
Lo cierto es que este martes fue el cumpleaños de Álvaro, que en su inocencia jamás se enteró de las burlas. Al contrario: el adolescente pasó un día feliz, rodeado de sus familiares y amigos, ajeno al bullying y a la maldad que provoca la ignorancia. “Por suerte Álvaro no está al tanto de la situación que se generó y para él ha sido un día maravilloso. Recibió un celular nuevo, lo que quería. Como familia estuvimos golpeados a la mañana, pero luego más aliviados con el paso del tiempo”, dijo su tía.
“Creemos que es necesario concientizar a quienes lean esta nota o vean el video: Alvarito no tiene la maldad de la burla, no está contaminado por el resto de nosotros. No queremos condenar lo que quizás es un hecho aislado, pero es algo para llamar la atención. A nosotros nos resulta fácil hace cosas como aplaudir o atarnos los cordones, pero a él todo le cuesta un enorme esfuerzo. No es buena su movilidad, pero insiste y cosecha sus logros”, agregó.
De acuerdo con información de Contexto Tucumán, las autoridades del colegio Tulio ya están en conocimiento de lo sucedido y los hechos serán tratados en la comisión de padres.
Por último, la mujer dijo que Álvaro “ayuda en una panadería familiar que tenemos. Somos una de las primeras empresas que trabajó con grupos de jóvenes con discapacidad. Alvarito hace venta callejera: es saludador, cargoso, pero a todos en el barrio, todos en el barrio lo conocen, todos lo saludan. Por suerte, y como nos ha confirmado lo que este día nos ha pasado, cada una persona que se burla de alguien, miles aparecen con su buen corazón”, cerró.
