La Ciudad de Buenos Aires avanzó con la prohibición total del uso de pirotecnia ruidosa en todo su territorio.
La decisión, anunciada el viernes 19 de diciembre, convierte al distrito en una “zona calma libre de pirotecnia” y busca reducir el impacto del estruendo más allá de fechas festivas o eventos oficiales.
La medida fue impulsada por el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, y amplía la normativa vigente desde 2020, que hasta ahora limitaba el uso de pirotecnia ruidosa solo en áreas sensibles como hospitales, reservas ecológicas y parques urbanos.
Con la nueva disposición, la restricción se extiende a todos los barrios y comunas, sin excepciones territoriales.

Qué establece la nueva prohibición
La resolución declara a la Ciudad de Buenos Aires como zona libre de pirotecnia sonora y prohíbe expresamente cualquier artificio con “efecto audible”, tanto en celebraciones privadas como en espectáculos organizados por el sector público.
Además, instruye a la Agencia de Protección Ambiental (Apra) a adecuar la normativa vigente y a reforzar los controles sobre la comercialización y el uso de estos elementos.
El cuarto artículo de la norma extiende la prohibición a eventos y actividades oficiales, lo que implica un cambio de criterio respecto de celebraciones públicas tradicionales.
Los fundamentos de la decisión
El anuncio fue realizado por Jorge Macri a través de la red social X. “La pirotecnia sonora afecta la salud de personas mayores, personas con Tea y bebés. Además, provoca daños a los animales y al ecosistema. Esta decisión responde a un pedido recurrente de los vecinos”, señaló el jefe de Gobierno.
Desde el Ejecutivo porteño indicaron que el impacto del ruido no se limita a una molestia momentánea, sino que puede provocar crisis en personas con trastornos del espectro autista, estrés severo en animales domésticos y silvestres, y afectar la salud de adultos mayores y niños pequeños.
También remarcaron el impacto ambiental, ya que los residuos de la pirotecnia contribuyen a la contaminación del espacio público.
Qué queda permitido y qué no
La prohibición no alcanza a los fuegos artificiales sin sonido ni a los elementos exclusivamente luminosos. Así lo aclaró la legisladora porteña Laura Alonso, quien destacó que “todo lo que sea ruido es lo que se prohíbe”.
“Se pueden utilizar fuegos de luces, estrellitas o espectáculos visuales sin estruendo. Incluso en grandes eventos hay alternativas que no generan impacto sonoro”, explicó la exvocera del Gobierno porteño.
La normativa contempla excepciones puntuales, como los artificios destinados a señales de auxilio, los utilizados por las fuerzas de seguridad y Defensa Civil, o aquellos necesarios por razones operativas.
Un cambio de alcance histórico
Hasta ahora, la legislación delimitaba radios de 100 metros alrededor de espacios sensibles como la Costanera Norte y Sur, el Ecoparque, el Lago Lugano y hospitales. Con esta nueva decisión, esa lógica de zonas puntuales queda sin efecto.
Desde el Gobierno porteño señalaron que la medida se apoya en el artículo 26 de la Constitución de la Ciudad, que garantiza el derecho a un ambiente sano y establece el deber de preservarlo.
La prohibición marca un cambio estructural en la convivencia urbana y busca consolidar un modelo de ciudad con menos ruido, mayor cuidado ambiental y mayor protección para las personas y los animales, en línea con una demanda social creciente.

























