La titular de la Cámara en lo Criminal y Correccional de 7ª Nominación de la ciudad de Córdoba, Patricia Soria, llamó severamente la atención en plena audiencia al fiscal Sergio Ruiz Moreno y le endilgó: “Acá los fiscales son dos”.
La advertencia vino a cuenta de una sucesión de actitudes de Ruiz Moreno hacia su colega Mercedes Ballestrini, a quien en varios episodios ninguneó y hasta la instó a no hacer preguntas. Muchos asistentes y colegas de ambos fiscales se sorprenden ante lo que consideran visibles actitudes de falta de respeto.
La gota que colmó el vaso fueron los dichos del abogado que representa a la Provincia, Osvaldo Saccone, el miércoles 19 de febrero.
Ese día, la enfermera Rosa Villafañe estaba declarando y decía no recordar nada de las fechas, en especial el caso del 1 de mayo. Ruiz Moreno dijo entonces que no iba a preguntar porque no era una testigo útil. Intervino el abogado Carlos Nayi y pidió que se leyera un asiento del libro de novedades del Neonatal, donde la misma Villafañe había dejado constancia de que había un bebé con lesiones en la pierna derecha, cuando la vitamina K se había colocado en la izquierda, y que había sido Brenda Agüero la que hizo esa advertencia. Es el caso de Yasmín Barrionuevo.
Leído esto, Ballestrini levantó la mano para preguntar, pero el fiscal la cruzó diciendo que no valía la pena seguir preguntando. Ahí fue cuando el abogado Saccone se subió a la ola cancelatoria y sostuvo a viva voz: “El titular de la acción es Ruiz Moreno; usted no puede preguntar”.
Por eso es que el lunes pasado, cuando se reanudó el juicio, Soria le llamó la atención a Ruiz Moreno y dijo que los dos fiscales están en igualdad de condiciones.
“No es que no la deje preguntar; es más, ella hace intervenciones más largas que las mías, casi el doble o el triple que yo. Sí es cierto que este ritmo de trabajo que viene desde antes del inicio de las audiencias hace que los humores se hagan más tensos”, dijo a La Voz Ruiz Moreno. “Tuve unos desacuerdos con ella, pero quedaron totalmente atrás y hemos establecido la relación original que hubo. Creo que los aportes que hace Mercedes son muy buenos y cada vez me felicito más por haberla elegido, ya que hace falta una mujer con perspectiva de género para este caso”, agregó.
Ballestrini no quiso hablar con este medio.
Sobre las advertencias realizadas por el tribunal, el fiscal de Cámara consideró que no fueron dirigidas hacia él. “Fueron para el abogado que hizo un comentario en el que sostuvo que si el fiscal principal de la causa dice que un testigo no es de interés, por qué la doctora lo seguía interrogando”, detalló.
“Yo le dije que no preguntara porque la testigo estaba dando datos erróneos y para mí iba a generar una gran confusión y no valía la pena interrogar”, agregó Ruiz Moreno.
Preocupación en Tribunales
La preocupación recorre íntegramente la Cámara 7ª -integrada también por José Daniel Cesano y Laura Huberman- y los pasillos de Tribunales. Se rumorea con insistencia que a Ruiz Moreno se le escapan cosas y que termina siendo el abogado Nayi el que sale en rescate de la prueba. “Es el juicio más importante que hemos tenido en Córdoba; nunca hemos tenido un asesino serial y hay un problema severo en la acusación”, dijo una alta fuente del fuero penal.

La Voz habló con siete asistentes a las audiencias (testigos, defensores y fiscales de otros casos que han estado en las salas espejo) y todos coinciden en que esa actitud de Ruiz Moreno se aceleró el último mes, en coincidencia con el juzgamiento de las responsabilidades funcionales de los 10 imputados. Ninguno quiere hacer pública su identidad porque teme represalias de los representantes del Ministerio Público Fiscal y entienden que, al fin y al cabo, lo que importa es un desarrollo armonioso del juicio.
“Yo creo que la acusación va bien y hemos avanzado. Los médicos no dejaron dudas de que se trata de atentados intencionales respecto de los bebés”, consideró Ruiz Moreno.

Cómo siguen las audiencias
Las audiencias se reanudarán el lunes 10 de marzo con la declaración del sargento Rodolfo Palazzi y del comisario Andrés Biscotti.
“Creo que en abril vamos a terminarlo; creo que se puede. Vengo hablando con los abogados y ellos tienen interés en acelerar esto. Estamos seleccionando los testigos necesarios, para prescindir del resto”, precisó.
Algunos señalan que puede haber un “exceso de ego” o una “guerra de vanidades” entre Ruiz Moreno y quien llevó la instrucción de la causa, Raúl Garzón; otros van por la ignorancia sobre detalles finos incluidos en el caso, muy complejo y extenso, y están quienes creen que Ruiz Moreno adrede deja pasar pruebas contundentes (en especial, contra los exfuncionarios) que los jueces técnicos conocen, pero no los jurados populares.
Garzón –quien fue nombrado como fiscal consultor, una figura no prevista técnicamente en el Código Penal– no fue consultado nunca por Ruiz Moreno en los dos meses que lleva el juicio.
Es más, los camaristas fueron a plantear sus reparos directamente al Tribunal Superior de Justicia, alegando la “evidente violencia de género” que aquel ejercería sobre Ballestrini, quien ha sido por años fiscal de género. “Yo en su lugar hubiese renunciado y armo una conferencia de prensa si me hacen eso”, contó una fiscal que litiga mucho junto a varones.

“No coinciden en algunas cosas y él no tiene problema en retarla, enfrentarla y hacerla callar”, dijo una de las mamás que asiste a la sala. “Yo veo que la defensa actúa sólida y en conjunto, y acá son dos que no se coordinan entre ellos”, consideró un abogado presente en las audiencias.
Otro participante recordó el episodio con la doctora Verónica Heredia, quien reemplazó en enero dos semanas a Ana Pagliano, la defensora complementaria de los bebés fallecidos y sobrevivientes y defensora principal del primer caso, de marzo de 2022, cuya mamá no asiste al juicio. Primero Ruiz Moreno interrogó a una testigo, luego Balestrini, después Nayi y cuando ella va a preguntar, Ruiz Moreno le dijo “usted no pregunte”. Varios se quedaron atónitos. “Herrera le respondió pidiendo que no le falte el respeto, que no la podía hacer callar”, contó un familiar de un bebé atacado.
Heredia minimizó el episodio y dijo a este diario no haber vivenciado maltrato, sino “sólo intercambio de ideas propias de la dinámica del juicio”.
“Nadie se conmueve, nadie nos pide perdón de nada. Da la sensación de que la lógica de ocultamiento que se vivió en el Neonatal logró instalarse en la sala de audiencias”, dijo el papá de uno de los bebés fallecidos.
El punto clave es que una acusación dividida puede generar confusión entre los jurados populares. Los técnicos conocen la prueba, pero los jurados populares no leen todo el expediente; hay que demostrar todo.
En ese sentido, a un conocedor de la causa le llamó la atención que Ruiz Moreno sólo mostrara una de las varias fotos que Brenda borró de su teléfono cuando fue apartada del trabajo y que los peritos recuperaron: era de ella amamantando un caniche. Había varias de bebés entubados y moribundos y una en la que está Brenda fingiendo un embarazo.