Durante años, el kiwi fue reconocido por nutricionistas y consumidores como una fruta que favorece la digestión, gracias a su contenido de fibra y enzimas naturales.
Sin embargo, hasta ahora estos beneficios se basaban en estudios menores y observaciones dietéticas. La novedad es que la Comisión Europea ha emitido un aval científico oficial, validando sus efectos digestivos, lo que convierte al kiwi en una de las pocas frutas cuyo impacto en la salud gastrointestinal cuenta con respaldo regulatorio y evidencia comprobada.
Propiedades saludables
Concretamente, la Comisión Europea -el órgano ejecutivo, políticamente independiente de la Unión Europea (UE)- aprobó oficialmente la declaración de propiedades saludables que afirma que el consumo de kiwi verde (el más común de las variedades) contribuye al funcionamiento normal del intestino al aumentar la frecuencia de las deposiciones.
Eso se basa en una ingesta diaria de dos kiwis verdes frescos, que aportan un mínimo de 200 gramos de pulpa.
Así, el kiwi se convirtió en la primera fruta fresca en recibir una declaración de propiedades saludables autorizada por la Comisión Europea.
La aprobación se produce tras la presentación, en 2018, de un expediente científico completo ante la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) y un riguroso proceso de evaluación, en el que menos de 1 de cada 8 declaraciones presentadas recibe aprobación.
La EFSA emitió una opinión científica positiva en 2021, que culminó ahora con la autorización formal por parte de la Comisión Europea.
Qué significa contar con este aval
Aunque ya existe evidencia científica de que el kiwi verde es una fruta beneficiosa para combatir el estreñimiento y mantener la regularidad intestinal, sólo a partir de ahora podrá anunciarse y promocionarse como tal.
Y pese a que la ciencia apunte a muchos otros efectos beneficiosos del kiwi, como el facilitar el descanso, únicamente cuenta con autorización para difundir sus propiedades en el intestino.
Esto no quita que el consumo de otras frutas y verduras también contribuyan a mantener una buena salud intestinal o que sean menos saludables; simplemente, el kiwi superó el costoso proceso para que, legalmente, pueda declarar sus efectos, como hacen los suplementos nutricionales y otros productos.

Qué es el kiwi verde
El kiwi verde es una fruta originaria de China, donde crecía de manera silvestre y era conocida como yang-tao, o fruta del río Yang. Su cultivo se expandió hace unos 300 años y llegó a Nueva Zelanda a principios del siglo XX, país donde se perfeccionaron las técnicas de producción que dieron lugar al kiwi que se conoce hoy.
Esta fruta se convirtió en un alimento muy popular gracias a su alto contenido de vitamina C, fibra y minerales, que contribuyen a fortalecer el sistema inmunitario, mejorar la digestión y proteger la salud cardiovascular. Su pulpa jugosa, de sabor ligeramente ácido, la convierte en una opción ideal tanto para consumir sola como en batidos, ensaladas o postres.
Además del kiwi verde existe la variedad amarilla o ‘gold’, que se diferencia por su piel más suave y su interior dorado, con un sabor más dulce que el kiwi verde.
Aunque ambas aportan antioxidantes y vitaminas, presentan algunas diferencias nutricionales: el kiwi amarillo contiene más vitamina C (135 mg por cada 100 g frente a los 79 mg del verde), mientras que el verde aporta más fibra, por lo que resulta más recomendable para favorecer el tránsito intestinal.
En Argentina sólo está disponible la variedad verde.